Entre la traición y la lujuria.

10.

** Advertencia** Hard.

< Alexander pov >

- Espero digas eso...tras preñarme - murmuré levemente sintiendo la vergüenza instalarse en mis mejillas color carmín. Había acercado uno de sus dedos mientras lo mordía levemente para después lamerlo. Sé... que no es un buen momento pero... Quería oírlo, sentirlo, que pidiese por mí.  Al sentir como acariciaba mis labios levemente no pude evitar lamer la punta de sus dedos, realmente... debería aprender a resistir.

- U-Uh...- Contraje mi nariz, el olor de su sangre era bastante desagradable pero soportable. De un momento a otro me encontré sentado sobre su regazo mientras tomaba cuidadosamente mis muñecas y luego acercarlas a sus labios, no entendía porqué.  Sin entender observé cómo al parecer lamía cuidadosamente mis muñecas, cosa que al principio me alarmó...pero me asustó en el momento en que noté que las heridas y cicatrices se desvanecían levemente tras sus lamidas, eso realmente me asustó.- ¿ P-Porqué... has hecho eso ? N-No debiste , N-No era necesario...- Murmuré con la voz temblorosa mientras él notaba mi reacción, realmente... no debió haberlo hecho pero de todos modos ya lo hizo. Me estremecí levemente al sentir su beso en mis muñecas , era... demasiado sorprendente para mí.

Noté un cierto desconcierto ante mi petición, la cual posiblemente fue extraña,  de todos modos quería intentarlo.- D-Debo conocer en su totalidad a mi elegido...- susurré avergonzado, lamí levemente mis labios... Podía intentar "jugar" un poco. Tras lo que pareció unos minutos de demora , su transformación se llevó a cabo, él me abrazó con cuidado al parecer, besó mi mejilla levemente, era bastante frío, sus labios se deslizaron hasta mis labios y me besó de manera leve y  superficial. Intenté darle profundidad al beso pero estaba asustado, nunca había besado a alguien con colmillos...o más bien a ningún chupasangre.

Pasé mis manos por su torso , bajo la camiseta , era... increíblemente frío pero... tendría que acostumbrarme. Besé levemente y con cuidado sus labios para después lamerlos y bajar lamiendo desde sus labios a su cuello.- Creo... que puedo hacer que esa gelidez cambie un poco...- susurré mientras movía mi cintura levemente presionando su miembro.- o...al menos puedo intentarlo- murmuré de manera pícara mientras lamía su cuello, era como un helado... Mí delicioso helado.

< Akiraka pov >

— ¿Acaso quieres que te llene?—dije en un susurro, sintiendo la calidez de sus labios y lengua invadir mis dedos, sintiendo mi medio-vivo corazón palpitar con un poco más de potencia. Haber visto todo tipo de cosas tanto asquerosas como morbosas, hacía que, resumidamente, me encendiera con cualquier tipo de acción o movimiento que pudiese malinterpretarse incluso de la más mínima de las maneras.

Desvíe mi mirada de forma impasible, acariciando un poco su muñeca.— No mereces tener ningún tipo de marca en tu piel, exceptuando mis marcas de amor.—sonreí un poco, cerrando mis ojos para volver a lamer perezosamente sus muñecas, luego decidí separarme. Respiré algo abrumado luego de haberme transformado, atento ante sus palabras.

— Esto no es ni si quiera una cuarta parte de lo que puedo ser.—dije en un susurro, aunque podría interpretarse de mala forma, o también de una demasiado “buena”. Ciertamente, podía revelar mi identidad vampírica, pero había algo muy más sombrio detrás de eso. La «forma oscura» la cual se representaba ante una sensacion o emoción muy fuerte y furiosamente negativa, sorprendentemente nunca la había manifestado, exceptuando cuando era pequeño, aunque cuando eso a penas y era consciente de mis propias habilidades.

Noté su aura asustada ante el pequeño beso brindado, por lo cual sonreí soltando un ligero suspiro, tomando suavemente su rostro entre mis dedos, para encajar mis labios con los suyos correctamente, acariciando dulcemente su lengua con la mía. Me separé cuando sentí que respiración se agitaba levemente.— ¿Lo ves? No es tan diferente.—dije en un leve susurro, sintiendo derrepente sus labios bajar hasta mi cuello, su pequeña y calida lengua hacía un contraste bastante interesante sobre mi cuerpo, como pasar un cubo de hielo sobre tu piel, pero al revés.