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** Advertencia** Este capítulo puede llegar a ser más violento o sensible de lo normal. Mantener discreción.

< Daniell pov >

- Te lo ruego, no me busques más, Lucía.-dije, ya hastiado, sosteniendo mi teléfono mientras caminaba por las desoladas calles de un pueblo bajo. Por alguna razón el clima se había vuelto oscuro y frío.

- ¿Entonces de verdad vas a quedarte con esa zorra?- oí su voz temblar, sólo pude rodar los ojos mientras doblaba en una esquina.

- Lucía, todos sabemos que tú eres peor.-suspiré.- ella misma te lo dijo, así que ya no molestes más.-dije, dispuesto a cortar la llamada.

- Ya verás, cuando peleen vendrás suplicando.-dijo con rabia, parecía estar llorando, pero no me dejó responder, cortando la llamada. Negué con la cabeza frustrado. No tenía ganas de estresarme aún más, sólo quería desquitarme.

Finalmente termine mi recorrido, llegando a ese edificio de departamentos de bajo presupuesto. Subí las escaleras con un suspiro, hasta llegar al piso correspondiente, divisando la puerta de Marco entreabierta, por lo que entré confundido y en silencio, asomando mi cabeza por el lugar, escuchando risas y estruendo, con un gran dolor en mi pecho.

- ¿Marco?-lo llamé extrañado, encaminándome hasta su habitación, algo intrigado. Este dolor en el pecho, y su risa no me daban buena espina.

< Marco pov >

Ugh ¿ Dónde está ? ¿ Dónde demonios está ? ¿¡ Dónde demonios estaba mi última dosis de droga !? Destrocé todo.

Moví los muebles, busqué cajón por cajón y aún así no podía encontrarla. Aquello era frustrante, la necesitaba.

Últimamente las cosas habían cambiado demasiado para mí. Todo principalmente por Daniell y en momentos así también sufría por él.

« Maldición solo fueron palabras bonitas y un poco de sexo. ¡ Él tiene a su propia zorra ! » Pensé con lágrimas en los ojos intentando buscar con aún más desesperación mi droga.

Entré en desesperación al no encontrarla, no lo entendía... sabía que algo tenía que haber quedado.

- Debe...haber algo por aquí ¡ Ni siquiera tengo el dinero para comprarla !- Grité molesto golpeando una pared, viendo cómo se abría una de tantas grietas.

Entonces recordé y me escabullí bajo mi cama, encontrando una grieta con una gran cantidad de droga. Sonreí. La había encontrado.

Saqué las pastillas, la hierba y por último, las jeringuillas...Estas últimas siempre lograron apaciguar mi dolor.

Me acomodé en medio de aquel desastre sonriendo ansioso, al fin las tenía. Aquello que tanto necesita.

No dudé ningún minuto y preparé bruscamente una de las jeringuillas para inyectarme directamente en la vena. Dolió bastante al inicio, cosa que no recordaba de otras veces.

Me estaba destrozado y aún así la necesitaba. Tras el dolor pude sentir "La felicidad" y "El placer".

Empecé a reír "satisfecho" mientras me tiraba sobre el suelo mirando el techo.

Era tan necesario.

« Solo te necesito a tí... Heroína »

< Daniell pov >

Suspiré, encaminándome hasta ese barullo, hasta que esos pensamientos me invadieron, y esa terrible sensación en el pecho, un mareo... ¿Qué estaba haciendo?

¿Heroína?

¿Era mi culpa?

¿Drogas?

Gruñí, sintiendo como la sangre me hervía en ferviente rabia, entrando de un portazo a la habitación, todo estaba hecho un desastre, pero sólo pude encaminarme hasta el pelirrojo en zancadas, con mis puños apretados y temblando en rabia y cólera, mucha cólera.

Entre la traición y la lujuria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora