Alexander.
Estaba tranquilo, nuestras vidas se habían vuelto tan tranquilas y cotidianas que llegaba a ser irreal. Demasiado monocromo y perfecto.
Nuestra relación, nuestra familia, nuestros trabajos...Todo. Sin duda todo se había vuelto demasiado perfecto y normal, incluso hasta irritante. Suspiré, estaba cansado de aquellos pensamientos tan cotidianos, tan aburridos. Me era increíble que tras todo lo que pasamos hubiésemos llegado a lo que éramos y somos ahora.
- Curioso...¿ No ? - Susurré mientras jugaba con nuestra bebé, ella estaba chupando uno de sus dedos mientras yo me mantenía recostado a su lado observándola y sacando mi cola para que jugase con ella, aquello le gustaba. - ¿ Sabes, pequeña ? Yo nunca quise admitir lo que sentía por tu padre...era muy obstinado en esos tiempos - Murmuré acercando mi cola a mi cachorra.- Pero...El día que lo hice no fue exactamente...el mejor de todos - Reí levemente, cerrando los ojos y dejándome llevar por aquel vergonzoso recuerdo.
** Flashback **
Al fin estaba libre. Había logrado burlar la vigilancia de mi hermano y de aquel idiota de Akiraka, realmente no podía estar más feliz. Estaba en el instituto, en los camarines para ser más específicos, había logrado escabullirme con uno de mis "amantes" sin ser notado por alguno de mis vigilantes. Esos idiotas me habían quitado la diversión por mucho tiempo, incluso sin que estuviesen ellos muchos de mis pretendientes se habían alejado de mí, aquello era una mierda.
Por suerte había logrado encontrarme con uno de mis chicos el cual parecía estar tan necesitsdo como yo, nos besábamos humedamente y tocábamos con impaciencia. Hacía semanas que no tenía un contacto físico así.
Nos separamos del beso jadeantes, notando como había quedado acorralado contra una pared. Mi respiración estaba casi tan alterada como la suya.
- Creí que ya no volverías a estas cosas, Alex - Murmuró para acercarse y empezar a besar mi cuello mientras me aferraba a sus brazos.- Te e extrañado mucho...Al igual que los demás - Murmuró a mi oído a lo que yo jadeé.
- Por favor. Acabaré con esto solo cuando lo desee o encuentre a alguien especial para mí - Murmuré riendo al decir lo último, me aferré a él cerrando los ojos. No había forma de que aquello pasase alguna vez...Al menos no con quién desease.
Akiraka:
[FlashBack]:
Después de nuestro ultimo encuentro, creyendo ingenuamente que Alexander se volvería más cercano a mí sin rechistar, se volvió incluso más obstinado que antes, regañándome por cualquier mínimo detalle o incluso si quiera dejando que lo toque. Pero sus emociones se veían evidenciadas cuando otras personas se acercaban a mi con el objetivo de algo más que una charla, podía notarlo, estaba celoso, y eso no hacía más que hacerme sentir contento, mis travesuras parecían dar frutos.
Aunque solía ausentarme bastante en el instituto por no levantar sospechas o simplemente porque no me apetecía asistir, luego de hacerme amigo de Daniell prácticamente no faltaba ni un solo día, y en este caso, ahora que Alexander y yo parecíamos entablar una relación semejante a la amistad, me encargaba de seguirlo a todas partes. Fingía molestarse, pero yo sabía que no tenía problemas con ello, por lo menos no cuando estábamos solos.
En ese momento me encontraba buscándolo, o bueno, ya lo había encontrado, besuqueandose con ansiedad con uno de los muchachos de último año, mientras yo me encontraba de cuclillas, tranquilamente acomodado encima de una de las taquillas, observando todo con diversión, esperando el momento perfecto para sorprenderlos y hacer huir a tal humano.
Cuando parecían llegar a cosas más serias fue cuando decidí interrumpir.— parece que se divierten, ¿no hay espacio para mí? —dije con mi habitual tono de sarcasmo y mi amplia sonrisa, observando como el muchacho se asustaba con mi presencia, cosa que me divertía. La mayoría de humanos que tenían interés en Alexander me temían y por un lado tanto me alegraba como me intrigaba el porqué, pero de todos modos sacaba provecho de ello.
ESTÁS LEYENDO
Entre la traición y la lujuria.
ParanormalLa brisa resonaba en sus oídos. Tranquilo. Sereno. Muchos sinónimos que parecían encajar de la misma forma en cuanto a la forma en la que podía describir el ambiente. Se sentía bien. Respiró el aire, con esa sensación de paz en su interior, mientr...