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< Daniell pov >

— Ya lo sabía, pero me gustan los desafíos.—lo miré de forma retadora, soltando un suspiro.— no creas que te dejaré ir tan facil, cariño.

— Mhm...—lo miré a los ojos unos segundos, esos ojos que intente descifrar desde la primera vez que los ví, pero aún me era imposible.

— ¡Claro que te necesito, si no, no estaría aquí! Algo obvio, ¿no te parece?—ironicé con una risa amarga.— si estuviera con alguien más lo notarías. Incluso le dejé en claro a Lucía que ya no quería verla, y puedes comprobarlo perfectamente.—me crucé de brazos observándolo.— Temo lo peor... Alexander está preñado de él, podría incluso morir cuando dé a luz a sus bebés, no podría soportar que mi sangre sea desperdiciada por un fenómeno.—mordí mi labio con impaciencia, relajándome un poco al sentir como besaba mis labios y me miraba con preocupación, sólo pude observarlo atentamente.— No voy a dejarte, idiota.—estreche su cintura entre mis brazos, levantándolo del suelo para estampar sus labios contra los míos.— Sin tí, moriría. No soporto tenerte lejos. Y si eso me hubiese molestado, ya sabes lo que haría.—suspiré, acariciando su rostro y colocando un mechón de pelo tras su oreja.

— Lo inevitable es tu testarudez.—suspiré rodando los ojos mientras lo estrechaba contra mí, sentía felicidad, pero falsa felicidad, culpa de la droga. La verdadera felicidad... Se sentía mas cálida, justo cuando miraba a Marco a los ojos y lo tenía cerca de mí.

«Veremos quién se aburre primero.» sonreí levemente, sí que quería a un chico complicado, pero no es como si yo me quedase atrás.

— Estás lejos de ser un estorbo, más bien. Mi instinto me obliga a protegerte a toda costa, quiero y debo.—susurré ante sus pensamientos.— Todos tuvimos un pasado lamentable, errores que cometimos, no quiere decir que todo se acabe ahí, conmigo no se acabará.—acaricié su mejilla.— no pienses, sólo deja que pase.—terminé por murmurar, besando suavemente sus labios antes de desvestirlo y tallar su cuerpo con cuidado. Cuando quedó completamente limpio curé algunos raspones y heridas que parecía tener, y limpiando la zona donde se había inyectado. Lo vestí correctamente, dejando un beso sobre su frente mientras recogía los restos de vidrio, polvo y demás relacionado con la droga, las quemé, todas. Ordené un poco la habitación, cargando unas cuantas mudas de ropa del pelirrojo en un bolsón, y tomándolo entre mis brazos para marcharnos del departamento.

— Te quedarás conmigo por el momento, será mejor para ambos si... Nos acostumbramos a vivir con el otro a partir de ahora.—suspiré, acariciando su rostro hasta llegar a casa.

< Marco pov >

- También me gustas...- Susurré desviando la mirada.- ¿ Quién dice que seré yo el que huya ?

- ¿ Qué ? - Lo observé extrañado, sentía como si intentase ver mi alma a través de mis ojos...de mis malditos ojos grises.

- Yo....- Desvíe la mirada, lo mejor sería quedarme callado... siempre que decía alguna cosa lo terminaba arruinando todo. Esta vez no quería arruinarlo con mis palabras así que... intenté no meter mucho la pata con mis acciones. Tímidamente tomé su mano y la acerqué a mi corazón, estaba acelerado, era tan vergonzoso.- Hey...¿ Sientes esto ? Eres tú quién lo provoca.- Susurré cerrando los ojos para poder oírlo mejor.- Daniell...si yo... estuviese preñado y alguien intentase alejarme de ti... Moriría sin importar qué- Murmuré besando lenta y suavemente sus labios mientras lo miraba con severidad.

Sonreí levemente ante sus acciones y palabras, choqué mi frente con la suya, sonriendo.- Más te vale que no lo hagas...- Susurré entre nuestro beso, escuchando tristemente sus palabras. Sentí mi corazón acelerarse. - ¿ Esto...es Amor ? - Susurré con preocupación sobre sus labios.

Entre la traición y la lujuria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora