**Advertencia** Hard, Amor y... Zoofilia
< Akiraka pov >
— Yo a ti, mi amor.—sonreí, sintiendo una cúpula de emociones invadirme, y esparcirse por todo mi interior, me encantaba, me encantaba tenerlo a mi lado.
— Mhm... Eres perfecto, te lo prometo.—le dije apenado, con una sonrisa acariciando su mejilla y disfrutando de sus dulces labios, sólo pude suspirar cuando lo oí de esa forma desesperada, y acariciar su cintura intentando calmarlo.— Me... Alegra mucho que aceptes a un antiguo asesino como yo.—reí amargamente, pero sólo pude dejarme llevar por sus mimos, él era el único que podía ralentizar estos atormentados pensamientos.
— Mhm...—asentí a lo que había dicho de forma impaciente, sintiendo su boquita trabajar en mi miembro.— Ah...—instintivamente llevé mis manos a su cabeza cuando sentí como lamía mi entrada, entreabriendo los labios y cerrando los ojos avergonzado, se sentía completamente diferente a como se sentía antes.— Hazlo... Lléname.—le dije con la respiración agitada, separándome y colocándome frente a él, besando sus labios ansiosamente.— déjame asfixiarte con mi amor.—le dije de forma divertida, acariciando su espalda, sintiendo su aura apasionada y ansiosa, tal y como yo me sentía.
< Alexander pov >
- Algún día...¿ Aceptarías ser mi Mate ? - susurré a su oído emocionado y avergonzado, sabía que era demasiado pronto para proponer algo así pero...Me sentía tan feliz y seguro a su lado.
- No.Tú lo eres - susurré sobre sus labios sintiendo sus dulces caricias, aún así, no podía...soportar que dijiese algo tan horrible de si mismo.- Akiraka...Soy un traidor, un hereje entre los lobos, un desterrado...una vergüenza, ¿ Crees que me importa que hayas sido un asesino ? - tomé su mejilla con cuidado y lo observé tristemente, no me importaba su pasado, lo amaba.
- N-Ngh...- Estaba demasiado impaciente, solo quería tenerlo gimiendo mi nombre, gozando de placer...anudando en su interior. Mantuve besando y lamiendo aquella deliciosa entradita que me soportaría luego.- L-Lo haré...- gruñí levemente, sentí como de un momento a otro se alejaba para después besar mis labios ansiosamente, correspondí con deseo y pasión.- Lo sé... Sé que Literalmente, lo harás - susurré divertido sobre sus labios para después empujarlo con cuidado sobre el colchón y acomodarme sobre él, abriendo sus piernas.- N-No creo que sea conveniente usar algún tipo de protección o lubricante... Intentaré no romperte - hablé ansioso acercándome a sus labios y frotando levemente mi punta en su entrada, estaba desesperado, recorrí su boca con mi lengua a la par que entraba en su interior lentamente...
Realmente me estaba asfixiando. Me separé del beso gimiendo a su oído hasta que logré entrar por completo, empecé a dar embestidas "lentamente".
< Akiraka pov >
— Yo... Creí que ya había aceptado.—dije, no sabiendo específicamente a que se refería, pero sólo sentía que podía ser algo tan especial y eterno como lo que sentía por él.
— Ambos tenemos pasados deplorables, pero no tenemos que pensar en ellos mientras estamos juntos.—sonreí apenado, besando dulcemente sus labios.
— Mhm...—gemí ansioso ante su respuesta, uniendo nuestros labios dulcemente, rozando su cálida lengua con la mía.— probablemente.—reí un poco, sintiendo como caía de espaldas a la cama, y lo observaba ansioso y con los labios entreabiertos, sintiendo como se acomodaba sobre mí.— ¿A qué...? ¡Ah!—me mordí el labio apresando las sábanas con desesperación entre mis dedos, realmente lo estaba asfixiando. Intenté calmar mi respiración, correspondiendo a su beso, barriendo mi lengua con la suya.— E-Es muy... Caliente.—jadeé en sus labios, aferrandome a su espalda y escondiendo mi cabeza en su cuello, jadeando y moviendo mis caderas en círculos, era increíble que... No sintiese dolor, pero se sentía, se sentía tan extraordinariamente bien.
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Entre la traición y la lujuria.
ParanormalLa brisa resonaba en sus oídos. Tranquilo. Sereno. Muchos sinónimos que parecían encajar de la misma forma en cuanto a la forma en la que podía describir el ambiente. Se sentía bien. Respiró el aire, con esa sensación de paz en su interior, mientr...