** Advertencia** Hard y Zoofilia.
< Akiraka pov >
Sólo pude asentir, dejando que la ola de sentimientos me consuma, me sentía lleno y... Feliz.
— Ahm... Sí, hazme una mujer.—gemí sacando mi lengua y observándolo con lujuria y deseo, aunque significasen lo mismo, sentía un cúpulo de sinónimos en mi interior que no sabría explicar correctamente, pero todos me llevaban de forma tan intensa y agobiante.
— ¡Ah! S-Sí, dame más... Por favor... Ah...—gemí descontroladamente en siseos y murmuros, mordiendo mi labio, estrujando las sábanas, removiéndome de todas las formas posibles en placer, rodeando su cabeza con mis piernas, sintiendo una pequeña repentina obsesión por como me hacía sentir su gran y cálida lengua.
— Mhm...—cerré los ojos impaciente cuando toda la calidez de su cuerpo me envolvió, gruñí ansioso, cuando sentí que su falo no podía introducirse en mí, era... Era gigantesco.— Espera... De esta forma, tal vez sea más fácil.—dije dejándome caer sobre la cama, pegando mi mejilla y brazos sobre la misma, dejando mi parte trasera hacia arriba e inclinada. Gemí levemente, tomando lo que mi mano pudo rodear de su miembro, tan caliente y goteando entre mis dedos. Lo frote levemente contra mi entrada, moviendo mis caderas anticipadamente mientras soltaba pequeños gemiditos, terminé por introducir la punta, soltando un gemido sordo y apretando entre mis dedos su longitud.— E-Es... Ah...—me empujé a mi mismo con lentitud, era tan caliente, me estaba volviendo loco.— Esto no entrará por completo, amo...—acaricie la parte restante de su erección, sintiendo como un hilo de saliva se escurría por las sábanas, por mi concentración, y por estar tan pegado a las sábanas a causa de esta comprometedora posición.
< Alexander pov >
- Mejor que cualquier mujer... Serás mi perra está noche - Susurré roncamente a su oído sintiéndome encantado por todos sus gemidos y expresiones, me exitaba tanto...Que me hacía perder la cordura por completo.
- " Claro que lo haré" - Murmuré gruñiendo y jadeando levemente, se le veía tan eróticamente complacido que solo quería darle más y más placer. Sentí como intentaba rodear mi cabeza con sus piernas por lo que me dediqué a lamer lenta e insistentemente su miembro, provocando ciertos sonidos vergonzosos, me encantaba tanto su sabor.
- GRRR..- No pude evitar gruñir de satisfacción al ver como mi pequeño y lindo Akiraka intentaba relajarse mientras se acomodaba para dejarme entrar en su interior, lamí su espalda mientras respiraba pesadamente sobre él, apreté los colmillos y desgarré parte de la cama al sentir como mi punta había entrado en su interior, se sentía increíblemente exquisito, cerré los ojos al oír aquella frase, gruñí molesto, sabía perfectamente que tenía razón pero...necesitaba sentirlo por completo.- " H-Hey...Sé que puedes soportarlo " - Murmuré intranquilo a su oído mientras me introducía lo más cuidadosamente posible en él, lamí lentamente su cuello y su mejilla intentando tranquilizarlo hasta que solté un gemido ronco, había entrado por completo en su interior.- "¿ D-Duele... demasiado ?" - Pregunté empezando a dar "leves" embestidas.
< Akiraka pov >
— ¿T-Tu perra? Ah...—gemí removiéndome un poco.— Q-Que pervertido, señor lobo...—bromeé jadeando y apretando las sábanas, probablemente todo estaría destrozado cuando acabemos.
— Aah, Alex, Alex...—gemí inevitablemente su nombre, se sentía demasiado bien, su... Lengua tan cálida rodeando mi longitud, sentía que podía correrme en cualquier momento.— Mhm...—intenté respirar profundamente para no perder la cordura, pero ya era demasiado tarde.
— Ah... Lo intentaré.—dije ante sus gruñidos, estremeciéndome al sentir como lamía mi espalda, y apretando el colchón entre mis dedos cuando escuche como desgarraba parte de la cama, era, literalmente una bestia, una bestia dándome placer.— ¡Ah! Agh, mhm...—todo tipo de sonidos salieron de mi garganta, escondiendo mi cabeza entre mis brazos, desesperadamente queriendo aferrarme a algo, tomé una de las almohadas de la cama y la abracé con fuerza, logrando inclinar aún más mi cuerpo.— No duele... Sólo se siente... Enorme, ah...—jadeé, podía sentir como en cada embestida tocaba mi próstata, estaba seguro de que la destrozaría. Gemí ansioso, moviendo mis caderas lentamente, era tan caliente, grande y... Exquisito. Era un masoquista total.
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Entre la traición y la lujuria.
ParanormalLa brisa resonaba en sus oídos. Tranquilo. Sereno. Muchos sinónimos que parecían encajar de la misma forma en cuanto a la forma en la que podía describir el ambiente. Se sentía bien. Respiró el aire, con esa sensación de paz en su interior, mientr...