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< Alexander pov >

- A-Akiraka...- estaba avergonzado y feliz a la vez, pero más que nada avergonzado. Sentí como escondió su cabeza entre mi hombro y cuello, tocando mis mejillas. Me abracé a él, realmente lo quería.

Besé con cuidado su herida, realmente me sentía mal por lo que le había hecho, pero él me sacó de mis tristes pensamientos con dulces susurros, me había hecho sonreír y relajarme. Dejaría que me mimase todo lo que quisiera aunque...No sabía que pasaría tras mi celo, normalmente cuando se trataba de él...solo aparentaba, mentía y me calmaba de noche pero...¿ Ahora qué ? El hecho de que lo haya marcado no explica nada...- Akiraka...¿ Qué somos... ahora ? - pregunté en un susurro, pero en ese momento sonó levemente mi estómago y él se alejó para recoger un poco de carne y despedazarla para mí, la tomé y comí levemente, con aquella pregunta rondando en mi cabeza, ¿ Qué somos ?

Comí intentando olvidar aquella duda, oí su tono de preocupación y negué con la cabeza, después de haber comido así solo me quedaría espacio para antojos, mantuve la mirada abajo, preocupado.

Entonces lo oí, él había ido a mi habitación. Él...habia traído mi ropa, negué cuándo mencionó el ya no  usar su ropa, no me  gustaba aquella idea, al parecer eso le pareció tierno.

Me sentí tranquilo y...feliz hasta que...- ¿¡ F-F-FUISTE DÓNDE !? - Lo observé sintiendo mi rostro arder, él había ido a mi habitación, Akiraka había ido...Desesperadamente esperaba que no hubiese notado las fotos, pañuelos y ropa sucia en aquel lugar.Seguramente habría sido un desastre el que supiese que él fue la razón de todo.

< Akiraka pov >

Sonreí levemente, mientras él terminaba de comer, luego pareció que mis pensamientos quedaron congelados en un momento, en ese momento en el que él hizo esa pregunta.— Tú eres mío y yo soy tuyo.—dije de forma divertida, pero luego carraspeé, y lo miré atentamente, de forma más firme.— Sé mi pareja.—le dije sin pensar, con mis brazos rodeando su cintura, y acariciando levemente. Supuse que mi forma "tan directa" de proponerlo, le costaría un tiempo de asimilar.— Daniell tendrá que saberlo en algún momento, no me molestará ocultarlo hasta que estés listo.—le dije de forma suave, acariciando su mejilla con el dorso de mi mano. Ciertamente, también pensaba en el hecho de que luego de su periodo de celo, estaría menos receptivo conmigo, pero sólo podía esperar a saber que sucedería realmente.

Salí de mis pensamientos en cuanto sentí un aura de angustia, y vergüenza mezclados, por alguna razón eso hacia que desprendiera un olor más dulce, lo cual me atraía bastante, pero decidí contenerme, simplemente colocando mis manos a cada lado de sus muslos, y acariciando de vez en cuando.— ... A tu habitación.—murmuré perplejo, aunque no se notara en mi expresión habitual, luego miles de incógnitas recorrieron mi mente.— Sólo recogí tu ropa y cosas para el aseo.—recosté mi cabeza sobre la almohada, mirando hacia el techo, luego desviando mi mirada hacia él.— ¿Estuviste haciendo algo pervertido que no querías que lo supiera?—le miré con una sonrisa socarrona, aunque no estaba muy seguro de ello. De igual forma, sólo me hizo pensar en nuestro encuentro en la cafetería de noche, cuando me confesó que, a pesar de yo haberlo visto con mis propios ojos, se había tocado pensando en mí, y su pareja le había descubierto, cosa que también lo había presenciado, y también porque, fue gracias a mí que ella se percató de ese hecho.

< Alexander pov >

- Si...lo sé, por eso las marcas - susurré cohibido, lamiendo mis dedos concentrado, entonces oí aquella  broma por lo que respondí riendo levemente - Claro que si...- sonreí y noté la seriedad en su rostro, sentí mi corazón acelerarse y mi cuerpo temblar al sentir sus manos en mi cintura - ¿ D-De verdad ? ¿ N-No solo durante el celo ? ¿ No solo por... alimentación ? - estaba demasiado sorprendido e hiperventilado, sabía que era directo pero....no creí que tanto. Tragué en seco al oír sus palabras referentes a mi hermano, él iba en serio, no pude evitar observarlo embobado. - Pero...no sé si... tras el celo te guste - murmuré, estaba hecho nervios. Sentí sus dulces caricias, todo era demasiado para mí.

Entre la traición y la lujuria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora