< Akiraka pov >Observé algo preocupado al pelinegro, ante su quejido leve de dolor, lo que me provocó que lo estrechara entre mis brazos con delicadeza.
— ¿Te duele mucho?–le dije de forma suave.— Vamos a vestirnos.–le dije, y le coloqué su camiseta delicadamente, seguido de su ropa interior y sus pantalones, los abroche con suavidad, luego pase mis manos por su cuerpo como si estuviera alisando las prendas.
Acto seguido, me vestí, y al notar la plena madrugada, y el frío que suponía estaría haciendo, levanté mi gabardina y se la coloqué en los hombros, mirándolo atentamente y acariciando su mejilla.
— ¿Quieres irte de aquí? ¿O te parece pasar la noche?–le dije, un poco divertido y en un leve susurro, estrechandolo entre mis brazos, rozando levemente mi nariz contra su cabellera, cerrando los ojos y esbozando una incontenible sonrisa.
< Alexander pov >
Dolió bastante el que saliese de mi interior pero...el hecho de que me abrazace así me reconfortó bastante y que me vistiese de una manera tan preocupada me derritió el corazón en cierto modo.
Observé atentamente mientras se vestía mientras relamía mis labios levemente.
- Hmm...no lo sé , las llaves deberían estar en la cocina pero... para mí volver a casa no es una opción - Murmuré a gusto por sus mimos y dulzura.- Podríamos...ir a tu casa...
< Akiraka pov >
— ¿Mi casa? ¿Eso te gustaría?–lo observe atentamente con una sonrisa brotando de mis labios, mientras seguía contorneando su cálida mejilla con mi mano.
— Muy bien.—dije, y acto seguido lo cargué cuidadosamente entre mis brazos, fui a buscar sus cosas a la parte trasera de la cocina y cerré todo con cerrojo. Acto seguido, me encontré a mi mismo caminando en la penumbra de la madrugada, y el silencio gélido que chocaba con mi rostro.
— Puedes dormir en mi hombro si quieres, tardaremos un poco en llegar.–le dije de forma dulce, estrechándolo contra mi pecho, y quedando algo hipnotizado cuando las luces de la ciudad se reflejaban por su blanquecina piel y sus lindos y particulares ojos impares.
< Alexander pov >
- Si, me gustaría...- respondí medio ahogando un bostezo , estaba muy cansado pero... había valido la pena.
Me relajé cuando me cargó , al menos no tendría que caminar...el solo moverme dolía bastante , tras buscar mis cosas y cerrar me cargó mientras caminaba y yo apenas y aguantaba el sueño...¿ Cuánto tiempo lo hicimos ? No recordaba que tener sexo era tan... agotador.
Al oír sus palabras pude dejar escapar un bostezo , besé sus labios superficialmente para después acomodarme en su hombro y prepararme para dormir , estaba bastante cansado.
< Akiraka pov >
Caminé arrastrando los pies durante todo el camino, el frío subiendo por la punta de mis dedos, recorriendo mis muñecas e instalándose de forma tan imperceptible en mi piel por debajo de la camiseta que era incluso molesto.
Pero nada de eso parecía afectarme demasiado, una pequeña brisa helada, comparada con todos esos filos puntiagudos hincándome, eran casi como una caricia del pétalo de una rosa.
Respiré profundamente, intentando despejar de mi mente cosas que no iban al caso, pero que inevitablemente atacaban mi mente cuando me encontraba en silencio, y tecnicamente sólo.
Pero no me permití pensar eso mucho tiempo, ya que una fuerza me impedía hacerlo, y se trataban de los pensamientos que rondaban por mi cabeza, que únicamente se relacionaban con ese pequeño oelinegro, sumiso, bello y frágil, Alexander.
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Entre la traición y la lujuria.
ParanormalneLa brisa resonaba en sus oídos. Tranquilo. Sereno. Muchos sinónimos que parecían encajar de la misma forma en cuanto a la forma en la que podía describir el ambiente. Se sentía bien. Respiró el aire, con esa sensación de paz en su interior, mientr...