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< Daniell pov >

Abrí mis ojos con lentitud, mi cuerpo desperezándose por si sólo, no sabía exactamente que hora era, pero no me sentía del todo cansado, habré dormido bastante luego de lo que ocurrió. Solté un suspiro, palpando con mis dedos temblorosamente la herida que tenía en el cuello. ¿Tal vez haya sido el karma por lo que le hice a Akiraka? Terminamos de la misma forma, al fin y al cabo.

Me mordí el labio, sintiendo la calidez del cuerpo de Marco conmigo, durmiendo plácidamente entre mis brazos, de veía tan apacible pero... Habían cosas de las que teníamos que hablar cuando despierte.

Intenté no exaltarlo al levantarme, estirando mis brazos, y cuello, sintiendo como tronaban con un leve crujido, sólo pude suspirar antes de encaminarme con pesadez al cuarto de baño, cepillando mis dientes y lavando mi rostro, luego ducharme rápidamente, observando en el espejo esa herida. Era una cortada, como si se hubiese hecho con un objeto filoso pero profunda a la vez, ya sabía que no debía jugar con Marco cuando se enfadaba, ese idiota tenía pulso.

Desvié la mirada, saliendo de la habitación para vestirme, algo cómodo y casual, para luego vendar mi propia herida en el espejo con leves gruñidos de por medio, ya que no tenía experiencia para estas cosas, y desinfectarla ya había sido un fastidio, pero me quedé satisfecho con lo que había logrado.

Luego de eso, bajé para hacer el desayuno, algo para Marco y para mí. Me encontraba hambriento, por lo que hice un poco de tocino con huevos, tostadas y un poco de café, me senté a comer mientras pensaba en todo lo ocurrido, no sabía con certeza como sentirme...

< Marco pov >

Había logrado dormir tranquilamente a pesar de lo que había pasado con Daniell, antes de dormirme a su lado había recordado limpiar el charco de su sangre que había quedado en el baño, por lo que en cierto modo me sentía más tranquilo.

Desperté al no sentir a Daniell a mi lado por lo que me alarmé, me estiré produciendo un crujido de huesos, estaba preocupado. Me levanté y busqué a Daniell con preocupación hasta que sentí un delicioso olor a comida.

Bajé del segundo piso y seguí el olor, lo encontré desayunando, se veía mucho mejor que la noche anterior.

- Buenos... días - susurré acercándome a él con timidez, notando el descuidado vendaje que había hecho sobre su herida.- H-Hey si necesitabas vendarte pudiste haberme dicho - Me acerqué preocupado tocando el vendaje, sintiendo el olor de su sangre...Demonios...- D-Daniell yo...- Lo observé con preocupación.

< Daniell pov >

Percibí la presencia de Marco, por lo que lo observé de reojo mientras masticaba una tostada, sintiendo como se me acercaba, de forma dudosa y algo asustada, sólo pude suspirar levemente ante eso.— Buenos días.—mencioné en un susurro, tomando un sorbo del café.—No quería despertarte.—hice una mueca de molestia cuando sentí como tocaba mi herida sobre el vendaje, simplemente acaricié su espalda para reconfortar sus emociones.— siéntate y desayuna, luego hablaremos de ello.

< Marco pov >

- Hey, era necesario si se trataba de...tu herida - Murmuré cohibido. Me acerqué a él y palpé levemente su herida, mordiendo mis labios, debía concentrarme. Me sentí aún peor al sentir como intentaba calmarme, él no lo entendía. Fruncí en ceño y me senté a su lado.- Daniell. No soy...humano - Murmuré llendo al grano, tenía miedo, demasiado miedo. Quizás él me odiaría y yo no... podría soportar eso.- Y...C-Creo que te amo...- Susurré cerrando los ojos sintiendo mi corazón latir acelerado.

< Daniell pov >

— ... Como sea.—desvié la mirada terminando mi desayuno.

Derrepente me quedé pasmado ante su comentario, observándolo con el ceño fruncido.— ¿Qué?—lo observé atentamente, plenamente confundido y frustrado.

Entre la traición y la lujuria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora