>POCHÉ<
No sabes cuán feliz estoy, Poché.- Blake tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Créeme que tu sonrisa lo dice.- Respondí en forma de broma.
Es más, ¿te molestaría sacarnos una foto?- Cuestionó sacando su móvil y poniéndose de espaldas a mi para acomodarse, a lo cual asentí y rodee su cintura.- Voltea.- Susurró recostando su cabeza en mi hombro y de pronto ya nos estábamos besando.
¿Listo, amor?- Cuestioné separándome un poco de sus labios.
Si, ¿quieres ir a casa ya, preciosa?- Cuestionó y asentí ya que si me sentía agotada, el día de clases ya había terminado y no me había topado con Calle por ninguna parte.
Manejé hasta la casa de Blake y ahí nos despedimos, de camino a casa mi mente no paraba de pensar en el incidente con Daniela, creí que si lo hacía una vez más ella se daría cuenta mágicamente y decidiría estar conmigo. >Bastante estúpido.< Al llegar a mi casa me tumbé en la cama boca abajo y solo cerré los ojos cayendo profundamente dormida.
La mañana siguiente desperté recostada de lado y con un dolor en el cuello terrible debido a lo torcido que estuvo durante la noche anterior, me levanté y me miré en el espejo, mi cabello estaba desalineado, por mis mejillas el labial batido y la ropa arrugada, di un pequeño bostezo debido a la fatiga y me metí a la ducha.
Al salir cepille mi cabello, mis dientes y elegí un jean blanco rasgado de las rodillas, una blusa negra y tenis negros, me dispuse a conducir hasta el instituto y al ingresar mi primera sorpresa fue encontrarme con un montón de alumnos hechos bola como si estuviesen mirando algo.
De inmediato me acerqué y al llegar al centro pude observar a Calle y a Blake discutiendo de forma agresiva.¡Eres una estúpida!, siempre lo has tenido todo, ¿tanto te molesta la primera vez que te niegan algo?- Cuestionó la pelinegra cruzando los brazos.
¿Sabes que es lo peor?- Daniela hizo una pausa y una pequeña sonrisa triunfante se dibujó en sus labios.- Que ella fue quien se lanzó a mi...-
Pude notar la rabia en la mirada de Blake y en un segundo cerró las manos en forma de puño, sabía sus intenciones así que quité al resto de personas enfrente mío pero fue demasiado tarde, para cuando pude interponerme entre las dos la chica de ojos verdes ya había soltado una bofetada en el rostro de Daniela logrando sacar sangre de su labio.
Basta, ¿Que es lo que les sucede?- Cuestioné y ninguna despegó la mirada retadora de la otra.
Pregúntale a la princesa, y esta vez, intenta no abalanzarte a su boca.- Respondió Blake saliendo de ahí.
Era obvio que se había enterado sobre aquellas situaciones con Calle, la duda era ¿quien se lo habría dicho?, en cuanto Blake se alejó de nosotras todos los alumnos comenzaron a dispersarse por el lugar deshaciendo el círculo que se había creado al rededor de estas dos chicas, y así, quedamos solas ella y yo, su labio seguía sangrando así que me acerqué para cerciorarme que estuviera bien.
¿Qué tal está?- Cuestioné mirando la abertura en el labio inferior.
Duele, pero sobreviviré.
Vamos, te curaré eso.- Comenzamos a caminar hacia un aula que estaba vacía y ahí encontré un botiquín pequeño lleno de gasas, alcohol y demás cosas que servirían para curarle.
¿Por qué haces esto?- Cuestionó sentándose sobre uno de los pupitres de las bancas.
¿Por qué hago que?- Sabía a lo que se refería pero no tengo una respuesta así que mi forma lógica de evadir su pregunta era con otra pregunta mientras comenzaba a poner el algodón con alcohol en la herida.
Ser tan linda... después de lo del pas... ¡Auch!- Se quejó con el contacto del alcohol.
Si dejaras de moverte tanto, dolería menos.
Volví a pasar el algodón por la herida y esta vez solo se limitó a apretar los ojos fuertemente y sus manos se posaron en mi cintura apretando con fuerza haciendo que mi cuerpo se acercara a ella, nos quedamos unos instantes así hasta que reaccionó y me soltó de golpe.
Lo siento, fue por el dolor.- Se apresuró a decir mientras se bajaba de aquel pupitre.
Descuida, igual ya terminé.- Tiré los pedazos de algodón en el cesto de basura y guardé el resto en el botiquín.
Poché...- Me llamó a mis espaldas mientras yo revisaba mi celular.
¿Si?
Todo se quedó en silencio y yo bloqueé el aparato para encararla, pero antes de que pudiese darme la vuelta sentí como sus brazos rodearon mi cintura por detrás y su cabeza se apoyó en mi espalda.
Lamento tanto como te traté en el pasillo...- Antes de que pudiese continuar me di la vuelta para soltarme de su agarre y la interrumpí.
Ya no debes preocuparte más por eso, tenías razón, fuiste lo bastante clara y honestamente me encantaría quedar como amigas.- Escupí sin más ni más recordando lo sucedido en el pasillo, su forma de ser tan patán si es que eso era posible, aunque aún la ligera esperanza de tener algo con ella sigue dentro mío.
Poché, es que tu si me gu...- Antes de que pudiera finalizar la oración se escuchó la puerta del aula abrirse y ahí estaba ella, esto no podría ser peor.
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Amores pasajeros
Teen FictionUn amor de adolescentes ¿qué podría salir mal? Un corazón roto jamás dolió tanto como aquella vez para Calle, en realidad jamás había tenido un corazón roto. Es interesante la forma en que ilusiones, sueños, esperanza y palabras bonitas te hacen sen...