Sorpresa.

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>CALLE<

Mis ojos se abrieron pesadamente y extendí los brazos palpando la cama tan solo para percatarme que estaba completamente sola.

Levanté mi torso para quedar sentada sobre la cama y tallé mis ojos con agotamiento, aún estaba desnuda debido al pequeño encuentro con Poché.
Sonreí al recordarlo y de inmediato la puerta del baño se abrió permitiéndome contemplar a una María José recién bañada y con el cabello húmedo.

Despertaste amorcito.- Saludó con voz tierna mientras se acercaba a regalarme un dulce y corto beso sobre los labios.

Me alegra que ya te hayas duchado, ¿Qué hora es?- Cuestioné mientras me sentaba al borde del colchón para colocarme las sandalias.

Las 4:00 pm, ¿Por qué?- Me miró confundida.

Te tengo una sorpresa.- Sonreí.- Así que ponte algo cómodo y llévate un suéter por si acaso.

Antes de que pudiese realizarme más preguntas me encerré en el baño y me metí en la bañera, luego de un relajante y calmado baño salí con una toalla enredada al cuerpo.
Poché no estaba, supuse que estaría en la habitación de Vale o habría ido a comer algo, saqué un short de mezclilla blanca que combinaría con una camiseta amarilla y tenis blancos, cepillé mi cabello y me maquillé sencilla pero detalladamente; una vez que estaba lista Poché aun no aparecía, tomé mi celular y busqué su contacto.

-Gorda, ¿donde están?- Envié el mensaje mientras acomodaba mi cabello.
- Justo estoy en el ascensor.- Respondió y fruncí el ceño hasta que escuché la puerta de la habitación abrirse dejándome ver a la peliazulada.

¿Nos vamos?- Cuestionó mientras me dedicaba una dulce sonrisa.

¿A dónde?- Pregunté confundida.- Se supone que yo debía darte la sorpresa.

Y así será.- Comenzó a reír.- Pero creo que antes de la sorpresa deberíamos comer.

Asentí y tomé su mano para encaminarnos fuera de la habitación. Planeamos comer en el restaurante del hotel ya que después debíamos tomar un bus para llegar a la sorpresa que yo tenía preparada.
Al llegar al restaurante Vale y otra niña ya se encontraban comiendo en una mesa con otros dos lugares vacíos.

¿Quién es ella?- Cuestioné mirando a las dos chicas mientras caminábamos hacia ellas.

Es una amiga que acaba de conocer Vale.- Respondió Poché encogiéndose de hombros.- Se llama Karla.

Al llegar a la mesa mi pollo azul y yo tomamos asiento en los lugares vacíos y las chicas reían, el mesero llegó y tomó mi orden y la de Poché.

Oh, por poco lo olvido.- Habló Vale golpeando su frente con la palma de la mano.- Calle, ella es Karla.

Mucho gusto.- Me dedicó una sonrisa amplia y amable acompañada de una mirada tierna.

Es un placer.- Le guiñé un ojo en signo de saludo.- ¿Igual te estás quedando en este hotel?

Si, vine de vacaciones con mi familia.- Introdujo una cucharada de arroz en su boca y luego de haber pasado el bocado continuó.- Soy de aquí, solo que de la ciudad, vinimos a Veracruz por vacaciones.

Oh. Comprendo.- Le sonreí y posteriormente llegaron mi orden y la de Poché.

Comenzamos a comer, la comida era verdaderamente deliciosa, mi platillo tenía una pizca de picante y una chispa dulce que deslizaba por la punta de mi lengua dejándome deseosa de otra cucharada; en el menú venía escrito como "Mole rojo", Poché por su parte había pedido un plato del famoso "Pozole".
Luego de haber devorado cada una la comida, todas quedamos completamente idiotizadas debido a tanto alimento, por un segundo me detuve a admirar a Karla por unos segundos, su cabello entre rubio claro y tonalidades castañas era llamativo, acompañado de sus ojos verdes claro y largas pestañas.

Amores pasajeros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora