Texto.

681 33 72
                                    

>POCHÉ<

El frío amenazaba con poseer mi cuerpo así que tomé una manta llena de estampados de changos que utilizaba cuando era pequeña, sujeté mi taza de té y me senté en la entrada de la casa solo contemplando los copos de nieve caer, uno por uno hasta impactarse contra el suelo y destruirse.
Solté aire y el vapor se hizo presente en el viento hasta desvanecerse, era una fría mañana de diciembre, Vale y Calle seguían dormidas, ¿y yo? Bueno, yo tenía insomnio.

Desbloquee mi celular para revisar las notificaciones, al abrir mis redes la imagen de Daniela besándome en el auto estaba dispersa por todas partes, las personas hablaban sobre eso, respiraban esa foto y vivían de ella, era la noticia más gigantesca que amenazaba contra la imagen de Germán Calle.
Dejé el celular a un lado y llevé las manos hasta mis sienes para frotarlas y hacer que el dolor de cabeza que comenzaba a crecer se detuviera.

¿Aun no puedes dormir?- Calle tomó asiento junto a mi y descansó su cabeza en mi hombro derecho.

Lo intento, mi amor.- La cubrí con la manta ya que el frío era poderoso.

¿En que piensas, pollo?- En sus labios se formó un puchero que hizo a mi corazón saltar dentro del pecho.

¿Has visto la fotografía nuestra en internet?- Cuestioné mirándola, esperando a ver su reacción y así deducir lo que diría.

Sonrió y bajó la mirada, pareció ruborizarse.

¿Acaso es algo que te preocupa, gorda?- Respondió alzando la mirada.

Creí que era algo importante para tu padre.- Mi vista se quedó fija en la nada, los pensamientos estaban libres en mi mente.

El ya charló contigo, significa que está de acuerdo y no hay nada de que preocuparse.- Entrelazó nuestros dedos y me regaló un dulce beso en la mejilla.- Ahora debes regresar a la cama.

Te alcanzo en un segundo.- Calle asintió y comenzó a caminar hacia la habitación.

Di un sorbo más al té y me levanté de aquel lugar, cerré la puerta, coloqué la taza sobre la barra de la cocina y me dispuse a ir a dormir.
Sentir las cobijas calientes sobre mi cuerpo ligeramente congelado hacía qué me estremeciera, pronto el sueño obligó a mis párpados a cerrarse.

Una vibración persistente acompañada de un sonido exasperante me obligó a abrir los ojos, la luz del sol que se escabullía por la ventana y entre las cortinas golpeó directamente en mi rostro haciéndome gruñir.
Tomé mi celular que permanecía vibrando y sonando bajo la almohada y respondí.

-¿Si?- Atendí mientras con la otra mano frotaba mis ojos.
-¡Buenos días pequeño minion!- Saludó Adam desde la otra línea irradiando felicidad y buen humor.
- Si llamaste solo para hacer burla sobre mi estatura me hubieras dejado dormir.- Rodé los ojos y me sentí estúpida ya que el no podía verme.
-Vaya... alguien si que durmió mal.- Su voz sonaba agitada, como si hubiese corrido y ahora estuviera intentando recobrar el aire.- Pero iré al grano. Te tengo una propuesta, Garzón.
Un bostezo surgió desde lo más profundo de mi sistema antes de que pudiese responder.- Estaba pensando en organizar un intercambio de obsequios por navidad en mi casa y pensé en ustedes ¿Qué dices?- Continuó y casi podía asegurar que una sonrisa estaba colgando de la comisura de sus labios.
-No hay nada que pueda asegurarte, pero déjame planteárselo a Calle.- Honestamente no sabía si mi novia tenía planeado ir con sus papás mañana en navidad.
- De acuerdo, inviten personas en caso de que vengan y si puedes a alguna chica linda que sea de mi tipo.- Y ahí fue donde su voz de conquistador se hizo presente causándome gracia.- Basta de reírte Poché, soy increíblemente atractivo cuando me lo propongo.- Incluyó un falso tono molesto en esa oración y yo seguía riendo.
-Bien, se lo informaré a Daniela y te aviso más tarde, Murphy.-
-Por supuesto, gobernada.- Fue lo último que escuché antes de que el sonido de llamada finalizada se hiciera presente en mi tímpano obligándome a dejar el celular a un lado.

Amores pasajeros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora