Adicción.

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>POCHÉ<

El día comenzó con múltiples cantos de aves retumbando en cada rincón del extenso bosque, la noche anterior fue la ocasión perfecta para vengarme de Connor y el resultado fue más gracioso de lo que tenía planeado, sin mencionar los increíbles momentos que pasé a lado de Daniela... hablando de Daniela...

¿Dónde está?

Estiré mi brazo aun con los ojos cerrados para lograr percibir si aun seguía a mi lado, y como era de esperarse, ya se había levantado, Calle tenía esa hermosa y a la vez desesperante costumbre de despertar antes que yo, odiaba el hecho de abrir los ojos y no encontrarla a mi lado.
Me puse de pie dispuesta a salir y averiguar donde estaba aquella chica hermosa, al estar descubierta de aquellas mantas calientes que me habían cobijado toda la noche el intenso frío se hizo presente así que tomé una sudadera de la valija, intenté salir muy cautelosa debido a que otras chicas aún dormían.

Poché...- Alguien me llamó fuera de la casa de campaña y al bajar el cierre me encontré con un par de ojos verdes intensos.

¿Si?- Cuestioné saliendo de aquel pequeño sitio.

¿Podemos charlar?- Asentí de inmediato ante la petición de Blake y comenzamos a caminar a los adentros del bosque.

Podía sentir la tristeza que expresaba su rostro, sabía que la ruptura la había afectado sin embargo esa jamás fue mi intención; el inicio de un noviazgo con ella fue por los motivos equivocados y debía ponerle fin a eso lo antes posible.
Cuando por fin llegamos a una zona apartada y lo suficiente silenciosa se dispuso a hablar.

Las cosas entre tú y yo no terminaron de la mejor manera.- Se recargó en un árbol con la mirada baja.

Mi intención no fue herirte.- Metí las manos en las bolsas de la sudadera y mantuve la mirada fija en ella.

Era imposible que no pasara.- Miró el cielo como si quisiera contener las lágrimas y respiró profundo.- Eres una chica increíble.

Sentí como mi estomago se revolvió al escucharla decir esas palabras, mirar sus ojos llorosos hacían que algo dentro mío crujiera, jamás había sido de las personas que disfrutaran de herir a los demás, al contrario, me agradaba poder pasar buenos ratos con sujetos agradables o incluso ayudar a mis amigos cuando lo requerían.

Tal vez si te hubiera dedicado un poco más de tiempo...

No fuiste tú, los sentimientos son incapaces de forzarse.- La interrumpí, no quería que se quedara con una idea errónea de lo que pudo haber sido.

¿Entonces nunca te gusté?- Cuestionó con la voz entrecortada y al fin me miró a los ojos, sentía aquella mirada devorarme por dentro.

Sin duda alguna, pero no era amor, Blake.

Sentí algo vibrar dentro del bolsillo de la sudadera indicando que un nuevo mensaje había llegado a mi celular, le di la espalda un segundo a la chica afligida que se encontraba recargada en el árbol y le di una vista rápida a las notificaciones del móvil, se trataba de Calle.

- Amor, ¿te encuentras bien? Vine a buscarte hace un segundo y ya no estabas.-

- Estoy bien gorda, voy en un segundo, piensa en que quieres hacer hoy en lo que llego.-

Luego de teclear y enviar el mensaje nuevamente encaré a la chica Cooper que se encontraba sollozando, me acerqué a ella y levanté su rostro para que me mirara a los ojos, lucían más grandes que nunca, con un verde intenso y muy cristalizados, como si estuvieran a punto de quebrarse en millones de pedazos.

Amores pasajeros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora