Bienvenida.

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>POCHÉ<

Al cabo de unos minutos llegué a la clase del profesor Stewart, el cual nos mostraría los distintos ángulos en los que se puede tomar una foto, ademas la importancia que tenía la iluminación en la captura de un retrato.
Saqué mis libretas y una pluma de tinta verde que tenía en mi bolso cuando de pronto siento a un chico sentarse en la butaca a lado mío.

Hola bonita... ¿Eres nueva?— Cuestionó de forma seductora.

Am si.— Me limité a decir de una forma seca.

Ush, por lo visto eres un tanto difícil pero...

No estoy interesada, gracias.— Lo interrumpí con una sonrisa en el rostro.

De acuerdo... aún así no perderé la esperanza, podría seguir intentando.— Respondió en chiste.

Tan bobo.— Le respondí soltando una pequeña risa.

Mi nombre es Adam Murphy, ¿Y el tuyo?

Yo me llamo María José Garzón, aunque todos me llaman Poché.— Respondí dedicándole una sonrisa.

De pronto por el micrófono del instituto se escuchó la voz de un hombre (me supongo el director).

"Señorita Garzón, favor de presentarse en la oficina del director ya mismo, se le solicita en la dirección de la escuela de inmediato"

Me levanté de mi butaca y el profesor solo asintió dándome a entender que mi permiso para salir estaba concedido, recorrí los pasillos del colegio hasta encontrarme por segunda vez en el día con la dirección, casi inmediatamente que iba ingresando la secretaria me pidió que la acompañara para así llegar a la oficina del director.
Al estar en aquella habitación noté que estaba Daniela sentada en una de las sillas frente al escritorio.

Tome asiento, por favor.— Me indicó el hombre sentado del otro lado del escritorio.

Señorita Garzón, ella es la señorita Calle, ha sido asignada para darle un recorrido a lo largo de las instalaciones de nuestro instituto, para nosotros, y para el dueño del lugar es de suma importancia que todos los alumnos estén informados sobre dónde se deben realizar ciertas actividades.

Daniela y yo nos miramos, ambas sonreímos puesto que ya nos conocíamos. Cuando el director finalmente nos dio permiso de retirarnos comenzamos de inmediato con el recorrido, primero me llevó por el gimnasio. Cuando entramos, se encontraban unos chicos jugando voleibol.

Bien pues... aquí es el gimnasio, lo utilizan para bailes escolares, torneos de basquetbol, actividades extra curriculares y demás cosas.— Me explicó sonriendo.

Ya veo... hacen eventos bastante seguido aquí por lo que pude apreciar en la hoja que me dieron.

Honestamente si, tenemos eventos de todo tipo.— Me explicó amablemente.

Bastante impresionante.— respondí con una sonrisa.

Puedo notar por tu acento que no eres de este país, ¿Me equivoco?

De hecho no, soy de Bogotá, Colombia.— Salió una pequeña risa de mí mientras la miraba a los ojos.
Cuando creí que me preguntaría algo más, de pronto pude divisar como venia hacia nosotras directamente un balón y creí que me pegaría
pero resultó que terminó dándole a Daniela, de inmediato comencé a reventar en risas.

Sabes, no es gracioso. !Auch!— expresó mientras se sobaba la cabeza.

Lo siento, em yo... no quise que te ofendieras pero en realidad fue gracioso.

Claro, intentaré creerte. Bueno entonces, qué te decía? Ah, si, entonces eres de Colombia. Tengo que admitir que es un país que me gustaría visitar porque me gustan sus paisajes y su gente , como tú solo que ahora que lo pienso ustedes son muy burlones...

<¿Como yo?> Pensé mientras comenzaba a cuestionarme si yo podría gustarle.

Yo no pretendía ofenderte- de inmediato la interrumpí.— es solo que es inevitable, lo siento.

Mientras decía esto dentro de mi estaba repitiendo una y otra vez la imagen del balón golpeando su cara, intentaba no reírme enfrente de ella para no darle una mala imagen de mi.

Es un chiste, relájate, supongo que debió ser gracioso.— Soltó Daniela en medio de risas.

Sentí un gran alivio de que hubiera estado bromeando ya que de lo contrario lo que restaba del recorrido sería bastante incómodo.

Amores pasajeros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora