México.

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>POCHÉ< (+18)

Al llegar al hotel e ingresar a nuestra habitación mi primer instinto fue tumbarme en la cama, me dolía la espalda, comenzaba a tener un ligero dolor de cabeza y los gruñidos de mi estómago debido al hambre no estaban ayudando en absoluto.
Calle se tumbó a un lado mío y las dos nos mantuvimos mirando el techo, el viaje realmente había sido agotador.

La temperatura aquí es parecida a la de un horno.- Se quejó la castaña mientras se ponía de pie y recogía su cabello en una coleta.

Antes de que pudiese responder el sonido de unos nudillos golpeando la puerta de la habitación interrumpieron.

¿¡Quién?!- Grité mientras me encaminaba a la entrada.

La niña más hermosa del planeta.- Respondió Valentina del otro lado de la puerta, rodé los ojos y abrí para encontrarla con una sonrisa de oreja a oreja.

¿Si?- Cuestioné y ella me entrecerró los ojos.

Permiso pulga.- La pequeña enana me empujó y tomó paso dentro de la habitación, cerré la puerta para luego presenciar como se había tirado en nuestra cama.

Ey no.- Negué con la cabeza para ir hasta ella y tiré de su brazo para obligarla a levantarse.- Estoy agotada y tú tienes tu propia habitación.

La llevé a rastras hacia la puerta mientras escuchaba sus gruñidos, cerré la puerta una vez que ella estaba fuera y percibí una maldición de su parte hacia mi causándome gracia.

Gorda eso fue grosero.- Me reprendió Calle.

Formé un puchero para luego ir hasta ella y plantarle un tierno beso en los labios.- ¡Hace demasiado calor!- Grité mientras miraba a través de la ventana existente en nuestra habitación. 

Yo ya no tengo calor.- Habló Daniela a espaldas mías y en cuanto me giré pude percatarme que se había quitado la camiseta y los pantalones dejando ver su ropa interior negra de encaje.

Creo que a mi me acaba de dar más.- La miré de pies a cabeza contemplando su cuerpo.

Ella mordió su labio inferior y yo me aproximé para tomarla de su cintura, uní nuestros labios en un beso lleno de deseo mientras mordía y chupaba su labio inferior, Calle sonrió a mitad del beso con malicia, tomó mis manos y las quitó de su cintura tan solo para colocarlas más abajo, en su trasero exactamente.

Ahí están mejor.- Susurró y yo apreté el agarré, esta mujer estaba volviéndome loca.

Sin despegar nuestros labios comenzamos a caminar hasta que la espalda de Calle quedó contra la pared, apreté su trasero con fuerza para sentir un pequeño jadeo escapando de sus labios, logré levantarla un poco del suelo y ella por impulso separó sus piernas permitiendo colocarme entre ellas, mi cadera se movió con un ritmo lento causando que mi pelvis chocara con la suya y una corriente eléctrica sacudiera mi cuerpo.
Conseguí llevarla hasta la cama y coloqué mi cuerpo sobre el suyo, besé delicadamente su cuello mientras su respiración tomaba ritmos incontrolables, mi mano comenzó a descender desde su cuello hasta debajo del ombligo, con la punta de mis dedos rocé el borde de aquella braga negra que tanto comenzaba a estorbar en estos momentos, mis besos bajaron tomando camino hacia uno de sus pechos, Calle se despojó del sujetador dejándome a la vista aquellos senos redondos que ahora mismo estaba anhelando besar.

Rápidamente me quité toda la ropa y volví a colocar mi mano donde anteriormente estaba, poco a poco bajé sus bragas mientras mi lengua danzaba sobre su pezón comenzando a succionar, Daniela instintivamente abrió las piernas al sentir su piel desnuda ante la falta de la ropa interior, mi mano se posicionó sobre su feminidad y con dos dedos inicié un movimiento prolongado sobre su clitoris logrando tensarla.

Mierda...- Jadeó ante la sensación.

Llevé mi boca hasta su oído para morder y jalar su lóbulo, de mi boca salían pequeños gemidos mientras mis dedos se aproximaban más hacia su entrada, por un segundo nuestras miradas se conectaron y vi que desbordaba lujuria, su zona estaba inundada de placer, un brillo de pasión recorrió su mirada dibujando una sonrisa en mis labios.
Y supe que era el momento indicado, ella era la persona indicada, la única que en mi vida lograría robarme el corazón.
Introduje mis dedos lentamente en ella mientras miraba su expresión, los ojos se le cerraron en automático y echó la cabeza hacia atrás, comencé a meterlos y sacarlos lentamente mientras mis oídos gozaban al escucharla gemir.

Oh.- Gimió cuando mis movimientos se aceleraron.- No te detengas.

Su pecho bajaba y subía con irregularidad, sus manos temblaban y los ojos no se le habían abierto ni una sola vez desde que comencé a hacer esto, mi mano empezó a moverse más rápido y Calle mordía su labio para reprimir los gemidos, mi boca se posicionó en su cuello para succionar y dejar un pequeño chupete, besé y lamí ya que sabía que estaba a punto de terminar.

Mierda Poché.- Gimió con fuerza mientras arañaba mi espalda, lejos de sentir dolor aquello logró desatar un gemido en mi interior.- Ya no puedo más.

Su respiración era entrecortada y sus piernas flaquearon, echó la cabeza nuevamente hacia atrás y su espalda se arqueó sobre la cama, todo su cuerpo tembló dejándola liberarse al fin, cayó rendida luego de aquel orgasmo que le había producido tanto placer, se había corrido.

¿Cómo haces eso?- Cuestionó abriendo los ojos y su respiración seguía incontrolada.

Ambas reímos y me tiré a un lado suyo en la cama, la abracé por la cintura y sentí su cuerpo mojado en sudor, necesitábamos un baño.

Que buena forma de darle la bienvenida a México.- Hablé causando que Calle riera.

Coloqué un tierno beso en sus labios, amaba tenerla así, tan dócil y frágil, tan solo permitiéndome amarla y cuidar de ella, quería tenerla así el resto de mi vida, ya que ella me tenía a mi de la misma forma, poco a poco nuestras respiración recobraron su ritmo cotidiano y caímos en un profundo sueño.

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¡Chicos!

Bien, pues aquí un capítulo nuevo.

Lamento si estuve algo ausente, pero en recompensa les actualizaré ahora y en un rato más. 💕

Quería decirles...

¡Gracias por las 3k leídas!

No saben lo feliz que me hacen.

Endless love:

Claus.

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