>POCHÉ<
Eran cerca de las 7:00 pm, había terminado todos mis pendientes y me sentía aliviada, podría irme al viaje con mi novia, mi hermana y cero preocupaciones.
Desde que tomé camino a la casa estuve enviándole mensajes a Calle pero ni siquiera le entraban, seguramente estuvo ocupada y su celular se quedó sin cobertura.¡Vale, ya llegué!- Grité mientras cerraba la puerta principal y caminaba hacia su habitación.
Hola piojo.- Me saludó la pequeña mientras acomodaba su ropa en una maleta.
¿Qué tal tu cita con Dustin?- Me mantuve de pie en el marco de la puerta.
Estuvo increíble.- Su voz me permitía saber que estaba emocionada, llevó las manos a su rostro y lo tapó con ellas.- En verdad es muy lindo.
Creo que el si me gusta para ti.- Dije en un tono pensativo.
¡Ya Poché!- Gritó y para cuando pude voltear una almohada venia en mi dirección, por suerte logré esquivarla.
¡Oye casi me matas, idiota!
Vale comenzó a reír y yo tuve que recoger la almohada, le dije que estaría en la habitación ordenando mi equipaje, saqué una maleta del ropero y comencé a colocar algunas camisas básicas dentro.
Se me hacía extraño que Calle aun no llegara, acordamos estar aquí en la noche para organizar nuestras maletas y ella seguía sin aparecer, chequé nuevamente mi celular y esta vez había un mensaje de su parte.- Gorda ya voy para la casa, lamento la demora, tengo algo que mostrarte.-
Sonreí toda embobada y antes de que pudiese teclear una respuesta de escuchó la puerta principal abrirse así que corrí deprisa para ver a Calle y lanzarme a sus brazos.
Ush, amor.- Dijo mientras rodeaba mi cintura con sus brazos.- Me extrañaste bastante.
Se siente extraño no estar contigo todo el día.- Me separé un poco de ella y coloqué un beso corto en sus labios.
Lo sé mi amor, pero tenías cosas que hacer.- Calle formó un puchero sin quitar las manos de mi cintura, amaba sentir que me tomaba de ahí.
Por cierto gorda, ¿fuiste a correr?- Fruncí el ceño, Daniela odiaba correr, prefería hacer danza o algún otro ejercicio.
Mmm...- Hizo una mueca para pensar mientras dirigía su mirada al suelo.- Algo así, tengo algo que mostrarte, ven acá.
Antes de que pudiese objetar ella tomó mi mano y me condujo hasta el exterior de la casa, en cuanto salimos la silueta de un Maserati negro que a la luz de la luna reflejaba destellos hermosos fue lo primero que vi, me detuve un poco a contemplarlo, en verdad era bello.
Me encontré con mamá, fuimos a comer y me entregó esto, dijo que sabía cuanto necesitaba un auto para trasladarme.- Comentó Calle mientras abordaba el auto.- ¿Subes?
Amor pero, está Vale dentro.- Señalé la casa mientras aguardaba que me diera una solución.
Solo iremos rápido, prometo no tardar.- Guiñó un ojo y no resistí más, subí del lado del copiloto y abroché mi cinturón.
Calle comenzó a conducir, realmente era espectacular, corría increíble y el sonido del motor era una melodía cautivante, cuando nos detuvimos en un semáforo mi frutita cuestionó que me parecía.
Es asombroso.- Respondí sonriendo mientras miraba el interior.
¿Ya te había dicho que me fascina cuando sonríes?- Sus ojos estaban clavados en mi y eso hizo que mis mejillas se enrojecieran.
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Amores pasajeros
Teen FictionUn amor de adolescentes ¿qué podría salir mal? Un corazón roto jamás dolió tanto como aquella vez para Calle, en realidad jamás había tenido un corazón roto. Es interesante la forma en que ilusiones, sueños, esperanza y palabras bonitas te hacen sen...