~EL AS DE BASTOS~ (#Ragoney)

~HERMANOS~

*Narra Raoul*

(AL DÍA SIGUIENTE)

Por fin un día que me despierto por mi cuenta, sin nadie pegandome voces, ni mensajes del canario, y ni mucho menos gente llamando a la puerta temprano, no, esta vez no.

La verdad es que he descansado bastante, cosa que no puedo decir lo mismo de dormir. Porque "dormir" y "descansar" no es lo mismo. Yo he descansado, es decir, he recargado las pilas después de haber estado toda la noche tumbado en la cama mirando al techo como suelo hacer siempre que algo me preocupa.

Y es que hoy tengo que hablar con Mireya, o mejor dicho, decirle que eso es lo que hay y que si no lo quiere pues puerta.

Bajo las escaleras despues de haberme adecentado un poco, porque madre mia, tenía unos pelos, también me he vestido con un chándal cómodo, pero sigo con las pantuflas.

Hugo: ¡¡buenos días!! *me saluda el pequeño desde la cocina a la cual me aproximo, tambien está Álvaro*.

Raoul: buenos días a tí también, bicho; Álvaro, ¿sabes dónde está Mireya?

Álvaro: no te molestes en ir a hablar con ella, ya lo hice yo por tí.

Raoul: ¿ah sí? *pregunto confundido por su pasividad ante este asunto* ¿y qué tal fue?

Álvaro: Hugo, son las 12 vete al salón que están echando Mickey Mouse *dice sin quitarle el ojo a su zumo, de espaldas a mí, cosa que lleva haciendo desde que he entrado a la estancia*.

El niño sale corriendo en busca del mando para encender la tele y poner sus dibujos favoritos a todo volumen. Cosa que Álvaro y yo agradecemos, pero mis tímpanos no.

Álvaro: Raoul, Mireya y yo nos vamos a divorciar.

Raoul: ¿¡qué!? ¿cómo? ¿¡POR QUÉ!?

Álvaro: tú mejor que nadie sabes que nuestra relación se hunde cada vez  más y porque yo no puedo estar con una persona que odia a otras o que no se preocupe en absoluto de su propio hijo, pero es que lo de anoche ya me dio el empujoncito para mandarla a la mierda *se gira para mirarme y resopla* yo sabia que ella era homófoba, pero el amor me cegó y pensé que cambiaría, pero ya veo que no,  *comienza a llorar* y créeme las personas como ella no se merecen nada, pero NADA, es que no comprendo como alguien que parecía tan pura pueda llevar tanto odio dentro, es que....

Raoul: *comiezo a llorar* todo esto es culpa mia, yo no quería... yo... lo siento *susurro mientras mis mejillas se llenan de lágrimas corriendo por ellas*.

Álvaro: *ya ha dejado de llorar, y ahora me seca a mi las lágrimas* escuchame, con las orejas *sonrie levemente lo que me hace sonreir a mi tambien* que nadie te diga como tienes que ser o como tienes que actuar, y que sepas que estoy muy orgulloso de que le echaras huevos  y te enfrentaras a ella sabiendo lo que pensaba, es que eres lo mejor que tengo, imbécil *dicho esto me abraza muy muy fuerte*.

Raoul: *rio* ya sabia yo que estaba siendo muy bonito todo, yo tambien te quiero tete.

Despues de este momento tan especial y a la vez sentimental, comenzamos a desayunar lo dos juntos, hasta que en mi cabeza surge una duda.

Raoul: ¿y Mireya dónde está ahora?

Álvaro: en la que era nuestra casa, ahora me mudo definitivamente aqui contigo y con Hugo.

Raoul: ¿y papá y mamá también? ¿Aquí todos?

Álvaro: ah se me olvidó decirte que los papas se mudan a Galicia con la familia después de que lleguen del crucero, pero solo durante el proceso de divorcio para que estemos mas comodos aquí.

Raoul: ¿y la custodia de Hugo?

Esa era sin duda mi mayor inquietud, ¿qué pasaría conbel renacuajo? Es que no me lo imagino en otro lugar que no sea aqui, junto a nosotros, corriendo por los pasillos y viendo Mickey Mouse a todas horas. No sé que haríamos sin él.

Álvaro: no te preocupes tete, seguro que la gano yo porque ella siempre está viajando y aunque yo tambien, yo paso mas tiempo en casa y al fin y al cabo el niño me tiene más cariño, mañana lunes iré a hablar con un amigo abogado a ver que me dice de todas maneras.

Raoul: eso espero.

Álvaro: bueno vamos a dejarnos de tristezas y vamos a hablar de que te traes con mi mejor amigo.

Raoul: *sonrio instantáneamente al pensar en el nombrado* pues somos amigos *no puedo evitar reir al acordarme de esa conversación con el canario*.

Álvaro: ya... y por eso lo besaste, ¿no?

Raoul: claro *digo antes de atragantarme con la tostada al escuchar bien lo que ha dicho* ¡¿qué?! ¿tú como sabes eso?

Álvaro: ¿por qué crees que Mireya me despertó gritando?

Raoul: verdad.

Álvaro: ¿y bien? ¿algo que contar?

Raoul: pues no sé, ayer pasaron muchas cosas *me muerdo el labio inferior al pensarlo*.

Álvaro: *mira el reloj; que no tiene* pues tengo... toda la vida libre asi que cuenta.

Empiezo a contarle todo con pelos y señales, desde cuando me tiró el cubata encima hasta cuando vino dejandolo todo y me animó con el tema de Mireya, pasando por el momento de los limones, por el cual se descojona de lo tonto que soy.

Álvaro: Raoul, ¿te estás enamorando o lo estás ya? *me mira serio asi que supongo que va enserio y no le puedo mentir*.

Raoul: ya lo estoy, Álvaro.

Álvaro: ¿y él lo está de tí?

No sé que responderle, porque de verdad que no sé una respuesta. Ago me trata como nadie, y se preocupa por mi como el que más, pero ¿soy un simple juego para él o algo más que un dichoso "amigo"? Porque si somos sinceros, tanto él como yo sabemos que podemos ser de todo menos amigos.