~EL AS DE BASTOS~ (#Ragoney)

~LAS LLAVES~

*Narra Raoul*

Después del beso comenzamos a andar hacia el coche que estaba a más de dos kilometros de aquella plaza en el parking del McDonald's. Y ahora mismo estamos llegando a mi casa, ¡qué nervios!

Aparco el coche y busco las llaves en mi bolsillo derecho donde siempre las guardo. No están, que raro. Busco en el otro, tampoco. Busco en los bolsillos traseros del pantalón y no están. Oh, oh.

Raoul: Ago...

No puedo seguir porque mi móvil vibra indicandome que alguien me está llamando.

Es Sam.

(CONVERSACIÓN TELEFÓNICA)📲

Sam: joder Raoul, me parece deprimente que no te acuerdes de que tenías que recoger a gu sobrino.

Raoul: mierda.

Sam: tranquilo ya está conmigo, pero tío, podrías haberme avisado antes porque el crío ha estado media hora con una profesora esperando a que llegara alguien a recogerle, menos mal que tu hermano me ha llamado porque sino no lo recoge nadie; pero bueno yo no te doy más la vara que ya te la dará Álvaro.

Raoul: joder Sam, gracias mil, soy un puto desastre.

Sam: eso y que el canario tiene toda tu mente ocupada *rie*.

Aprovecho que Agoney no puede escuchar nuestra conversación y no sabe de lo que estamos hablando para confirmarle a Sam que eso tambien es cierto.

Sam: ¡ah! Casi se me olvida, me ha dicho tu hermano que si me podía quedar con Hugo esta noche porque según él el canario y tú necesitabais intimidad, así que sin problema, yo me quedo con él, pero eso sí,  está enfadado contigo porque dice que le prometiste ver con Agoney Mickey Mouse así que otra cosa más que le debes, lo primero una disculpa.

Raoul: joder, gracias Sam te quiero.

Sam: eso a mi no me lo digas, díselo a tu querido Agoney.

Raoul: ¡vete a la mierda! 

Sam: *rie* bueno te dejo con tu amor que te estará esperando.

Raoul: ¡espera! Dile a Hugo que lo siento mucho mucho y que mañana sin falta vemos los dibujitos esos los tres juntos, y gracias otra vez.

Sam: vale, yo se lo digo, ¡pasarlo bien parejita! ¡ah no! ¡que sois amigos! *estalla en carcajadas*.

Raoul: mira... no te pego una hostia porque no te tengo delante, pero te la mereces, ¡adiós! 

(FIN DE LA LLAMADA)📲

Y con esta despedida tan de los Vázquez le cuelgo bajo la mirada de Agoney que espera que abra la puerta. Lo que no sabe es que no tengo llaves, me las dejé dentro porque siempre que llego de trabajar está Álvaro o el pequeñajo para abrirme. Pero ésta vez no hay nadie esperandome.

Ago: ¿y bien?

Raoul: tengo una noticia mala y otra buena.

Ago: suéltalo,  primero la  mala.

Raoul: no tengo llaves de casa, me las he dejado dentro *parece que se le van a salir los ojos de lo atónito que está* pero... no tenemos que estar aguantando a Hugo, ¡bien! *muevo las manos en señal de alegría aunque su cara me muestra todo lo contrario*.

Ago: ¿¡CÓMO!?

Raoul: no te pongas así tampoco es para tanto.

Ago: ¿ah no? ¿Y tú dónde duermes?

Raoul: pues contigo, ¿no?

Al momento le cambia la cara de pánico (o no sé que expresaba antes) a sonrisa.

Ago: ah, pensaba que habíamos quedado para tocar el piano *se acerca a mí y se muerde la sonrisa*.

Raoul: *nervioso* s-si, pero también podíamos hacer otras cosas, ¿no?

Ago: ¿cómo qué? *me besa*.

Raoul: *me separo* si quieres averiguarlo llévame a tu casa y alli te lo explico *le vuelvo a besar.

Ago: ¿y el piano? *me dice entre beso y beso*.

Raoul: y dale con el piano *sonrio y nuestros dientes chocan* venga va, vamos al coche que sino te lo tengo que explicar antes de tiempo.

Ago: y luego el agonías soy yo *dice juntando otra vez nuestros labios*.

Raoul: Ago...

Ago: ...

Raoul: Agonías...

Ago: ¿qué coño quieres? *separa nuestros labios pero seguimos igual de juntos*.

Raoul: estamos en la calle, espérate a que lleguemos a tu casa, por favor.

Ago: tú y tu puto miedo *sonríe nostalgico*.

Raoul: ¿qué miedo, Ago? Si llevo cinco minutos comiendote la boca, ¿qué miedo? Yo lo digo porque no quiero que me denuncien por tirarme a alguien en medio de la calle, venga vamos al coche.

Ago: vale... pero solo por no pagar la multa.

Nos separamos y nos metemos en el coche que seguidamente arranco. Todavía estamos un tanto agitados y es que para no estarlo.

Le odio.