~IMPREVISTOS~

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*Narra Raoul*

Ya hemos comprado lo que le(s) vamos a llevar. Lo he pensado mejor y he comprado algo que puedan disfrutar los dos porque el chaval tampoco me ha hecho nada, bueno sí, pero si he perdonado al canario que menos que "perdonar" a su maridito. Vale no. Nunca lo voy a perdonar porque me ha quitado lo más importante que tenía en ese momento.

Os miento si os digo que quiero que se casen y formen una familia feliz, quiero mucho a Agoney, pero me jode mucho que siga prefiriendo al imbécil de Aarón.

Merce les ha comprado una smartbox de esas que te traen un viaje al hotel que  quieras o a un balneario por un fin de semana. Yo les llevo una cosa más simple, pero bonita. Le llevo a cada uno su regalo, les va a encantar, sobretodo a Aarón.

No os lo voy a decir aún, luego lo veréis.

Ya estamos en el coche de Álvaro yendo a toda leche hacia la cermonia. Son las 11.58, no llegamos ni pa' tras. Mi hermano no para de pegar voces riñendonos a Merce y a mí, más  a mí que a ella. Nosotros en cambio nos estamos meando de la risa porque él es el padrino y va a llegar el último a la boda.

Vale, acaba de empezar la boda y nosotros estamos en un control de alcoholemia. Es que no me puedo aguantar la risa porque Álvaro está como loco y no nos dejan irnos por no sé que cosa que dicen que se les ha roto el chisme ese de soplar y hasta que no le  hagan la prueba a mi hermano no nos podemos ir.

Álvaro: *al policía* ¡¡le estoy diciendo que no me he tomado nada!! ¿¡quiere dejar de una vez por todas que nos vayamos!?

Policía: está usted muy alterado, hasta que no le hagamos la prueba no se puede ir, lo siento.

Álvaro va a volver a hablar pero Merce le pone la mano en el hombro y con una sola mirada le dice que se calle. Y mi hermano obedece.

Merce: mire usted, nosotros ya vamos tarde a una boda y este chico *me señala* es el novio y nosotros la dama de honor y el padrino *señala a Alvaro* por esa razón este chaval está tan alterado porque su hermano se casa y nos están esperando.

Es una mentirosa, pero creo que funciona.

Policía: ya veo... *mira a su compañera* pueden marcharse, lo sentimos.

Otra policía: *le corta* ya que les hemos interrumpido, dejen que lo solucionemos al menos.

....

Pues así es como hemos llegado al lugar escoltados por la policía. Todo muy normal.

Policía: ¡vivan los novios!

Con eso nos despedimos de ellos y les damos una vez más las gracias porque sino llega a ser por ellos llegamos a la hora de comer.

Es cierto que ya ha empezado la ceremonia, ¡y tanto! ¡Ya están con los anillos!

Álvaro: *me susurra mientras entramos* ya no puedes hacer nada para impedirlo *rie flojito*.

Raoul:  *le susurro* cabrón.

Todo iba estupendamente hasta que yo, como es normal, he tropezado con una piedra que había en el camino, haciendo que todos los invitados y los novios (que se estaban poniendo los anillos) se giren hacia mí.

Ya estoy rojo seguro, y más cuando Agoney se ha girado y me ha visto. No se lo esperaba. De la sorpresa se le ha caído el anillo al suelo, pero tras unos segundos se ha agachado y lo ha recogido para ponerselo a su, ahora oficial, maridito.

Álvaro: lo sentimos, hemos tenido unos problemillas de camino *le susurra a Agoney mientras yo tomo asiento al lado de Merce entre los demas invitados*.

Aarón: no importa *contesta por Agoney, que sigue un poco aturdido por mi visita sorpresa*.

...

La maldita ceremonia termina ya de una vez por todas y ahora estamos comiendo en ese mismo jardín. Es todo muy bonito hasta que llega la parejita a nuestra mesa.

Aarón: ¿cómo va todo? *sonrie mientras situa su mano derecha en mi hombro derecho, cosa que no me gusta ni un pelo*.

Merce: *me mira* pues todo muy rico, y una vez más felicidades *les sonrie*.

Álvaro: sí, felicidades de parte de todos, ¿verdad Raoul? *le asesino con la mirada*.

Raoul: *asiento* claro *busco con la mirada a Agoney pero él sigue mirando al suelo algo incómodo*.

Mi afirmación causa que Aarón me de una palmadita en el hombro.

Aarón: me alegro.

Cuando ya se iban a ir Merce les vuelve a llamar para darles su regalo, a Álvaro ni le preguntan porque saben de sobra que sino llega a ser por él no hay boda, y finalmente me miran a mí.

Tengo la sensación de que no les va a gustar nada, o que les va  a parecer una mierda porque es lo que es aunque espero que Agoney, que sigue sin mirarme, lo entienda.

Saco de la bolsa que traía mis regalos y les doy a cada uno el suyo, mirando a Ago para ver si lo pilla.

Se está riendo al ver el de su maridito y el suyo, porque sabe a lo que me refiero con eso. Pero Aarón parece no entender nada, y es que sinceramente es todo muy raro.

Aarón: ....

~EL AS DE BASTOS~ (#Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora