~EL AS DE BASTOS~ (#Ragoney)

~QUE TE JODAN~

*Narra Raoul*

<<¿Y ahora que coño piensas hacer, Raoul?>> me dice mi subsconciente una y otra vez.

No sé que hacer, estoy en medio del parking del centro comercial mirando la revista. Es que no me lo creo.

¿Agoney se iba a casar? Ahora lo entiendo todo. Ahora entiendo que su hermana no pudiera enterarse de que estábamos juntos. Ahora entiendo que no pudiera saber donde vivía. Esa casa no era suya, no, era de su puto prometido. La foto del chaval rubio no era de su padre, era del tal Aarón Ocaña ese. La cena a la que tenia que ir con él la noche en la que sali del armario con Mireya. La cama en la que casi acabamos follando era suya, el piano, los limones, todo era suyo.
Y lo peor es que Álvaro me advirtió, pero no me dijo que se iba a casar hostia puta. Es que es muy fuerte y yo como un ingenuo, detrás de él. Pero ya es tarde, ya me he enamorado y ya no hay vuelta atrás.

Así que llamo a la única persona que aunque me haya fallado, es el único que me quiere y me va a querer siempre.

Raoul: *busco su número y le doy al símbolo de llamar* Álvaro... *llorando*.

Álvaro: ¿dónde estás? *se lo digo* quédate ahí, ya voy *cuelga*.

A los cinco minutos aparece en su coche. Menos mal que estaba entrenando en Barcelona y no ha tardado mucho porque sino me llega a dar algo.

Álvaro: *viene a darme un abrazo pero me aparto rápidamente*.

Raoul: *llorando a más no poder* ¿¡esto que mierda es Álvaro!? *le enseño la revista* ¡¿Eh?! Es que... ¿por qué no me lo habíais dicho? Es que... joder.

Ahora sí me dejo abrazar mientras él me consuela.

Álvaro: le dije a Agoney que te lo dijera él antes de que te enteraras por la mierda esta, Raoul, te advertí que Agoney no era para tí.

Raoul: *me separo de él* Álvaro, no me  vengas ahora con excusas baratas, sabes de sobra que me lo tenías que haber dicho y yo no me hubiera pegado la hostia que me acabo de pegar, que sí que me la merezco por imbécil, pero si sabías que él no me lo iba a decir me lo tenías que haber dicho tú; joder, que me he enterado de esto por una periodista que vino a preguntarme, ¿cuánto tiempo lleva prometido? *me seco las lágrimas ya más calmado*.

Álvaro: *suspira* cuando le conociste  en el cumpleaños de Hugo  llevaban un año prometidos, pero por motivos de trabajo pasaban la mayoria del tiempo separados, salvo en vacaciones, y no estaban en su mejor momento que digamos, así que le hice prometerme que elegiría a uno o que al menos te diría la verdad, pero ayer os pillaron besandoos en Barcelona y os han sacado en la portada de todas las revistas, hasta en las deportivas; esta mañana cuando me he enterado de eso he ido corriendo a su casa *arqueo la ceja* bueno, la casa de Aarón y mientras tú te duchabas le he advertido, pero se ve que no ha sido capaz de contartelo *vuelve a suspirar*.

Raoul: en conclusión, mi último mes ha sido una mentira y el que creia que era mi "novio" está apunto de casarse con un futbolista hermano de mi amiga de la infancia, y mi hermano me lo ha ocultado todo y encima estaba invitado a la boda, bravo *aplaudo y rio sarcástico* sois unos actores increibles, ¿dónde está la cámara oculta? Acabo de casi destrozar un matrimonio por vuestras mentiras, Álvaro, te quiero mucho pero me has decepcionado mucho, y al canario de los cojones dile que si se me vuelve a acercar a menos de doscientos metros lo denuncio.

"Lo siento" escucho a mis espaldas y no me hace falta girarme para saber de quien procede esa voz que ahora mismo me gustaría mandar a la mierda en español, catalán, chino y canario.

Raoul: *sin girarme* ¿acaso además de mentiroso y capullo eres sordo? Agoney, que te vayas a la mierda.

Ago: rubio... *me pone la mano en el hombro izquierdo y con un solo movimiento se la aparto*.

Raoul: ¿en qué idioma te lo digo para que me entiendas? Que no quiero verte, que tus juegos ya no funcionan conmigo y que por mi como si te quieres casar con una naranja, ¡que no me importa!

Claro que me importa, y mucho. Pero claro, no le voy a dar el honor de escucharme decir lo que llevo un mes callando, no a él no, no se lo merece. Me gustaría decirle que le quiero, que le quiero como jamás he querido a nadie, que es lo más importante de mi vida ahora mismo y que lo que más me duele de todo esto es perderlo y verlo de la mano de otro hombre, besando otros labios y sobretodo que la razón de su sorisa no sea yo, sino aquel chaval que ni siquiera conozco.
Pero en vez de decirle eso le digo lo peor que puedo decirle en este momento, porque él aunque no le vea la cara sé que está llorando como una magdalena.

Raoul: *me giro y quedo frente a él* que te jodan Agoney.