~EL AS DE BASTOS~ (#Ragoney)

~¡HOLA!~

*Narra Raoul*

Ahí están.

Una veintena de periodistas y medios tan famosos como el "¡HOLA!" u otras revistas del corazón. Madre mía.
Al vernos entrar se abalanzan sobre nosotros haciendonos preguntas que no logro entender porque hablan todos a la vez apuntandonos con cámaras y micros. Todo muy incómodo.

Raoul: *le susurro* Ago... tengo miedo.

Menos mal que es Agoney el primero que habla porque yo ya esté seguramente como un tomate y eso que todavía no he entendido nada de lo que me han dicho.

Ago: ¡como no nos dejen pasar llamo a seguridad y les echan de aquí en cero coma dos! así que arreando que es gerundio.

Despues de decirlo me coge de la mano fuerte para que no me suelte, y abre paso entre la masa de gente que se ha acumulado en la entrada entre periodistas, curiosos y gente normal que lo único que quería era atravesar esa puerta y se han encontrado con esto.

Cuando ya nos hemos alejado bastante le hablo.

Raoul: ¿qué decían? No he entendido nada entre tanta pregunta.

Ago: nada nada, tú no les hagas caso.

Está demasiado nervioso para no significar nada y ya está empezando a mover el pie como hace siempre que se pone así.

Pero yo no soy tonto y sé perfectamente a lo que han venido.

Raoul: Ago... *me corta*.

Ago: Raoul enserio no pasa nada solo que no me los esperaba, pero ya está, y venga vámonos a trabajar que ya vamos tarde.

Y así de seco sin ningún beso ni un "adiós rubio" se va dejándome a mí más preocupado que antes si cabe. Creía que era porque nos habían pillado ayer en la plaza dándonos ese beso, pero ya veo que no es eso lo que le preocupa, esto es más grave que un simple beso.

Pero no me puedo quedar aquí parado todo el día asi  que voy a dejar de darle vueltas y voy a ir a mi puesto que ya estará Amaia esperándome.

Vaya día me espera.

(UNAS HORAS DESPUÉS)

La verdad es que el día ha sido muy aburrido, las cuatro pencas de siempre que vienen a intentar ligar conmigo, digo "intentar" porque no tienen ninguna posibilidad conmigo y eso se lo deja claro, una vez más, Amaia.

Pero claro nunca digas nunca. Ahora viene "lo mejor", no sé si lo mejor pero lo más fuerte que me ha pasado en mi vida seguro. Bueno, os lo voy a contar, como llevo haciendo con mi último mes, en presente. Porque no sé si os queda claro que esto pasó hace un tiempo, pero bueno de eso ya os enteraréis.

En el momento en el que yo estaba pensando en lo aburrido que era mi día llega una chica,  yo creo que tiene unos treinta años, morena y con gafas. Me suena su cara de haberla visto en algún sitio, quizás en la televisión.

Mis dudas desvanecen cuando saca un micrófono rojo en el que se ve perfectamente escrito "¡HOLA!" en blanco. Un chaval delgado corre detrás de ella hacia mí, con una cámara al hombro y una revista en la mano, también de la misma prensa rosa.

P: hola muy buenas, eres Raoul Vázquez, ¿verdad? *asiento y ella prosigue* mira pues nosotros veníamos a hacerte unas preguntas, ¿podemos o tienes que trabajar?

No voy a ser tonto y me voy a enterar de una vez por todas de lo que es tan fuerte como para que el canario esté así de nervioso.

Raoul: tengo que trabajar, pero... si hago un parón no pasa nada *les sonrio*.

P: perfecto *me devuelve la sonrisa* primera pregunta, ¿estás al tanto de esto?

Ella coge la revista de las manos de su compañero y me la pasa señalando la portada.

Empiezo a leer y me sale una sonrisa al leer solamente el titular, pero por las caras de los periodistas sé de sobra que no me va a gustar nada lo que voy a seguir leyendo.

Y así es, al bajar unas lineas más el corazón se me rompe en mil pedazos y la ira se apodera de mí, tanto que  no puedo evitar tirar la revista al suelo con fuerza. Pero no dura mucho tiempo ahí, puesto que la vuelvo a coger y salgo corriendo en busca de explicaciones, de un por qué. De porque nadie me avisó de esto, de porque todo el mundo a jugado con mis sentimientos sabiendo que este juego estaba perdido desde antes de empezar.
Los odio a todos, todos me han decepcionado.

Salgo corriendo sin saber a donde voy, sin rumbo fijo, buscando a alguien que me quiera y me acoja entre sus brazos.

Pero claro, ya no me queda a nadie, todos me han mentido.