~EL AS DE BASTOS~ (#Ragoney)

~ESO ES CACA~

*Narra Raoul*

Pues otro día más en mi cama pensando en el puto canario de los cojones.

Hace como dos horas que se fueron y todavia no consigo dormirme, puff.

Álvaro: *abre la puerta de mi habitación, entra y a continuación se sienta en la silla que hay en frente mía*.

Raoul: ¿qué quieres? *me incorporo en la cama*.

Álvaro: saber como estás después de esta montaña rusa de emociones.

Raoul: no quería preocuparte pero la verdad es que ha sido una mierda de día.

Álvaro: ¿el final incluido? *pregunta alzando una ceja*.

Raoul: no, haber, ha estado bien pero preferiría que no hubieras invitado a tanta gente.

Álvaro: no lo invité solo a él porque pasaba de estar de sujetavelas toda la noche y me pareció divertido invitarlos a ellos.

Raoul: eres un capullo.

Álvaro: seré un capullo pero este capullo se preocupa por ti y te dice que tengas cuidado con Agoney porque tiene fama de rompecorazones y no quiero que el próximo seas tú y tener que aguantarte yo.

Raoul: pero... a mi me gusta.

Álvaro: ya, y a mí tambien me gustaba Mireya y mira como acabamos.

Raoul: *agacho la cabeza*.

Álvaro: pero no quiero que estés triste, me alegro mucho por vosotros y os quiero un mundo a los dos, pero entiende que te quiero más  a tí y no quiero que sufras por él, que esperemos que no, pero yo solo te aviso para que si te das un golpe te duela menos.

Raoul: lo tendré en cuenta *le sonrio con algo de tristeza* gracias.

Álvaro: joder en esta casa siempre llorando *rie y se tira a la cama y me hace cosquillas*.

Raoul: ¡pero si no estoy llorando! *rio*.

Álvaro: *me ignora* ya no somos los que éramos.

Raoul: ya, ahora somos más críos e inmaduros.

Álvaro: *rie* nosotros vamos al contrario que Huguito.

Después de un rato tirados en mi cama riendonos y bromeando, Álvaro se va y yo me quedo dormido pensando en el idiota del Agonías y con una sonrisa tonta en la cara.

(AL DÍA SIGUIENTE)

¿Os acordáis  de esa sonrisa de enamorado que tenía yo anoche? Pues ya se ha encargado el gilipollas de mi hermano de borrarla. Me ha tirado un vaso con agua a la cara a modo de despertador y ahora le estoy persiguiendo por toda la casa, empapado.

Después de unos cinco o tal vez seis minutos esquivando juguetes intentando pillarlo, hacemos las paces y nos vamos a desayunar.

Os preguntaréis, ¿tú haciendo las paces con tu hermano? Pues sí, habéis oido bien. No por nada en especial sino porque él es deportista y puede correr una maratón y no cansarse y yo en cambio, me muero al dar dos pasos seguidos.

Álvaro: ¿qué quieres desayunar?

Raoul: ¿yo?

Álvaro: no, el cerdo que habla, ¡pues claro!

Raoul: ¡yo que sé! Tú nunca me has hecho el desayuno, me parecía raro.

Álvaro: no te lo pensaba hacer, solo tenía curiosidad.

Raoul: ya claro, ¿me lo vas a hacer o no?

Hugo: ¡yo te lo hago!

Raoul: *le cojo en brazos* ¿y qué me vas a hacer?

Hugo: tú déjame a mí *salta de mis brazos y se pone a buscar por toda la cocina*.

Raoul: joder que grande está ya.

Álvaro: *me pega una colleja* ¡qué no digas palabrotas!

Raoul: *le miro con cara de asco*.

Hugo: ¡toma! *me tiende una naranja*.

Raoul: eso no se toca, eso es caca.

Álvaro: jajaja Hugo, hijo, traele a tu tío otra fruta, por favor.

A los dos minutos ya viene con otra fruta elegida.

Hugo: ¿y esta? *me tiende un plátano*.

Álvaro: ya vas mejorando *le dice a Hugo, que se va a buscar su mochila para ir al cole* ¿sabes que a Ago le encantan los plátanos? *me dice con una sonrisa burlona*.

Raoul: me lo imagino *digo abriendo el plátano y metiendomelo en la boca*.

A continuación me visto después de una ducha rápida y me dispongo a salir por la puerta hacia el coche.

Raoul: ¡hasta luego!

Álvaro: hasta la semana que viene.

Raoul: *paro en seco* ¿hasta la semana que viene?

Álvaro: sí, ¿no te acuerdas de que tengo partido en alemania?

Raoul: ¿y Hugo?

Álvaro: Hugo se queda contigo, tete estás perdido.

Raoul: pero hoy...

Álvaro: *me interrumpe* esta tarde tienes que ir a recogerlo al colegio y si quieres lo puedes dejar con el primo Sam, pero que sepas que tiene que dormir aquí.

Raoul: pero yo había quedado con Ago.

Álvaro: ¡hostia, es verdad! Bueno no pasa nada *saca el móvil* le digo a Mireya a ver si se puede quedar con...

Raoul: *le quito el móvil de las manos* ¡ni pensarlo! El primo Sam se puede quedar con él toda la tarde y luego por la noche lo acostamos en su cama.

Álvaro: vale, pero... no hagáis mucho ruido.

Raoul: *se lleva una hostia de mi parte* ¡qué te calles la boca, imbécil!

Álvaro: *a Hugo* hijo tú no te enamores nunca que no quiero aguantar a otro como tu tío.

Hugo: *sin entenderlo* pues ya tengo novia.

Raoul: jajaja *a Álvaro* ¡que te den!

Álvaro: *mirandome mal se dirige al niño* ¿cómo se llama?

Hugo: Marta.

Álvaro: pues un día la invitamos con sus papás y con Agoney y hacemos una cena familiar *rie al habermela devuelto*.

Hugo: ella no vive con sus papás, vive con su tata Diana.

Mi hermano y yo nos miramos a la vez pensando lo mismo, pues sabíamos que esa Diana era ESA Diana. Lo sabíamos porque ella se presentó en el cumpleaños de Hugo con su sobrina y creo recordar que se llamaba Marta. Vaya suerte la nuestra.

Raoul: pues ya no hay cena familiar, bueno... yo me tengo que ir, después paso a recogerte al cole, demonio *le doy un beso en la frente como cada mañana antes de irme a trabajar*.

Hugo: ¿no me puedo ir contigo? *me pregunta con pena, pues sé perfectamente lo que odia el colegio, en eso nos parecemos*.

Raoul: no, lo siento, pero luego te prometo que vemos todos los capitulos de Mickey Mouse juntos, ¿vale?

Hugo: *se le iluminan los ojos* ¡vale!, pero
con Agoney también.

Raoul: *miro a Álvaro y sonrio* claro, con Agoney también.