Capítulo XXVI: Un Cupido abre su corazón

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Yuuri ni siquiera se percató cuando el tiempo a su alrededor se pasó como por arte de magia

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Yuuri ni siquiera se percató cuando el tiempo a su alrededor se pasó como por arte de magia. Entre la universidad, el trabajo y los asuntos de Cupid, logró distraer su mente y así relajarse un poco más. O bueno, intentarlo al menos.

Usualmente, era producto de estrés para los humanos el tener muchas actividades al mismo tiempo y sin descanso. No obstante, para Yuuri, un Cupido trabajador, el mantenerse ocupado era una dicha.

Pasaron dos semanas con el mismo ritmo. Yendo a la universidad, haciendo los trabajos que los maestros le enviaban, pasando el rato con sus amigos y luego dirigirse al trabajo de medio tiempo. Sus días de descanso eran los lunes y esos días se encargaba de organizar con Vicchan algunos documentos que Celestino enviaba, cosas como los resultados del Nivel de Romance y Estado Sentimental de Viktor.

Y aunque los resultados que arrojaban los gráficos eran en parte positivos —debido más que todo al balance normal que tenían los sentimientos de Viktor—, aun así Yuuri sentía que algo no andaba bien.

Antes llegó a pensar que sus acciones afectaban a Viktor de gran manera, que era él el culpable de que el ruso estuviera cambiando, mas lo cierto era que... no habían hablado nada desde la última vez en la enfermería. Y lo que mostraban los documentos actuales dejaban entrever que el corazón de Viktor ya no era el mismo de cuando lo conoció. Alguien lo estaba influenciando. Alguien más estaba logrando eso de lo que él no era capaz.

Pensar en todo ello debía hacerlo sentir aliviado —porque la sola situación en la que estaban Viktor y Yuuri era muy peligrosa para él como Cupido—, pero no podía forzar a su mente a creer algo que no era.

Yuuri se sentía mal. Sentía que tenía algo que hacer, que debía haber algo más para que las cosas no tomaran tal rumbo. Sin embargo, pensar de ese modo era egoísta de su parte, sentimiento que nunca en su existencia experimentó hasta que llegó a la Tierra.

Lo que Yuuri quería era hallar una manera en la que tanto él como Viktor pudieran estar felices. Que pudieran estar juntos.

Pero ¿qué implicaba estar juntos en realidad? Su mente no lograba comprenderlo del todo. Era como tener un velo delante de los ojos e intentar una y otra vez quitárselo, mas siempre había algo que se lo impedía.

Y el primer impedimento era el hecho de que él era un Cupido y Viktor un humano.

—Entonces, para la próxima clase quiero que traigan un escrito de dos páginas acerca de cómo influyó la Edad Media en el mundo que actualmente conocemos —mencionó el maestro, alzando la voz sobre el bullicio de alumnos que se apuraban a salir del aula—. ¡Tiene doble nota!

Yuuri suspiró, captando la atención de Phichit. Ambos recogieron sus cosas y se colgaron sus respectivos bolsos en los hombros.

—Yuuri, ¿te parece si vamos a la biblioteca para buscar información sobre el tema? Todavía nos falta una hora para la siguiente clase —dijo Phichit a medida que salían del salón.

Eros enamorado |AU Viktuuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora