Capítulo XLV: Un Cupido y un humano entrelazan sus manos

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Aviso: Creo que por este cap y uno que será ya casi en el final debo poner la historia con Contenido adulto ;o; Así que si a alguno no le gusta, pueden saltarlo sin problema uwu Este cap es completamente dedicado al Viktuuri♥

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Aviso: Creo que por este cap y uno que será ya casi en el final debo poner la historia con Contenido adulto ;o; Así que si a alguno no le gusta, pueden saltarlo sin problema uwu Este cap es completamente dedicado al Viktuuri♥

***

El viento soplando contra su rostro se sentía como caricias, así como el mechón de cabello que caía en su frente. Se acurrucó dentro del abrigo que lo rodeaba para luego sentir unos brazos fuertes abrazándolo y juntándolo hacia el cálido cuerpo que tenía al lado.

Miró a Viktor, quien le devolvió la mirada a su vez y le sonrió.

—¿Qué piensas? —preguntó Viktor.

Yuuri volteó el rostro y regresó su vista al frente, al enorme paisaje que se extendía ante él. El extenso mar delante le recordaba la magnificencia del mundo humano. Un planeta cubierto por Tierra y agua, poblado incluso en partes difíciles de acceder. Existían tantos lugares en el mundo que nunca en su existencia sería capaz de conocerlos todos... Y a pesar de no poder hacerlo, aún se maravillaba de cosas simples como la luna viéndose reflejada en las aguas del mar y disfrutar el aroma salado que soplaba contra ellos.

Ahora quedaban ellos dos solos allí en la playa, sentados sobre una roca un tanto alejados de la orilla, simplemente disfrutando el paisaje. Los demás chicos se habían despedido hacía rato diciendo que debían madrugar para ir a clases. A Yuuri le costó despedirse de cada uno, pero de igual forma les agradeció por haber aceptado en venir.

Yuri Plisetsky fue el último en marcharse y al que Yuuri le dolió más decirle adiós. Una parte de él quería decirle al rubio todo lo que sucedía y que muy pronto tendría que volver a irse. Sin embargo, no era adecuado, no podía arriesgar más ni hacer enfadar a Afrodita al incumplir otra de las reglas principales.

Por eso simplemente se despidió y se rio cuando Yurio le dijo que iría él mismo a buscarlo —y algo sobre pisar su trasero— si no lo veía al otro día en la universidad. Sonreír fue un trabajo arduo para Yuuri en aquel momento.

—Solo que me alegra estar aquí hoy —murmuró Yuuri, apoyando la cabeza en el hombro de Viktor. Un suspiro fue exhalado de sus labios y pudo ver el vaho en el aire—. Nunca pensé en que llegaría ver algo así de hermoso.

Yuuri se había acostumbrado a la monotonía de Cupid, a ver las mismas cosas todos los días, a soportar el estrés diario del trabajo. El imaginarse vivir en la Tierra y ser capaz de observar tales paisajes se consideraba uno de los sueños más inverosímiles para alguien como él.

Pero ahora estaba allí, viendo con sus propios ojos ese pedazo de agua que no se comparaba con el que rodeaba el resto del mundo. Y era precioso, nunca se sintió más afortunado.

—En Rusia hay un lugar que me recuerda a este —murmuró Viktor, mirando también el panorama. La parte de su cabello que casi siempre cubría la mitad del rostro estaba siendo ahora empujada por el viento, así que Yuuri no pudo más que quedar embelesado por el perfil perfecto de Viktor. Era precioso—. En el día las gaviotas vuelan sobre el mar buscando alimento y sus graznidos me resultan nostálgicos. El atardecer es mi parte favorita, cuando parece que el sol se va escondiendo en el mar.

Eros enamorado |AU Viktuuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora