Los parpados de Yuuri aletearon al sentir que una patita mullida chocaba con su mejilla. Lo primero que vio al abrir los ojos fue el techo de su apartamento y al bajar la mirada se encontró con un caniche cachorro observándolo de mala manera, muy a su estilo.
—Vicchan. —Fue lo único que Yuuri dijo, levantándose en la cama con la ayuda de los codos, provocando que Vicchan diera un salto al suelo.
—Levántate ya, se te hará tarde para ir a la universidad. No falta mucho para que Phichit pase por ti —mencionó Vicchan, moviendo una de sus patas para enfatizar el punto. De alguna manera la imagen pareció como el regaño de una mamá a su hijo. Una mamá muy peludita y pequeña.
Yuuri apoyó los pies en el suelo, estremeciéndose por el frío de la superficie. Gracias a las horas que pudo dormir y descansar, su dolor de cabeza menguó, pero aún percibía unas leves pulsaciones en la misma zona.
—Phichit no pasará por mí —respondió Yuuri, incorporándose. Caminó hacia el baño, restregándose los ojos—. Ya no más.
Vicchan lo observó confundido y era entendible, sobre todo tratándose de ellos dos, que parecían ser hermanos de diferente madre. Sin embargo, Yuuri no le dio tiempo de que comentara algo más y se encerró en el baño.
Allí dentro se apoyó en la puerta y lanzó un pequeño suspiro.
—Hasta fui grosero con Vicchan —murmuró muy bajo, mirando sus pies desnudos—. ¿Qué me está pasando?
Aunque una parte de sus pensamientos estuviera más clara, la otra seguía difusa. Después de la charla con Lena, estaba seguro de lo que debía hacer con Viktor. Por más que se forzara a cambiar su forma de pensar, algo en su interior le decía que era imposible. Incluso si eso significaba negar aquello en lo que fue instruido desde pequeño, su corazón lo estaba guiando por un camino diferente. Y esta vez quería oírlo.
No obstante, no tenía idea de cómo actuar con respecto a Phichit y qué hacer con su misión en la Tierra. Phichit continuaba creyendo que lo más importante era cumplir con lo debido y regresar a Cupid. Y después de mucho pensarlo, esa idea iba muy en contra de lo que actualmente Yuuri creía. Phichit de seguro lo estaba haciendo bien con Seung-gil ya que no había vuelto a mencionar nada de ello y la última vez que lo supo, el Sensor de Romance del pelinegro estaba siendo balanceado.
Lo más seguro era que Phichit volviera antes a Cupid. Entonces, ¿qué sucedería con él? Si seguía lo que dictaminaba su corazón, ¿las cosas cambiarían? ¿En Cupid lo permitirían? No, tal vez ni siquiera se percatarían de ello. Aunque ellos siguieran paso a paso los Niveles del humano, no lo hacían con los del Cupido. Y aunque era cierto que actualmente había un fallo en su Nivel de Carga Celestial, él podría encontrar una manera de manejarlo.
Él lo haría. Haría que todo funcionara. Debía solucionar todo ahora o nunca más se atrevería.
Yuuri espabiló en cuanto escuchó un fuerte ladrido de Vicchan afuera y luego su voz gritándole:
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Eros enamorado |AU Viktuuri|
Fanfiction|OBRA GANADORA EN LOS PREMIOS WATTYS 2019 EN LA CATEGORÍA DE FANFIC| |Obra ganadora en los Premios Katsudon 2018| |Historia destacada en el mes de enero 2020 por @Fan-FictionEs| La Oficina Central de Amor & Desilusiones, mejor conocida como OCAD, ha...