La carta.

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"Iniciaré esto de una manera distinta y es más que nada para contextualizar la situación.

Llega un punto en donde te dices "encontré mi lugar, nunca me quiero ir de aquí" y se siente una satisfacción plena, hermosa. Una tranquilidad que desde hace tiempo se viene buscando inconscientemente, y que cuando la hayas es como un nuevo panorama de la vida.

Gerard, no voy a mentirte. Siempre quise regresar a casa. Cada instante desde que partí de mi hogar me sentí mal e incompleto, pero era porque ya no tenía a mi papá conmigo, la persona más importante en mi vida.

Hasta la fecha no he podido superar su muerte por completo, sentía que no podía cerrar el ciclo hasta volver. Es como en esos casos donde necesitas arrancar desde raíz para poder continuar, iniciar de cero. Estaba tan aferrado a mis ideales porque después de todo New Jersey era lo único que me quedaba de él y no quería perderlo.

Cuando ustedes llegaron a mi vida no creí que cambiaría mucho la situación, me conoces y sabes que no soy el mejor tipo del mundo, no buscaba ser un buen amigo porque no me esforzaba en hablarles. Siempre he tenido un problema con la comunicación, y las cosas me iban mejor si no me comprometía de lleno con algo. No quería involucrarme porque sabía que en cualquier momento huiría.

Pero tú me ayudaste a poder expresarme con las personas, o algo así. Y aunque de todas formas me costó demasiado dar ese paso, pude hacerlo poco a poco.

He de admitir que la primera impresión que tuve de ti fue que definitivamente eras alguien diferente al resto, y definitivamente extraño. Te juzgué, tenía una perspectiva muy diferente. Quería borrar la idea de que serías alguien importante en mi vida porque no quería encariñarme, no quería acostumbrarme o que algo me detuviera en este lugar, pero terminaste siendo algo para mi. Te terminé adorando, no soy el mejor expresando mis sentimientos, como sabrás, ni mucho menos sé hablar de este tipo de cosas porque se me hacen complicadas, tan ajenas a mi que aún me resulta difícil decir en voz alta.

Gerard, siempre fuiste esa pieza especial que me hizo sentir completo y diferente desde el momento en que te conocí. No lo quise aceptar porque no quería arrastrarte conmigo o darte mis problemas. No sé cómo explicarlo, eres muy importante para mí, y lo sabes, te lo digo casi todo el tiempo.

Creo que me gustas, pero creo que ahora ya no importa realmente, en algún punto debí habértelo dicho en persona, y en verdad lo siento mucho. De verdad traté de hacerlo, pero ya es tarde y no sabía si sentirías lo mismo por mí.

Estaba aterrado, compréndeme. 

No soy bueno aceptando el rechazo y mucho menos ahora que te he causado tantos problemas. Creo que en parte también por eso estoy aquí, porque ya no quiero lastimarte. Cuando hayas terminado de leer esto tendrás aún muchas más preguntas y querrás respuestas, pero no sabré qué decirte.

Cuídate Gee, ojalá nos veamos algún día.

~Frank."

—Estúpido —apreté la mandíbula.

You're ugly too |Frerard|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora