En tu planeta me quede

7

           

Mientras miraban televisión Jade se quedó dormida sobre las piernas de su compañera, roncaba mucho, cosa que a Tori le pareció muy tierna.  Cuando Cat llego, ni siquiera toco la puerta, entro como si fuera su propia casa, como ya se le había hecho costumbre.

-          ¡Oh por Dios! – Exclamo la pelirroja al ver los moretones en la cara de su amiga - ¿Ella esta bien?

-          Es Jade, siempre está bien – Susurro Tori, sin moverse para tratar de no despertarla – Siéntate Cat.

Cat se acercó, vio una película con Tori, y charlaron por un par de horas hasta que Jade finalmente despertó.

-          Jade – Cat de le dio un fuerte abrazo, provocando que esta sintiera mucho dolor. – Me alegra que estés bien, aunque parece como si un camión te hubiera arrollado.

Jade se estabilizo, dejando a Tori por fin estirar sus piernas.

-          Cat ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-          Muchas horas, de verdad duermes como vaca. – Ante la expresión de Cat, Tori soltó una carcajada – Y también roncas como una

-          Yo no ronco — Se quejó un poco desorientada aún. 

-          Eso dices – Agregó Tori con un tono de voz burlón – Cuando duermes te escuchas como un tractor muy bonito

-          No se como Tori pudo aguantar tanto tiempo sin moverse, fueron horas de mirarte dormir, aunque fue divertido. — Agregó Cat inocentemente — Por cierto, te ves muy bonita cuando duermes, hasta parece que no eres cruel.

-          ¿Te lastime Vega? – Preguntó Jade, ignorando por completo lo que Cat había dicho.

-          No, solo me entumiste un poco, descuida. – Sonrió – Estoy acostumbrada a ser almohada de Trina, cuando vemos películas hasta tarde.

— Lo lamentó — Jade la miró directamente, Tori únicamente se encogió de hombros y suspiró.

-          Tengo hambre — Interrumpió Cat ante el silencio que se formó — ¿Quieren ir a comer sushi?

-          ¿Qué hora es? ¿No acabamos de desayunar?

-          Oh no, son casi las cinco de la tarde – Tori miró su teléfono

-          Te lo dije Jade, dormiste por horas. – Cat tomó asiento a su lado y después la rodeó en otro abrazo – Ándale vamos

-          No quiero salir chicas, si quieren ustedes vayan. Yo me quedare aquí a hundirme en mi miseria.

-          Oh vamos Jade, no porque Beck te dejo tienes que quedarte aquí encerrada – Cat la abrazo con aún más fuerza, ignorando por completo el dolor de su amiga – Tienes que dejar que el mundo te vea, Beck tiene darse cuenta de la belleza que se perdió y que estas bien sin él. Deja que el mundo le cuente que te vieron feliz sin él. 

Tori y Jade se miraron mutuamente sorprendidas y un poco divertidas por todo lo que Cat decía.

-          Vaya Cat, jamás te había escuchado hablar así – Se burló Tori, tratando de seguirle la corriente – Pero déjame decirte, que tienes un muy buen punto. No veo porque nuestra compañera aquí presente tiene que quedarse toda apachurrada en casa solo porque su novio la dejo, cuando el seguramente está paseándose por el mundo feliz en este momento, no encuentro una razón lógica para hacerlo. Yo pienso que deberías de estar festejando que al fin te libraste de ese patán.