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- ¿Que opinas? - Preguntó Cat a aquel musculoso pelirrojo

- Estos brownies son mágicos Cat.

- ¿Crees que si se vendan?

- Por supuesto - Sonrió - Si no los vendemos aquí, yo mismo me encargaré de comprarlos todos.

- Luego te haré una bandeja. - Dijo con mucha felicidad mientras se abrazaba al brazo de su compañero.

- Me están causando nauseas - Interrumpió Jade de mala gana sin quitar la vista de su computador.

- Déjalos ser felices - Tori tomó la mano de Jade con una gran sonrisa en su rostro, que rápidamente cambió en cuanto la agente Mary entró al restaurante. - Oh Dios.

- Señoritas - Exclamó ella como saludó lanzándole una mirada a Jade y a Tori.

- ¿Te molesta si me voy Jade? - Tori comenzó a guardar sus cosas casi en automático, ante la confusión de ambos pelirrojos y la mirada avergonzada de Mary.

- ¿Quieres que te acompañe? - Murmuró sin protestar.

- No, está bien, de todas maneras ya voy tarde al ensayo con Thomas y ...

- ¿Otra vez ensayaras con ese tarado? - Interrumpió Jade, está vez con un tono de voz molesto. - Es la cuarta vez esta semana.

- Por favor cariño, hablemos de esto por la noche. No puedo seguir aquí. - Ella comenzó a caminar hacia la entrada, haciendo que los presentes voltearan a verla, incluida la agente Mary quien estaba instalada junto al asiento de Jade frente a la barra.

- Buenos días oficial. - Dijo el pelirrojo amablemente, mientras Jade guardaba rápidamente sus cosas, para poder seguir a Tori - ¿Puedo ofrecerle algo?.

- En realidad está es una visita de trabajo - Explicó ella - Me dijeron que en este lugar puedo encontrar a Elizabeth. -Ante el silencio que se formó y al sentir la mirada de Jade y Cat encima, ella devolvió su mirada a Archie -. ¿Elizabeth Olsen?

- Claro - Dijo con seriedad - Mi compañera Cat irá a buscarla, en lo que yo le traigo un café y un pedazo de la tarta del día.

- Por supuesto - Cat se levantó de su asiento rápidamente al notar como Jade ya estaba de pie junto a la oficial, y comenzó a caminar hacia la cocina junto a Archie.

-¿Para que necesita a Elizabeth? - Preguntó Jade con frialdad.

- Es información confidencial señorita West.

- No es confidencial si se trata de mi hermana oficial - Explicó - Y mucho menos si es alguna noticia que puede alterarla, está a pocos días de dar a luz y no me gustaría que por culpa de usted...

- Esto no es mi culpa - Interrumpió - y créame que lo menos que quiero es venir hasta aquí y darle estas noticias.

- Entonces es algo malo. - Asumió con algo de tristeza.

- Buenas tardes oficial - Elizabeth llegó rápidamente, interrumpiendo a ambas mujeres - ¿Puedo ayudarle en algo?

- ¿Le molestaría ir a algún lugar un poco más privado? - Preguntó, mirando hacia Jade.

- Por supuesto, por favor sígame - Mary se puso de pie, mientras Elizabeth volteó hacia Jade - ¿Por favor podrías decirle a Cat que lleve el café y la tarta a la oficina de Nana Rose?

- Claro - Dijo, mientras veía como su hermana y la agente Mary se alejaban.

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— No puedo creerlo — Elizabeth estaba recostada junto a Jade — ¿Como es que esto sucedió?

— No te voy a dejar sola — Ella aún miraba hacia el techo, mientras con su mano izquierda, tomó la mano de Elizabeth — Ese imbecil jamás volverá a acercarse a ti.

— Pero Jade... — Suspiró — Solo es cuestión de tiempo para que me busque y ...

— Jamas lo dejaré hacerlo. — Interrumpió, volteándose, para poder mirar a Elizabeth directamente. — El hecho de que hayan liberado a Nate es una mierda hermana, pero esta vez no me quedare de brazos cruzados. Si él se atreve a siquiera mandarte un mensaje, juro por mi madre que le haré mucho daño.

— Prométeme que no te meterás en problemas por mi culpa. — Ella también se puso de costado, quedando finalmente frente a Jade. — y prométeme que no lo buscarás, ni intentarás nada raro.

— Sabes que no puedo prometer eso. — Con su mano derecha, se deshizo de un hilo de cabellos que cubrían parte de la mejilla de Elizabeth, poniéndolo detrás de su oreja. Después simplemente se levantó de la cama.

— ¿A donde vas?. — Ella también se levantó, mirando como Jade se ponía sus botas. — Es tarde. Sabes que puedes quedarte aquí Jade.

— Lo se — Cuando finalmente terminó, se puso de pie y tomó su mochila, donde cargaba su computadora y sus cigarrillos. — Pero hoy no fui a la oficina y si papá se levanta y ve que no estoy en casa por la mañana seguramente me despedirá y dejará de mantenerme, así que terminaré trabajando en este restaurante junto a ti, junto a Cat y junto al pelirrojo idiota que parece estar feliz todo el maldito día. — Se quejó burlonamente.

— Si que eres una exagerada — Sonrio por un pequeño momento, volviendo a su seriedad casi de inmediato. — Yo, lo siento mucho Jade. — Finalmente agregó con un poco de vergüenza.

— No tienes que disculparte. — Jade se acercó a ella y la abrazó — Esto no es tu culpa. — Agregó, mientras Elizabeth se aferraba a su cintura con fuerza — ¿Estarás bien sin mi? — Preguntó con algo de tristeza, Elizabeth se separó de ella rápidamente, se tragó su llanto y asintió. — Volveré por la mañana.

— Por favor avísame cuando llegues a casa Jade.

— Claro. — Jade miró por unos segundos como Elizabeth volvía a recostarse, después comenzó a caminar hacia la puerta y apagó la luz de la habitación antes de salir, durante el camino a casa, fumo tres cigarrillos y agradeció que no había mucho tráfico, y a pesar de sentirse realmente agotada, decido darse una ducha rápida antes de acostarse.

— ¿Estas despierta? — Escribió en un mensaje, después de varios minutos sin poder conciliar el sueño, esperando que Tori, quien finalmente decidió pasar la noche en su propia casa, también estuviera pensando en ella. — Te extraño. — Agregó al mensaje con algo decepción, tratando de dormir después de eso.

En tu planeta me quedeWhere stories live. Discover now