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— ¿Que hacen aquí? — Preguntó Jade en cuanto Elizabeth y Tori subieron al coche.

— Vives lejos — Explicó la castaña con una sonrisa — Necesito que me lleves a casa

— ¿Y tu auto?

— Nate lo tiene — Ella se encogió de hombros.

— Ya veo — Dijo mirándola con desaprobación mientras fumaba su tercer cigarrillo.

— Tori me mostró la dirección — Exclamo Elizabeth al mirar como Tori suspiró.

— Lo siento — Murmuro la latina, bajando la mirada con vergüenza.

— ¿Que es lo sientes? — Preguntó Jade confundida.

— Todo lo que te hirió.

Jade apenas iba a pronunciar una palabra, cuando el grito de Cat se escucho en la escena, las chicas se miraron con preocupación, Jade salió del coche, tomando el bate de beisbol que ahora llevaba en su camioneta  y sin decir nada, se adentro a aquella pequeña y colorida casa, Tori y Elizabeth la siguieron con velocidad.

— Aléjate de ella — Grito la gótica, después de soltarle un golpe con el bate en las costillas al chico, Elizabeth y Tori corrieron hacia Cat quien estaba tirada en la cama con su vestido arriba, Jade seguía apuntando a Daniel con el bate

— Vámonos de aquí Cat — Tori la ayudo a acomodarse el vestido, Elizabeth tomo su bolso

— No le hagas daño Jade, no sabe lo que hace — Dijo ella preocupada, sin embargo comenzó a caminar junto a sus amigas quienes la llevaban tomada de sus brazos, Jade espero a que las chicas salieran de la casa para dejar de apuntar hacia aquel chico, quien se reía desde donde se encontraba tirado

— Te juro que si vuelves a tocar a Cat, te golpearé la maldita cabeza

— Yo hare lo que se me pegue la gana con mi hermana, zorra —Ella volvió a pegarle, nuevamente en las costillas, luego salió de ahí hasta subir a su coche. — ¿Estas bien? — Pregunto, mirando hacia el asiento trasero, donde Tori abrazaba a su amiga

— Lo que sea que te haya dicho el, solo olvídalo por favor — Dijo la chica preocupada, un par de lagrimas salieron de su rostro

— Relájate, no me dijo nada — Ella trato de mostrarle lo más parecido a una sonrisa — ¿Quieres que vayamos a mi casa? — Cat asintió, Jade obedeció inmediatamente.
Al llegar a la casa, todas bajaron y caminaron directo hasta la habitación de la gótica, Elizabeth y Tori aun llevaban a Cat de la mano.

— De verdad lamento que hayan tenido que escuchar eso chicas — Exclamó con tristeza  —Les juro que estoy muy avergonzada.

— Aquí están tus pastillas — Jade interrumpió, acercándole un par de píldoras y una botella de agua, Cat las tomo y luego volvió a mirar a las chicas. — ¿Que fue lo que ocurrió ahí adentro? — preguntó mientras se hincaba para quedar frente a su amiga, Tori y Elizabeth miraban la escena paradas tras de ella.

— De seguro van a decir que soy una idiota.

— Cuéntanos Cat, no te vamos a juzgar — Ella aparto el cabello de la cara de la pelirroja — Déjanos ayudarte.

— Prométanme que lo que les dire no va a salir de esta habitación, ni siquiera mi nana lo puede saber.

— Prometido — Todas las chicas asintieron.

— Bien — Ella se encogió de hombros — Mi familia tiene un gran historial de enfermedades mentales, mi abuelo estaba enfermo, mi tía esta enferma, sus hijos están enfermos y mi hermano también lo esta, creo que incluso yo tengo algo de ese maldito gen.

— Correcto — Jade quien seguía hincada frente a ella, escuchaba la historia con atención.

— Mi hermano tiene un trastorno que lo hace actuar como un psicopata, tiene conductas antisociales, es impulsivo, carece de remordimiento y de autocontrol... el es mayor  que yo por casi seis años, le detectaron la enfermedad a los doce, cuando lo encontraron abusando de mi

— ¿Abusando? — Pregunto Elizabeth con tristeza

— Sexualmente — La voz de Cat tembló — eso era algo que pasaba muy seguido, no es como que me haya penetrado o algo así — Dijo haciendo una pausa, luego miro a las chicas — Pero hay muchas otras maneras de las que se puede abusar de la gente y yo, bueno, yo solo era una pequeña que no tenia idea de lo que ocurría, solo sabia que no me gustaba lo que pasaba con el.

— Cat ...

— Mis padres lo metieron a una institución — Ella interrumpió — Y se reformo, lo medicaron, estuvo encerrado por cinco años hasta que lo dieron de alta, y estuvo bien por mucho tiempo... Pero, desde hace unos meses, creo que el dejo de tomar su medicamento, trata de abusar de mi cada vez que puede y aunque ahora ya puedo defenderme, ha estado a punto de lograrlo y la verdad es que todo esto me da mucho miedo.

— Cat tienes que decirle a alguien ademas de nosotras — Con mucha frustración y enojo, Jade coloco sus manos sobre los hombros de su amiga — Si tu hermano dejo de tomar su medicación y aun trata de hacerte daño, no se puede quedar así.

— No, en todos estos años, es la primera vez que digo esto en voz alta, ni siquiera con mi psicólogo lo he hablado — Ella bajo la mirada — Me da mucha vergüenza.

— Esto no es algo de lo que debas avergonzarte Cat, tu no eres la culpable en esto — Elizabeth dijo, mientras se acercaba a ella — Entiendo que es tu hermano, que lo amas y el hecho de que tenga este trastorno a lo mejor cambia toda la jugada pero, por mas enfermo que este no es aceptable que tu tengas que soportar esta clase de comportamiento.

— Exacto — Tori también comenzó a acercarse — Es todo lo contrario, tienes que decirle a alguien para que así puedan ayudarlos a los dos.

— Me van a hacer que diga todo lo que me hacia y trata de hacerme — Ella comenzó a temblar, sus ojos se tornaron llorosos — No creo que pueda hablar de eso nunca.

— Hey — Jade se acerco aun mas a ella, juntando su frente con la de Cat, abrazando su nuca — Estamos aquí pequeña, no vas a hablar de nada para lo que no estes lista ¿me escuchas? Nosotras te cuidaremos

— Así es Cat — Elizabeth toco su hombro con ternura.

— Te quedaras un tiempo aquí en mi casa, al menos hasta que todo se calme un poco ¿Que te parece?

— ¿Que hay de nana? — Preguntó inocentemente

— Podrás verla cuando quieras — Contesto Tori con una sonrisa — Le llevaremos comida, la seguirás viendo a diario

— Gracias chicas — Finalmente sonrió — Lamento haberles amargado el día.

— Tu nunca amargas nada Cat — Jade la abrazo, en cuanto se separaron, Cat se recostó en la cama junto a Elizabeth.

— Iré a buscar a Juanita para que prepare algo rico de comer — Añadió Jade mientras se ponía de pie — ¿Estarás bien aquí unos minutos?

— Claro — Ella sonrió, lanzándole una mirada a Tori

— ¿Te molesta si te acompaño? — Dijo la morena en cuanto captó la señal de Cat.

— Vamos — Murmuró con un tono de voz un poco frío, Tori camino hacia ella fuera de la habitación

En tu planeta me quedeWhere stories live. Discover now