En tu planeta me quede

61

— Es hora de tu medicamento cariño — Tori desactivo la alarma y encendió la luz del velador

— No quiero tomarlo — Ella se giró hacia su chica con los ojos cerrados y se abrazó de ella — Mejor quédate aquí conmigo un rato mas Tor

— Jade, por algo te los dan con horarios, prometo no tardar — Tori se puso de pie y camino hacia el tocador de la habitación, lleno un vaso de agua, tomo dos píldoras y se las llevo a Jade hasta la cama. Jade se acomodo recargando su espalda en la cabecera, agarro las píldoras y tomo agua para tragarlas.

— ¿Estas contenta mamá? — Ella sonrio, mientras miraba cómo Tori dejaba el vaso en su mesita de noche y apago la lampara nuevamente

— Ahora si hay que volver a dormir, aun nos quedan dos horas muy buenas para descansar.

— Perfecto — Jade y Tori volvieron a acostarse, se acurrucaron y durmieron casi enseguida.

Para cuando volvió a sonar la alarma, Tori se despertó dejando a Jade descansar un rato más, al menos en lo que se metió a bañar y preparo un poco de café.

— Vaya Vega — Jade sonrió después de darle un sorbo a aquella bebida — Cada vez haces el café mas cargado, me encanta.

— Y lo peor es que ya hasta lo tolero — Dijo con una sonrisa mientras tomaba asiento junto a Jade — ¿Como te sientes cariño?

— Me sentiré mucho mejor después de darme una ducha — Suspiro, dejo su taza casi vacía, en la mesita de junto y trato de acomodarse en la orilla de la cama, al darse cuenta de que sus muletas estaban lo suficientemente lejos, miró a Tori por unos segundos esperando a que ella se diera cuenta de la situación  — ¿Podrías pasarme mis muletas cariño? ¿Por favor?

— Por supuesto — Ella se burló, se levantó nuevamente, llevándole las muletas a Jade quien la beso en los labios, luego la ayudó a recolectar su ropa y la acompañó hasta el baño, donde la dejó asearse, en lo que ella se arreglaba.

— No puedo creer que me hagan venir a la escuela a pesar de mi lesión. — Se quejó Jade, mientras caminaba junto a Tori por el pasillo.

— Helen dice que eres la persona viva que mas faltas ha tenido en todo Hollywood Arts desde que se abrió.

— ¿De verdad? — Preguntó Jade, mientras sonreía con mucha satisfacción — Vaya

— También estoy orgullosa de ti cariño — Se burló, mientras abría la puerta del salón para cederle el paso a la gótica.

— Jade, es bueno verte — Sikowitz exclamó con un poco de vergüenza — ¿Como te sientes? De verdad lamento que esto haya ocurrido bajo mi cuidado

— Descuida Sikowitz — Ella tomó asiento junto a Tori — Nada de esto fue tu culpa

— Si, no paso nada — Interrumpió Andre quien estaba en la silla de atrás.

— A excepción del pie enyesado de Jade — Exclamó Robbie, causando un silencio incómodo.

  —  De verdad lamento lo de tu pie   

— Un pie con un hueso roto, es algo que se puede reparar — Dijo con frialdad — No como la vida de Robbie.

  — No tienes que ser tan mala Jade — Beck añadió, captando la atención de todos.

  — ¿Desde cuando lo defiendes? — Preguntó la gótica burlonamente — El puede hacerlo solo, no es un niño chiquito.

— Solo digo que estas siendo muy grosera.

—  El hizo sentir mal a Sikowitz con su comentario.   

  —    Lo se pero...

  —  Ya basta chicos —  Interrumpió Sikowitz mirando para todos lados, luego tomó asiento en la orilla de la tarima —  Jade gracias por defenderme y perdonarme, pero en lugar de pelear utilicen esa energía para otra cosa.