En tu planeta me quede

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— ¿Y como planeas irte a casa?

— No lo se

— ¿No prefieres quedarte aquí conmigo? En esta pequeña pero acogedora cama

— Me quedaría contigo hasta en el lugar más incómodo del mundo — Dijo con una sonrisa de oreja a oreja

— Entonces esta decidido — Ella se puso de pie y comenzó a buscar entre sus cajones — Usarás la pijama más cómoda y calientita que tengo

— ¿Y si mejor nos besamos? — Pregunto mientras se recostaba en la cama

— Por supuesto que lo haremos — Ella se acercó, entregándole la ropa con ternura — Pero en cuanto se te pase el efecto de todo el ron que tomaste.

— Pero yo quiero besarte ahora — Ella hizo un puchero

— Ven aquí — Tori se acercó y la beso, después la acomodó para poder quitarle las botas — ¿Disfrutaste beber con mamá?

— Deberíamos de ponernos a bailar Tor — En cuanto quedó en calcetines, Jade se puso de pie rápidamente.

— ¿Bailar? — Preguntó con gracia — ¿Ahorita?

— Si, todas las parejas felices lo hacen

— ¿Ah si? ¿Y que canción quieres bailar?

— Ninguna, solo hay que bailar — Ella comenzó a dar vueltas — Bailemos lo que está en nuestro corazón como todas esas parejas cursis.

— ¿Según tu que parejas cursis bailan sin música? — Tori se puso de pie y detuvo a Jade tomándola de la cintura.

— Mis padres solían hacerlo todo el tiempo — Ella se detuvo tambaleante, al mirar el rostro de Tori frente a ella sonrió — Claro, eso fue mucho antes de que se divorciaran y de que mamá muriera. Pero realmente lucían felices cuando lo hacían.

— Ven aquí cariño — Tori la acercó aún más a ella, mientras con su mano libre, acomodo un hilo de cabellos que cubrían gran parte de la cara de Jade, luego colocó sus brazos rodeando con delicadeza el cuello de aquella chica y comenzó a moverse de un lado a otro, Jade puso sus manos sobre la cintura de Tori y siguió aquel movimiento, estuvieron así un largo rato, hasta que se hizo muy tarde.

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— Por lo visto no hablaste con Jade — Exclamo Trina mientras se formaba junto a Tori para comprar café

— Ella estaba demasiado ebria — Susurró — No pude hacerlo. Anoche tuvimos un hermoso momento juntas y ...

— Tori — La interrumpió — No quiero saber lo que hacen en la cama.

— Nuestra intimidad no se basa únicamente en sexo Trina

— Si tu lo dices – Se encogió de hombros — Pero intuyo que tampoco has hablado con Rory... ¿Cierto?

— Apenas es el almuerzo, se supone que entrenamos en la siguiente hora. .

— Pues espero no sea muy tarde — Dijo mientras hacía una seña para comprar dos cafés

— Basta, no será muy tarde — Ella la miró con mucha preocupación — Arreglare todo esto.

— No esperaría menos de ti Tori — Trina tomó los cafés que le entregaron, tomó un par de sobres de azúcar, crema  y miró al chico que los vendía — Ella los va a pagar — Dijo alejándose hacia las bancas

— ¡Trina! — Gritó la morena — ¿Porque les iba a invitar el café a ti y a Beck? — Ella se volteo hacia el muchacho,  para después sacar de su bolsillo un billete de veinte dólares para pagar  — Deme otros dos por favor.