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Jade espero en su habitación, por horas el mensaje de Tori, hasta quedarse dormida.

-          Despierta buena para nada — Su madre había vuelto a abrir la puerta de su habitación y la despertó con brusquedad — Beck vino a verte. Mas te vale que te pongas tu mejor ropa si quieres recuperarlo.

-          ¿Beck esta aquí? – Preguntó desorientada.

-          ¿Estas sorda? Párate ya, y arréglate. Los chicos como el no esperan a las chicas como tú.

-          Mejor para mí.   

La mamá de Jade salió de la habitación. Jade miró su celular, tenia quince llamadas perdidas de Tori, mensajes de texto y dos llamadas de Beck. Ella decidió no mirarlos, solo se colocó sus botas para bajar, sin saber que esperar.           

-          ¿Qué demonios haces aquí? – Pregunto al ver a aquel moreno sentado en la sala.

-          De verdad me gustaría hablar contigo Jade, en un lugar un poco mas privado.

-          Supongo que Tori hablo contigo. — Afirmó ella seriamente

-          ¿Tori? – Pregunto Beck desconcertadamente, luego miro a Silvia, quien los observaba desde la ventana de la cocina.

-          Oh Dios, bien, vayamos afuera. – Jade toma su chaqueta y sus llaves, saliendo de la casa seguida por Beck.

-          Sube a mi auto, quiero mostrarte algo. – Exclamó el moreno con una sonrisa.

-          Solo di lo que quieres y acabemos con esto de una vez. – Ella negó con la cabeza y se cruzó de brazos.

-          Por favor Jade, confía en mi una ultima vez. Hazlo por los viejos tiempos.

Jade se quedó muda, mirando a Beck, luego lo siguió, él le abrió la puerta para que subiera al coche, y después condujo en silencio por un largo rato hasta una pequeña cafetería, a la que solían ir en sus aniversarios o cuando celebraban alguna ocasión muy especial, no era un lugar caro, pero servían la mejor comida vegetariana del mundo y también el mejor café, según ambos jóvenes

-          ¿Qué hacemos aquí Beck?

-          Solo entra – El abrió la puerta y después la siguió hasta una de las mesas, ambos ordenaron un café y un emparedado.

-          ¿Ya me dirás lo que tienes que decir?— Pregunto molesta mientras le daba un sorbo a su café.

-           ¿Recuerdas la primera vez que vinimos a este lugar? Tu estabas muy molesta porque esa chica me miro, tomaste mi auto y condujiste casi a máxima velocidad por una hora

-          ¿A que quieres llegar con todo esto?

-          No lo sé, siempre pasamos buenos momentos aquí, esa noche nos quedamos sin gasolina, entraste por un café y yo te seguí porque seguías sin hablarme y después fue de lo mas romántico. Creí que, si te traía aquí, recordarías y tan siquiera voltearías a verme de nuevo. — El bajo la mirada

-          ¿Y eso de que te serviría? — Exclamo con seriedad, después suspiró — No volveré contigo Beck, tampoco quiero ser tu amiga o algo así. Me traicionaste con otra chica.

-          ¿Ya no me amas? – El tomó la mano de Jade con tristeza.

-          Que te ame no va a cambiar lo que paso, además – Ella quito su mano de la del moreno, después se quedó en silencio.

-          ¿Además que? – Beck también lo pensó por unos segundos, pero luego agregó. - ¿Esto es por Tori no es cierto?

— ¿Asi que si hablo contigo?

— Jade, si ella te presiono de alguna manera, o se aprovecho de tu vulnerabilidad en ese momento, puedes decírmelo. — El trató de volver a tomar su mano, pero ella no se dejó  — Te prometo, que nadie lo sabrá.

-          ¿Disculpa?

-          Jade vamos, confía en mi

-          Tori y yo tenemos algo especial Beck, algo que no entenderías — Ella bajo la mirada, luego continuo – Ella es, lo mejor que me ha pasado en la vida hasta ahora.

-          Tu no eres lesbiana Jade West. — El elevó el tono de su voz, sin importarle que la poca gente que había a su alrededor los mirara.

— Cállate Beck, no tienes porque gritarme.

— Se que esa chica te embrujo o algo. — El continuó con el mismo tono altanero.

-          Tori no me hizo nada, ella es la persona más buena del mundo, ya deberías de saberlo.

-          Alguien bueno no le hace eso a sus amigos — Con un puño en su mano el golpeo la mesa, derramando un poco de café — Alguien bueno no se aprovecha de ti.

-          Ella no se aprovechó de mí, deja de decir esa mierda – Finalmente ella también perdió los estribos elevando la voz a pesar de la multitud.

-          Es la única explicación prudente que encuentro ¿Por qué no querrías volver conmigo entonces? ¿Después de todo lo que vivimos?

-          Porque eres un idiota Beck, te metías con otras chicas mientras andabas conmigo – Ella se puso de pie y tomó su chaqueta – Al menos ya lo sabes, al fin podremos dejar de escondernos de ti, ni siquiera se porque Tori se sentía culpable.

-          Oh Tori debería de sentirse culpable, confiaba en ella mas que en nadie. ¿Sabes? – Se burló – Toda la vida, pensé que ella tenia un crush enorme conmigo, sin embargo, la admiraba porque, no importaba cuantas veces intentara besarla, siempre me decía que no podía hacerle eso a una amiga. Debí de haber sabido que su crush eras tú.  Nadie puede ser tan bueno.

-          Yo confiaba en ti mas que en nadie Beck, y cada vez me sales con peores cosas ¿Cuándo trataste de besar a Tori ya andabas conmigo, no? — Ella lo miró con emoji — Después de todo la conocimos al mismo tiempo.

-          No trates de volteármela Jade, ustedes lesbianas se burlaron de mí y yo jamás voy a permitir eso.

-          Esto no se trata de ti, ni siquiera recordábamos tu maldita existencia. — Ella comenzó a alejarse de la mesa.

-          Tu odiabas a esa chica Jade, si solo quieres darme una lección, ya la entendí. — El la detuvo tomándola del brazo y bajando el tono de su voz — Pero deja de inventar que eres lesbiana, que estas enamorada de Tori, y vuelve conmigo, solo  estás haciendo el ridículo con todo esto

-          Admite que ya perdiste Beck, me perdiste a mí, perdiste a Tori y tu solito provocaste esto. Al meterte con una cualquiera – Ella se soltó del agarre de aquel moreno – Lo curioso es que yo gane, gane al amor de mi vida. – Sin decir nada más comenzó a caminar hasta la entrada, pero nuevamente Beck la frenó agarrándola del brazo con aún más fuerza — Suéltame Beck, me estás lastimando — En cuanto dijo esto, mas de una persona entre las que comían ahí se pusieron de pie, en caso de tener que detenerlo, ante esto el la soltó.

-          ¿Y que harás cuando tu madre se entere de esto?, ¿o de tus visitas a la escuelita de Julián? — Preguntó con altanería.

-          No te atreverías. — Ella lo miró con decepción

-          Ojo por ojo ¿no Jade?

-          No eres ni la mitad de hombre, de lo que todos creen. No puedo creer que perdí tanto tiempo contigo. – Finalmente salió del restaurante con mucha rapidez, limpiando un par de lágrimas que corrían por sus mejillas.

-          Tori y tu pueden irse al diablo – Grito con mucho enojo, sin importarle que todos los ojos estaban sobre el – Malditas tortilleras

El volteo para todos lados, luego espero unos segundos para salir del restaurante, subió a su coche y arrancó, unas cuadras más adelante se encontró a Jade caminando, el solo le enseño el dedo de en medio y aceleró el vehículo.

En tu planeta me quedeWhere stories live. Discover now