•••Decir que todo es fácil sería mentir.
Esperar que nunca cambies ni tú ni tu vida es egoísta.
No sé como puedo animarte y sonreír cuando soy la primera que querría desaparecer.
No sé porque quiero tenerte para mí.
Pero sé que solo puedo amarte y c...
No podía dormir. Daba vueltas y vueltas pero no era capaz de dormir. Suspiré.
- Se supone que no puedo salir tras el toque de queda pero estoy muy nerviosa por las licencias... ¿y si no lo consigo? ¿Y si...?- susurré nerviosa. " necesito relajarme..." pensé. Intenté de todo, pero era incapaz de conciliar el sueño y relajarme. Dudé en si ir a ver a Shoto para que me ayudara. Quizás nos regañasen pero... necesitaba dormir. Caminé silenciosa hacia su habitación. Entré, cerrando la puerta a mis espaldas. Me senté a su lado y le miré. "Es hermoso hasta durmiendo..." pensé. Acaricié con cuidado su cabello y su rostro. Me acerqué a sus labios y posé un suave beso en ellos. Comencé a moverle un brazo con suavidad. - Shoto... Shoto... Shoto...- lo llamé. Tardé un rato en despertarle, para cuando lo hice, lo movía más bruscente y estaba sentada a horcajadas sobre él. Él sonrió, todavía con los ojos cerrados y me atrajo a él de la cintura.
- ¿Qué ocurre?- preguntó en un susurro, abriendo los ojos. Le miré a los ojos, hipnotizada. Él tampoco apartaba la mirada. Mis labios comenzaron a rozar los suyos y cuando quise darme cuenta, estábamos en medio de un beso apasionado y una guerra de lengua. Nos dedicábamos a comernos la boca, sin darnos cuenta de nada. Mi cabello volvió a brillar pero no lo vimos. Fue el oxígeno el que nos obligó a separarnos, unidos por un ligero hilo de saliva.
- Yo... no podía dormir...- susurré. Nuestros labios volvieron a rozarse, pero el beso no comenzó.
- Ya veo... creo que puedo ayudarte con eso...- susurró él, acariciando con sus labios los míos. Volvimos a entregarnos al beso. Mi pelo volvió a brillar con menos intensidad.
- Estoy nerviosa... por lo de las licencias...- susurré. Él se rió con suavidad.- ¿Qué es tan gracioso?- pregunté, levemente molesta.
- Tú vas a aprobar fácilmente. Estoy seguro que lo harás bien.- susurró de respuesta. Aparté la mirada, desconfiada.- ¿Cúando has fallado?- preguntó.
- Alguna vez... es solo que... solo aprueba la mitad y... ¿y si no puedo hacerlo? Quizás estén más entrenados y...
- ¿Y qué? Mira, si apruebas te daré lo que quieras.- susurró.- Te daré un adelanto...- añadió. Me sonrojé ligeramente al sentir sus manos acariciar mi piel bajo la ropa. Pasé mis manos bajo su camiseta, comenzando a acariciar su torso...
Era el quedaban pocos días de entrenamiento. A decir verdad, todavía estaba nerviosa por el tema de las licencias pero Shoto me había tranquilizado. No habíamos pasado de caricias pero... me sonrojé al recordarlo. Aún así, a pesar de distraerme ligeramente, Ectoplasm no consiguió ganarme. Aún en mi mente solo recordaba lo sucedido. Miré hacia la montaña en la que estaba Shoto, recordando. Me sonrojé bastante, obviamente el profesional lo notó.
- Seria interesante saber qué hiciste con Todoroki.- comentó. Me sonrojé aún más.
- Realmente nada.- murmuré, mirando a otro lado. Al ver que llegaba la clase B bajé. En lo que lo hacía, me encontré con Shiro. Había cambiado bastante el traje.
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