•Capítulo 86• Enji Todoroki y el halcón.

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Narra (T/N):

Dos días después del accidente, Aizawa nos llevó a la residencia Todoroki. Shoto estaba sin duda muy pensativo, pero seguía reclamando mi atención, así que no me separaba de él aunque no habláramos. Yo también pensaba en algo, más bien alguien. Me preguntaba cuanto debería esperar para que volviera Toya pero... intuía que sería Shoto el primero en saberlo. Me imaginaba una batalla, en la que al final no le hiciera daño o le salvara y le dijera: "Soy tu hermano". Sí, en mi imaginación se veía muy bien, en la realidad quizás no sería tan genial. Y por supuesto, me llevaría una buena por no haberlo dicho. Dejando de lado mis pensamientos, Aizawa prefirió quedarse esperando allí mientras que Shoto y yo entrábamos.

- Oh, Shoto, (T/N), pasad. Hice soba fría.- saludó, dejándonos entrar.

- Gracias Fuyumi.- dije sonriente, pasando a la sala.- ¡Natsuo! Cuanto tiempo.- saludé.

- Sí, la verdad es que pasó tiempo.- afirmó, rascándose la nuca.- Oh, Shoto, ¿qué tal todo? Nos comentó mamá que la enviabas cartas.- el bicolor se limitó a asentir.

- ¿Sabemos algo de Yakedo?

- Llamó hace poco, todo está bien por allá. Sigue buscando tiempo para volver...- respondió el albino. Asentí y nos sentamos a comer soba frío. No tardó en volver Enji, de todas formas.

- Buen trabajo ahí afuera, debes estar cansado.- saludó Fuyumi cuando abrió la puerta.

- Hola llamitas.- saludé alegre. "Joder con la cicatriz... espera... puff, ahora tienen una similitud más padre e hijo..." pensé, conteniendo la risa.

- Tiempo sin veros.- comentó.

- Incluso (T/N) y Shoto se salieron con la suya para venir, aunque su profesor prefirió no entrar. Bueno, de todas formas solo voy a decir que buen trabajo el que hiciste ahí.- continuó Fuyumi.

- Esa... es una desagradable cicatriz la que tienes ahí.- comentó impasible Shoto. Besé su mejilla para acercar mis labios a su oreja.

- Se llama Karma, Akabane Karma.- bromeé. Él rodó los ojos y continuó sorbiendo. Natsuo tampoco decía nada.

- Hey, podrían al menos decir bienvenido, prometimos que todos le agradeceríamos.- se quejó Fuyumi.- Está tratando de remendar su pasado y demostrar que se preocupa por su familia, por mucho que le odies no significa que debas poner esa cara.

- No pidas que el invierno perdone a un rosal.- la murmuré.

- Lo siento hermana, pero no puedo hacerlo.- negó.

- Natsuu...- dijo en súplica.

- Natsuo, si tienes algo que decir adelante, dilo.- pidió, deteniéndole del hombro.

- "¿Decirlo?" Sabes, es gracioso viniendo de ti, que no te has molestado en mirarme a los ojos en todos estos años. Es gracioso que hasta hoy no supiera que la soba era la comida favorita de Shoto, después de todo, siempre te empeñaste en que nosotros, las "fallas", no nos entrometiéramos en su vida. Doy gracias de que (T/N) fuera lo suficientemente buena y fuerte como para aguantar tanto cuidándole.- dijo.

- Natsuo...- susurró Shoto. Apoyé una mano en su hombro.

- Déjalo, necesita soltarlo.- susurré.

- No sé el porqué mi madre y mi hermana se empeñan en perdonarte, pero en lo que a mí concierne, ¡ese bastardo que todos conocemos se sigue haciendo el fuerte! Actúan como si hubieras cambiado, pero no ha cambiado nada. Nos descuidaste completamente, nos abandonaste para ver a mamá llorando y a Shoto gritando, sin mencionar lo que pasó con el mayor, Toya. Vencer a un villano fuerte no hace que todo desaparezca, ¡maldición! Y aquí estás, diciendo que es el momento de cambiar de corazón, pero lo haces de solo un lado y vuelves a nuestras vidas, ¡¿tienes idea de como se siente alguno de nosotros?!- gritó, dejando escapar todo lo que llevaba dentro.

-Promesa- (Todoroki x Lectora) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora