•••Decir que todo es fácil sería mentir.
Esperar que nunca cambies ni tú ni tu vida es egoísta.
No sé como puedo animarte y sonreír cuando soy la primera que querría desaparecer.
No sé porque quiero tenerte para mí.
Pero sé que solo puedo amarte y c...
Al día siguiente, Aizawa nos avisó de una "excursión" que haríamos, por lo cual, nos fuimos a cambiar a los vestuarios. Íbamos a aprender sobre los rescates. Algo de lo que ya sabíamos Shiro y yo bastante. Precisamente, por el motivo por el que nos conocimos...
* Tenía a penas once años, iba caminando por la oscuridad de las calles de la zona de Leo. Me movía hábilmente, después de tener que ir allí a recoger una cosa. Oculta entre las sombras, escuché un grito. Corrí hacia allí sin ser descubierta, encontrándome con una chica de mi edad, de pelo rojo cobrizo corto, luchando contra un grupo bastante numeroso, bastante más mayores que nosotras. Tenía varios golpes y respiraba entrecortadamente. Me situé a su lado, en posición de ataque.
-¿Quién eres?-preguntó.
- Una ayuda para ti. ¿Se puede saber por qué te atacan?-respondí. Ella chasqueó la lengua.
- No es un buen momento para hablar. De hecho, sería mejor que te fueras, no necesito ayuda.-dijo. Sonreí. Ella rugió y se transformó en una elegante y peligrosa leona. Se lanzó contra un par que tenía unas navajas. Yo me encargué de otros y, entre las dos, conseguimos hacer que huyeran. Durante la pelea, me percaté de algo. En una esquina había una mujer herida e inconsciente.
- Bueno, creo que ya está. Deberías tener cuidado de caminar por este barrio en la noche.-advertí. Ella asintió cansada.
- Gracias, pero no estoy por voluntad propia. Nos secuestraron a mi madre y a mi, hace nada hemos salido, pero mi madre estaba herida. A decir verdad, llevaba un rato aquí luchando sin conseguir nada. Gracias.-explicó. Negué con la cabeza, sonriente.
- No es nada. Tienes un increíble quirk. Estarás cansada, si quieres puedo ayudarte con tu madre.-ofrecí. Ella suspiró y la miró. Tras unos segundos de duda asintió.-¿Cómo te llamas?-pregunté.
- Shiro, Hayashi Shiro.- se presentó.
- Yo soy (T/A)(T/N). Un gusto.
...*
Tras ese momento, nos veíamos a menudo. Ella venía por mi zona, yo iba a su casa cuando podía. A decir verdad, éramos amigas. Conocía de sobre el quirk de mi amiga, así como ella el mío, a medias. Si ni yo sabía qué podía hacer, cómo iba a saberlo ella.
En el vestuario hablábamos de casi cualquier cosa. A decir verdad, me gustó el traje de Shiro.
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Tiene esa toque suyo de rebeldía, seducción y comodidad que me imaginaba. Admás, era sencillo, más cómodo para sus transformaciones, al fin y al cabo, de humano a animal y de nuevo a humano, la ropa no se veía dañada, pero era más cómodo acostumbrarse de nuevo al cuerpo con algo cónfortable que con algo ajustado e incómodo.
- Shiro-chan, me encanta tu traje, es lindo. Ah, y no te lo dije antes, (T/N)-chan, pero también es bonito el tuyo.-alagó Mina.
- Gracias, pero cuando conoces a la leona, deja de ser tan lindo...-me burlé. Ella chasqueó la lengua molesta.
