-Promesa- (Todoroki x Lectora) TERMINADA

•Capítulo 73• Entrenar, llorar y aliarse.

Narra (T/N):

Miré al techo un buen rato. No se me ocurría nada, tampoco tenía ganas. No estaba desganada o triste por lo de Dabi, bueno, no demasiado, pero no era eso. Simplemente no tenía ganas. No me apetecía ponerme a buscar un ataque especial. La verdad... creo que tenía más ganas de pelear. Sacar la furia interior de alguna forma. Sí, seguramente fuera eso.

- ¿No haces nada, (T/N)-chan, guero?- preguntó Tsuyu acercándose.

- No tengo ganas... ¿y tú? - pregunté de vuelta.

- Estoy practicando una mejora. ¿No deberías practicar?- la sonreí. Al estar sentada en el suelo podía hacer una réplica de la ranita a su lado, un poco más atrás.

- Sí, bueno... algo todavía tengo que perfeccionar, pero nunca nada es perfecto y la verdad, sigo sin demasiadas ganas de hacerlo durante una hora.- expliqué. Ella asintió. Copié el movimiento. Necesitaba un poco más de rapidez, pero el movimiento parecía humano.- Creo que te entretengo demasiado.- comenté.

- No te preocupes por eso, aunque quizás debería ir a practicar. Si necesitas cualquier cosa dime, guero~- se giró, encontrándose con la copia. Traté de que cerrara los ojos, sonriera y saludara con una mano, inclinando la cabeza. Era un tanto lento para ser humano, pero estaba bien.- Es como yo, guero~.

- Bueno, ahora tenemos una Tsuyu 2.0- me reí. Ella sonrió.- Lo complicado es el movimiento, cuesta un poco pero... está bien. Es algo.- comenté.

- Está genial, (T/N)-chan. Sigue así, guero~.- dijo, yéndose. Sonreí y comencé a cambiar por puro aburrimiento la figura de Tsuyu... se volvió un árbol. Finalmente la quité y me tumbé, mirando al techo. Suspiré y me elevé hasta lo alto. Me senté en el aire y permanecí observando a todos mis compañeros mientas mantenía la plataforma de aire debajo mía para no caer. Me aburría, pero no quería practicar.

Comencé a hacer figuras de aire, pensando en qué hacer. No se me ocurrió nada en toda la clase, pero bueno. Cuando acabó me dirigí a los vestuarios y me cambié al uniforme.

- ¿Al final hiciste algo (T/N)-chan? Guero~.- preguntó Tsuyu curiosa.

-... ¿practicar cuánto tiempo, aunque ya lo sepa, aguanto sobre una plataforma de aire cuenta?- pregunté de vuelta.

- Deberías practicar y añadir cosas, con tu quirk seguro puedes hacer muchos ataques especiales.- recomendó Uraraka.

- Sí, pero no me apetecía hacer nada. Na verdad es que prefería hacer peleas o algo así.- expliqué.

- Otro día supongo.- dijo Jirou.

- Sí, seguramente.- murmuré. Me puse el chándal y esperé a Shinso. Comenzamos a entrenar. Mejoraba progresivamente, pero su nivel seguía siendo bastante bajo. Aún así, traté de enseñarle trucos y varios golpes, patadas y tal. Escuchaba y obedecía. Sin duda estaba centrado en mejorar y lo hacía bastante rápido. Aizawa no dormía durante ese rato, nos observaba con una ligera sonrisa. No tardé en comprender que al igual que Izuku era el protegido de All Might, Shinso era el de Aizawa. Seguramente él fuera también su héroe favorito, por su parecido. Con una sonrisa, continué enseñándole por una hora. Nos despedimos candados en la puerta y cada uno fue por su lado.

Me dirigí una vez terminaron los entrenamientos a mi cuarto y me duché, poniéndome directamente mi pijama. Jugué un rato con mi muñequita y comencé a hacer los deberes con musiquita. Tardé un buen rato en el que esas horribles tareas me entretuvieron hasta acabar y cerrar todos los cuadernos con un suspiro. No era mala estudiante, pero por mi facilidad de comprender y en el estudio. Aún así, hacer los deberes a veces era pesado y repetitivo. Me eché hacia atrás, recostándome en el respaldo de mi silla. Miré durante unos segundos el frío techo y cerré los ojos, escuchando la canción. Comencé a cantarla con los ojos cerrados, dejándome llevar por el ritmo y dejando mi mente en blanco. No cantaba bien, lo sabía, pero tampoco era nada horrible, simplemente no sabía cantar en tema de llegar a tonos y tal. Pasó esa canción y sonó otra. Entendía la letra bastante bien, y continuaba cantando. Así pasé cerca de media hora, hasta que comenzó a sonar un anuncio y abrí los ojos, irguiéndome en el sitio y mirando hacia la puerta. Shoto se apoyaba en esta, la cual estaba cerrada. Percibí una ligera sonrisa en su rostro, antes de que hablara.