-Promesa- (Todoroki x Lectora) TERMINADA

•Capítulo 58• Preparativos.

Narra Dabi:

- Sí, es muy importante la reunión.- repitió.

- ¿Nivel?- cuestioné aburrido, observando atentamente el techo de mi habitación. Escuché que preguntaba al otro lado. Debía ser complicado informarme de lo que le dijese Max el cual, repetía lo dicho por la bicolor.

-... Dark Ten.- respondió. Me levanté de un salto, asustado.

- ¿Dark Ten? ¿Seguro?- cuestioné.

- Seguro.- respondió. Inspiré hondo.

- Bien. Allí estaré.- acepté.

Colgué y suspiré, pasando una mano por mi cabello. Estaba muy nervioso, y rara vez me pasaba. Pero era ella. Nunca, nunca utilizaría ese código. Dark Ten... vida o muerte. Traté de tranquilizarme.

- ¿Qué pasó ahora, (T/N)?- me pregunté en un susurro. Suspiré y salí hacia la parte de bar, donde estaba la niebla.- Hey, algo fuerte.- pedí. No tardó en ponérmelo.

- Hey Dabi, ¿qué tal, amigo?- cuestionó Twice alegre, sentándose a mi lado.

- No soy tu amigo.- contesté frío. "No puede haber vuelto a otro, no tiene sentido... es otra cosa...." comencé a pensar.

- Dabi esa fue una buena broma... cruel pero graciosa.- continuó animado.

- No es broma.- murmuré, antes de dar otro sorbo. Me gustaba sentir el líquido cayendo por mi garganta, quemándola ligeramente. "...debe ser algo serio... de vida o muerte..." continué.

- Jaja, que bromista estás hoy.- continuó. Chasqueé la lengua, ignorándole. No merecía la pena perder el tiempo con él. "... no puede haberle ocurrido nada a Shoto, ¿cierto?... no, lo dudo. Eso sería alto, pero no tanto... ella lo sabe, con una indirecta bastaría..." descarté.

- Mira quien se dignó a aparecer hoy.- dijo con desagrado el de las manos. Chasqueé la lengua.- ¿Vas a desaparecer hoy también?- continuó con tono molesto.

- Donde vaya no te incumbe.- murmuré, antes de volver a beber.

- Hey, estás en MÍ liga. Soy tu líder.- se quejó. Rodé los ojos.

- Como digas.- murmuré molesto. Apuré lo que quedaba y pedí otro al único que no me molestaba continuamente.

- Creo que Dabi está concentrado en sus cosas. Quizás sería conveniente dejarle tranquilo.- aconsejo. Ambos se fueron, dejándome solo con la niebla. Sorbí de nuevo.

- Gracias, supongo.- susurré.

- Pareces perdido en tus pensamientos. Si necesitas un consejo, sabes que estoy aquí.- dijo. Volvió el silencio. "... ¿casi la pasa algo...? ¿Y si ha sido eso de nuevo?... pero no debería preguntarme, no soy de mucha ayuda..." pensé."... ¿no lo habrá descubierto?..." me pregunté, levemente asustado. Cerré los ojos e inspiré hondo.- Es por una chica, ¿me equivoco?- cuestionó. Le miré, esperando que continuara.- Supongo que la harás enfadar, o ya lo hiciste.- continuó.

- No estoy seguro de su reacción... pero intuyo que no será demasiado animada.- murmuré.

- Temes su reacción entonces.- resumió. Suspiré.

- Un poco, pero realmente... creo que es lo que más la conviene, aunque no me guste.- admití.

- Supongo que la ocultaste algo importante... y quieres alejarte de ella.- adivinó.