-Promesa- (Todoroki x Lectora) TERMINADA

•Capítulo 37• La verdad.

Bueno, supongo que algunos conoceréis a Sayori, de Doki Doki Literature Club. Pues bien, este capítulo es sad y, aunque ya lo tenía pensado antes de descubrir el juego, se me hace que se pueden hacer similares. Pero no esta inspirado en ella. Repito, el capitulo es un poquitico Sad. Y también aclarar que la protagonista no es que tenga depresión pero... es normal que tenga esos pensamientos a veces.

Narra (T/N):

Me preparé para contarles, tragando en seco. Ellos esperaron pacientemente.

- El primer juicio fue a los siete, para ser yo la líder del mío. Se puede decir que conocí ahí a Dabi. Él me curó y me ayudó, pero no le conocí en persona hasta que tuve diez años. Ahí fue el segundo, para ser una heroína... su heroína. De nuevo Dabi me ayudó. El tercero fue un año después, para quitar los juicios. No pude aguantar. Otra vez me salvó Dabi. Me traicionó con trece y medio. Tuve que hecharlo. Pero... ese no es el motivo por el que me odiaríais. - expliqué. Suspiré y comencé a recordar aquellos momentos.- Por mi mente ha pasado muchas veces la idea del suicidio, Dabi siempre estaba para ayudarme pero... el motivo salvador... fuiste tú, Shoto. Sinceramente, no le temo a la muerte. Eres lo único que me separa de ella, ahora también mis amigos. Por eso es tan complicado que me cuidéis. Sois lo que me sostiene a la vida, no quiero perderos.- finalicé, con varias lágrimas cayendo por mis mejillas y la cabeza gacha. Ambos me abrazaron.

- Te entiendo...- susurró Shoto en mi oído.

- (T/N), es imposible odiarte por eso. Ni odiarnos... bueno, odiarnos sí. Pero... te queremos mucho, no dejaremos que te pase nada.- dijo Denki, tratando de calmarme. Sonreí y les abracé.

- Sois los mejores. Ahora será mejor que durmamos para llegar bien mañana a casa y hacer las maletas.- decidí. Ellos asintieron y nos dormimos. Shoto me abrazaba de la cintura, Denki del brazo. Yo dormía boca arriba entre ambos. No sabía que ahora ellos entendían que ocurría en mis pesadillas.

...

Escuché ruidos y me levanté. Eran golpes en la ventana. Abrí curiosa, dejando paso a Dabi. Se sentó en el marco. Nos miramos indiferentes unos segundos hasta que sonrió y apartó la mirada.

- ¿Por qué fue este?- preguntó.

- No te incumbe.

- Supongo. Siento si estás muy mal pequeñaja pero... tengo que hacer que estoy con ellos para seguir a Stain. De todas formas, a ti no pienso hacerte daño. Tú mereces ser una heroína.- dijo. Suspiré.

- ¿Por qué, Dabi?- pregunté. Él me miró y se encogió de hombros.

- Tenía que apartarme de ti, pero no sabía como. Que tú me hecharas de tu vida me pareció la mejor opción.- respondió.

- ¿Apartarte de mí?¿Qué hice?

- Me hiciste dudar por un segundo si quería ser lo que quiero ser, hacer lo que debo hacer... además, ya renuncié una vez a tener familia, tú eras como mi hermana menor, no quiero tener familia. Menos que tú me aprecies, te lastimaría.

- Eres muy bueno conmigo... yo siempre te vi como un hermano mayor, Dabi. Es una pena.- dije. Él entró por completo y alborotó mi cabello como lo hacía siempre.

- Bien, te dejo preguntarme algo, lo que sea, y yo lo contestaré. En compensación.- dijo. Bajé la mirada y la volví a alzar a sus ojos. Me centré en aprender el color exacto, aunque no me costó.

- ¿Tú eres su her...?- comencé, pero él me cayó poniéndome la mano en la boca.

- Sí. Lo soy. Pero no lo digas a nadie. Menos a él. Los ojos, ¿cierto?