Sigue tu corazón.

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Amapola llego a su casa y fue a ver si Aris estaba en casa cuando llego a la habitación de este vió que estaba con Temo durmiendo, le parecio tan tierna la escena que fue a buscar una frasada para taparlos.

Aristóteles desperto y lo primero que vio fue la cara de Temo y sonrió, despues de unos minutos desperto Temo.

Aristóteles: menos mal que despertaste bello durmiente ya me estaba preocupando.

Temo: que hora es?, mi papá debe estar preocupado por mi.

Aristóteles: tranquilo, ya le avise que estabas aquí.

Temo: gracias.

Aristóteles: el vendra para aca con tus hermanos habra cena familiar por lo que de seguro alguien se enojara así que preprate para lo que viene.-Temo se estiro-.

Temo: que horrible, deberíamos ir a comer ahora es verdad que tengo hambre.

Ari y Temo se levantaron y salieron de la habitación, ahí se encontraron con Audifaz.

Aristóteles: hola papá.

Temo: hola señor

Audifaz: que estaban haciendo solos en la habitación?

Aristóteles: solo dormimos.

Audifaz: más te vale Aris, porque yo no te he educado para que estes haciendo esas cosas a tu edad.

Aristóteles: papá no me avergüences.

Temo: señor le puedo asegurar que no ha pasado nada con Ari ahora.

Audifaz: ahora?, eso quiere decir que ustedes?

Temo: no quise decir eso es que ahora y nunca ha pasado algo con Ari.- mintió-.

Aristóteles: vamos dónde mi tía Blanca a comer.

Audifaz: esta bien, ten cuidado.

Aristóteles y Temo llegaron al departamento y les abrió Imelda.

Imelda: que hacen ustedes dos juntos?, ahora que seran primos oficialmente no se pueden gustar así que olviden que estaran juntos.

Aristóteles: pero no tenemos la misma sangre.

Imelda: seran familia, imaginate si todo termina mal ustedes ni siquiera se hablaran en las reuniones familiares y eso los incomodara al igual que nosotros.

Aristóteles: pero...

Imelda: es lo mejor Aris, no queremos a la familia dividida, nos costo mucho unirla.

Temo: en ese caso debería preocuparse por Axel y...- Ari lo interrumpio, no quería delatar a su prima-.

Aristóteles: esta bien.- Temo y Ari se miraron-.

Temo: y usted sabe por que es la cena de hoy?

Imelda: creo que es para conversar sobre la boda.

Aristóteles: abuelita hay para comer?

Imelda: si, ustedes no almorzaron?

Temo: no, es que nos quedamos dormidos en la habitación de Ari.

Imelda: estaban solos?

Aristóteles: abuelita comemos y te contamos.- Ari fue a la cocina con Temo ya arreglo todo para comer, al sentarse a la mesa se dierón cuenta que Imelda no los dejaba de mirar-.

Temo: señora Imelda, no tiene otra cosa que ver?

Imelda: dime abuelita y ustedes me deben una respuesta.

Temo: pero en ese caso le tendría que decir abuela a la señora Cris...- Ari lo interrumpio-.

Aristóteles: estabamos solos pero es normal solo dormimos.

Imelda: más les vale ustedes están muy jóvenes, y no se han casado, deben esperar al matrimonio.

Aristóteles: pero yo no me quiero casar, eso es para personas de edad.

Imelda: te gusta estar en contra de lo que creo Aris, a mi me quedan pocos años de vida por favor prometeme que te casaras.

Aristóteles: abuelita estas jóven todavia no moriras y yo no me casare nunca.- se levanto y fue al baño-.

Temo: le gusta manipular a las personas con su posible muerte?

Imelda: como se te ocurre niño.

Temo: podría decirle a Ari que quiere que tenga hijos, preferentemente dos y le ayudo a manipularlo.- dijo Temo sonriente-.

Imelda: tendría más bisnietos me gusto la idea, trato hecho.- le dio la mano a Temo-.

Aristóteles volvio a la mesa y vio que Temo y su abuela estaban conversando muy alegremente.

Aristóteles: que les paso?, ahora son amigos?

Temo: es que nuestra abuela tiene razon Ari le queda poco tiempo y hay que difrutar cada momento con ella.

Aristóteles: nuestra abuela?, te lavo el cerebro mientras me fui?

Imelda: deja a Temito tranquilo es un pan de Dios este muchacho.

Temo: deberías prometerle a tu abuela que te casaras.

Imelda: por favor casate a la edad de..-pesó por un momento la edad que Temo le había dicho- 25 años y ten 4 hijos.

Temo: 2 hijos, digo creo que ella quiere que tengas dos hijos porque 4 es mucho.

Aristóteles al escuchar esto se dio cuenta que los deseos de su abuela más bien eran los de Temo por lo que sonrio.

Imelda: ayuden a arreglar la casa para la junta familiar.

Aristóteles y Temo ayudaron a Imelda,  pasadas las horas fue llegando toda la familia, cuando llegó Susana todos quedaron impactados porque venía Crisanta y definitivamente eso traería más problemas.

Susana: traje a mi mamá porque es importante para mi que tratemos de llevarnos todos bien para que en la boda todos podamos convivir mejor.

La cena estuvo muy tranquila pero Imelda y Crisanta no paraban de mirarse con odio, Temo recibio un mensaje en el celular por lo que salio del departamento por un rato y espero en la escalera a que llegara Daniel.

Daniel: que bueno que viniste.

Temo: que quieres?

Daniel: tu me gustas.- se acerco y besó a Temo, estes se separo de inmediato-.

Temo: no vuelvas a besarme así.

Daniel: pensé que te gustaba, hemos estado besandonos desde hace días.

Temo: si pero creo que tu y yo no funcionara, sigo enamorado de Ari y no puedo seguir así contigo, no quiero dañarte.

Daniel: esta bien.- se fue-.

Temo de nuevo entro al departamento  y se acerco a Ari, estuvo conversando con el hasta que se tuvo que ir.

Aristóteles estaba algo triste sentado en un sillón se su casa ya que noto que Temo había salido durante la reunión y de seguro era porque salio a ver a Daniel.

Amapola: que pasa Aris?

Aristóteles: es Temo, salio para juntarse con Daniel y eso no me gusta, pasa mucho tiempo con el de seguro esta enamorado de el.

Amapola: si no luchas por la persona que amas nunca la tendras, no te quedes con que a el le gusta el nuevo vecino, hace las cosas bien Aris termina con Mateo aunque sea doloroso.

Aristóteles: pero lo quiero.

Amapola: a el lo quieres,pero que sientes por Temo?, es igual a lo que sientes por Mateo?

Aristóteles: es más de lo que he sentido por cualquier otra persona, lo amo tanto que a veces duele.

Amapola: cuando me di cuenta que tu y el tenían algo supe que el era el indicado para ti y hoy me quedó más que claro que sigue siendo el indicado.

Aristóteles: que hago?

Amapola: sigue a tu corazón.

Me confundes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora