The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)

2da temporada- capitulo ocho

Narrado por Tessa: 

Ninguno de los chicos estaba de acuerdo con mis planes y bueno, era entendible.

La única persona que estaba de acuerdo con mi idea era mi padre algo que me parecía demasiado irónico, era la primera vez que estaba de acuerdo conmigo en algo y era justo en algo que me podía hasta matar.

Sabía que terminaría en un hospital porque la idea era que Hayden creyera que preferiría morir antes que estar con él, algo que no era una total mentira.

Gracias a esto me daba cuenta porque la gente decía tan seguido la frase de "no puedes confiar ni en tu propia sombra", era coherente que nadie quisiera confiar cuando las personas que parecían ganarse tu confianza solo terminaban traicionándote.

Así que cuando llego la hora en la que Hayden paso a buscarnos todos ya estábamos listos para lo que sucedería.

—Hayden sé que puede preocuparte muy poco pero realmente esta mal del estomago, lo más conveniente seria que la llevaras al hospital. —Hayden se acercó a mi y tomó mi rostro entre sus manos mientras sus ceño se fruncía levemente en señal de preocupación, supongo que tendría corazón...Tampoco me importaba confirmar esa teoría.

—¿Tan mal te sientes? Te vez un poco pálida. —Hice una mueca y recosté mi mejilla en su mano, el sabía que solo sintiéndome "mal" lo trataría amablemente.

—Tengo algunos mareos y vómitos, supongo que eso demuestra como me siento. —Él me tomo por la cintura y me apegó a su pecho antes de mirar a mi madre.

—Dejaré a los guardias rodeando la casa ya que no me parece conveniente llevar a Steve y Clarisse al hospital, pasaré por ellos mañana.  —Me solté de su agarre y abracé a mi madre tomándola de imprevisto, solo apoyé la cabeza en su hombro mientras le susurraba.

—Dile que lo quiero muchísimo y que no se aparezca en el hospital, ya me pondré en contacto con él. —Ella asintió así que regresé junto a Hayden y dejé que tomara mi mano mientras le soltaba un par de indicaciones a los tipos que hacían la guardia, no sabía como mi madre se las arreglaría para ir al hospital pero me gustaba suponer que solo la dejarían salir a ella.

Si los guardias se iban Kyle no dudaría en aparecer en el hospital.

—Vamos muñeca, no queremos que te sigas enfermando. —Asentí y dejé que me abriera la puerta del coche, no tardé en subir al mismo y colocarme el cinturón de seguridad, lo soltaría antes de provocar el accidente.

Vi como Hayden subió al coche y colocaba la llave en el contacto, demasiado seguro en sí mismo mientras aceleraba al máximo, no podría producir un accidente leve con esa velocidad.

Si nos mataba a los dos no me iba a arrepentir.

Todo con tal de sacarlo a él del camino.

—Se nota que no estas bien, no has hecho ningún comentario irónico.

—¿Ya los extrañas? —ironicé, escuche como rió levemente antes de mirarme durante unos segundos—. ¿Que sucede? —Regresó la vista a la carretera recta mientras hacía una mueca, la carretera estaba totalmente oscura pero de todas maneras sus ojos tan azules como los míos llamaban la atención.

—Jamás quise que me odiaras —susurró pero de todas maneras lo escuché, quedé dura en mi lugar mientras esperaba por si decía algo más—. Supongo que el dolor me cegó y cuando mi padre me lo propuso pues no lo pensé ni dos veces, toda la vida estuve perdido y locamente enamorado de ti pero tú solo tenías ojos para Matt.

—Tú sólo me hacías la vida imposible —protesté, de alguna manera quise defenderme.

—Si —admitió—. Pero siempre intenté estar cuando tú me necesitaste, no sé como Kyle pudo luchar contra ese loco enamoramiento que tenías con Matt.