Tercera temporada- Capitulo doce

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Cuando desperté mi cabeza parecía recibir interminables puntadas. Todo parecía estar más lento de lo normal y de un momento a otro allí estaba, todo más rápido.

Kyle estaba con sus manos en su cabeza mientras miraba un teléfono en el suelo, sus colores estaban oscuros. Tan oscuros que lo cubrían lentamente, envolviéndolo allí.

—¿Kyle? —Su rostro giró en mi dirección al igual que varios en la sala, se aproximó a mi en rápidas zancadas y tomo mi rostro entre sus manos.

—¿Estas bien?

—¿Por qué te odias así? —Evadió mi mirada así que esta vez quité sus manos de mi rostro con la poca fuerza que tenia y tomé su rostro entre mis manos—. Kyle, esto no es tu culpa. Esto debía pasar. ¿Acaso cambiarías todo con tal de que no sucediera?

Lo vi bajar la mirada mientras negaba con su cabeza.

—Es egoísta pero no cambiaría nada con tal de tenerlos conmigo. Con tal de tenerte a ti.

Sonreí antes de levantar su rostro y rozar mi nariz con la suya. Causando una pequeña sonrisa de su parte.

El negro paso a ser un gris denso. Estaba funcionando.

—Te amo, muchísimo —susurré, casi inaudiblemente.

Las tonalidades oscuras dejaron de rodearlo, pude sonreír tranquila. Siempre estaría allí para alejarlo de esas malas emociones.

—También te amo. Eres mi vida, no lo olvides...

Asentí con mi cabeza antes de sentir sus labios sobre los míos de forma lenta pero igualmente intensa.

Fue una pena que me desmayara nuevamente en ese momento.

(...)

—Hija. —Escuché su voz y solo pude removerme, incomoda—. Tessy, debes despertar.

—5 minutos más, mamá.

No demoré en escuchar la risa de Jaden así que abrí los ojos con una sonrisa.

Pestañee varias veces hasta que me acostumbré a la iluminación del dormitorio. Frente a mi estaban Jaden sobre las piernas de Kyle y a su lado, mi madre de pie, con un plato de sopa en sus manos.

—¿Que pasa aquí? —pregunté mientras intentaba sonreír levemente pero mi cabeza se sentía como a punto de estallar en cualquier momento.

—Jaden quería darte la buenas noches antes de irse a la cama. —asentí y abrí los brazos para que el pequeño me abrazara.

—Buenas noches, mami. Te amo. —Sonreí mientras besaba su mejilla.

—Mami también te ama, cielo. —Lo vi sonreír mientras rozaba su nariz con la mía—. Mañana hay colegio, ve a dormir así no llegas tarde.

Besó mi mejilla antes de saludar a su padre y a su abuela de igual forma. Después de esto corrió fuera de la habitación.

—Toma —dijo mamá, pasándome el plato—. Dos desmayos en un día no es bueno, Tess. Nada bueno.

—Mamá, quiera o no debo ayudar. Es mi don, debo explotarlo.
—Debes explorarlo y conocer tus límites. No explotarlo de tal forma que explotes con el. Eres la ultima en tener el don, al menos de nuestra familia.

—¿Y mi prima?

Mamá arqueó su ceja.

—Tu prima no ha tenido tanto nivel como tu. Por alguna razón mi hermana tampoco lo tuvo.

—Mamá, ¿que insinúas?

—Ustedes deben tener una hija —soltó sin rodeos—. Alguien que continúe con el don. Tess, sabes que es lo que debes hacer.

—Mamá, no podremos salir del narcotráfico nunca más. No tendré una bebé justo ahora aparte, ¿como sabemos que justo será una niña?

—Eso puedes saberlo apenas en el primer día de embarazo, tu eres capaz. Ve al niño, sientelo. Sabrás que es.

—¿Y si es varón?

—Cariño, al día siguiente hay pastillas de emergencia. Suena cruel pero si no tuvieras el don no sabrías si estas embrazada, ahí hubieras tomado la pastilla y ni te hubieras enterado.

—Eso no solo suena cruel. Lo es —protesté.

—Tess, es para mantener la descendencia. —Escuché decir a Kyle—. Esa bebé será la especial, la amaremos de igual forma que a nuestros pequeños pero ¿ella? Ella será como tú.

—Kyle...¿Estas seguro? Esa niña deberá pasar muchas cosas.

—Eso la hará tan fuerte como tu.

Tomé aire cuando vi su emoción y también la sinceridad. Tenia tantas esperanzas en tener una "pequeña Tess" que ya podía ver las ganas que tenia de que tuviera mis ojos. El quería realmente una hija. Una hija Dreamer por completo.

—Lo haremos —acepté.

Mamá se acercó a mi y coloco una mano sobre mi abdomen. La vi arquear su ceja antes de sonreir.

—Todo esta mas que excelente. Cariño, será una niña hermosa.

—Teniéndonos como padres ¿quien no lo seria?

(...)

Papá estaba atado a la columna fuertemente. Su cabeza estaba gacha, tenia ropa mojada al igual que el cabello y grandes manchas rojas aparecían sobre las pocas telas enteras que llevaba.

Quise acercarme, decirle que lo encontraría pero no podía.

Su herida en el muslo estaba a la vista. Ya habían quitado la navaja y eso no se veía como debería. Se veía peor. De alguna forma él necesitaba ser encontrado. Lo antes posible.

—Donde quiera que estés, Tess. No vengas por mi. —Lo oí susurrar, como si sintiera mi presencia—. Te amo.

Los ojos se me llenaron de lágrimas. Mis piernas perdieron toda su fuerza de un momento a otro mientras caía al suelo de rodillas. Quería que él me viera, que no perdiera las esperanzas. Quería decirle que aguantara un poco más por que yo iría por él hasta el fin del mundo. Solo necesitaba tiempo. Quería que fuera ese gran guerrero que yo había admirado toda mi vida por que este guerrero parecía resignado con lo que pudiera pasar.

Quería que mi padre me mirara a los ojos y notara que estaba lista para ser esa guerrera que él había preparado por tantos años.

Quise decirle que lo amaba.

Y no pude.

Me desperté con un nudo en mi garganta y no demoré en romper en llanto.

—Hey, cariño. —Sentí los brazos de Kyle rodearme, él acaba de entrar en la habitación—. ¿Que fue?

—Papá —dije entre lágrimas—. Se despidió, sin saber que yo estaba allí el se despidió.

—No entiendo.

—Me dijo que me amaba, Kyle. El pidió que no fuera por el. ¡Se rindió! ¡Mi padre no puede rendirse!

—Lo encontraremos. —Lo oí susurrar antes que dejara un beso en mi cabeza—. Prometo que lo haremos. Es de la familia, la familia no se abandona.

—¿De donde vienes tu? —pregunté, notando que había estado fuera.

—Esto te va a gustar —respondió—- Rastreamos una llamada que Z hizo a la casa hoy por la tarde. Sera bueno que te cambies si quieres ir. Tal vez sientes o vez algo que nosotros no.

—Espera dos minutos —pedí mientras me soltaba de él y corría a mi armario—. Ese tipo se metió con la familia incorrecta.

The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora