Capitulo treinta y dos

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Llevaba varios días queriendo despertar, tantos días que había perdido la noción del tiempo.

Los pasaba intentando abrir los ojos para poder abrazar a todas esas personas que venían a mi habitación rogando que continuara luchando algo que aún continuaba haciendo sin importar las pocas esperanzas que los médicos le daban a mis familiares.

Tal vez había llegado mi hora, no lo sabía pero estaba muy segura de algo, habían muchas razones para seguir adelante.

Mi cuerpo dolía horriblemente pero principalmente mi cabeza, me encontraba muy consciente de lo que sucedía a mi alrededor. Estaba consciente hasta de las visitas de Kyle.

También lo estaba cuando llego a la habitación ese día.

—Otro día mas aquí. ¿Qué es lo que estas esperando, cariño? —Todo el enojo que sentía hacia el había desaparecido en este tiempo, el estaba aquí sin pedirme nada a cambio.

O bueno, tan solo pedía que despertara de una vez por todas.

—No se que mas decirte para que decidas quedarte a mi lado. Siento que ya no podría vivir sin ti porque me has encontrado, Tess y has hecho un cambio radical en mi.

<<No quiero que digas eso, Kyle.>>

—¿Recuerdas el día que dije que ya no tenía miedos? Pues me equivoque, mi mayor miedo es vivir en un mundo donde tu no estés.

<<Mi mayor miedo es que no logres continuar. Quiero volver pero estoy agotada, lo siento.>>

—Es que me siento tan culpable cariño, y sé que te voy a perder. Sé que me detestas por lo que te hice y no te culpo. Estoy consciente de que cuando despiertes no te volveré a ver pero me conformo con que vivas Tess, si me quieres a tu lado me quedare y si me quieres lejos... —Escuche como suspiraba—. Demonios, haré lo que tu me pidas que haga nena pero no me dejes. Te necesito.

El chico estaba acabando conmigo sentía unas inmensas ganas de llorar porque demonios, ¡lo quería en mi vida! Pero el no me necesitaba en la suya, este suceso nos serviría para ver que juntos eramos un desastre.

Un gran y completo desastre provocado por dos mundos chocando y provocando una avalancha.

Quería que el jamás tuviera que pasar por más cosas así, no por mi culpa.

—La primera vez que te vi fui directo a ti. Sabía que eras totalmente diferente ¿sabes? tu mirada, tu sonrisa, tu postura, esa forma de vestirte sexy sin ser vulgar. Todo en ti me resultaba diferente y tu respuesta hacía mi me desconcertó por completo. Tu parecías tener un gran cartel en neón que me decía "¡es diferente!" y quería ver eso por mi mismo. —Podía imaginar su hermosa sonrisa con esos adorables hoyuelos que lo caracterizaban—. Cuando vi tu manera de proteger a Rose fue lo mas sincero que vi, a ti no te importaba salir lastimada, tu querías protegerla a ella y hasta terminaste ayudándome a mi cuando te había tratado tan mal. —Escuche un sonoro suspiro y me cuestione cuantos de esos debía soportar mientras estuviera en aquel lugar—. Tengo demasiados recuerdos junto a ti, Tess. La primera vez que apareciste con ese bolso de primeros auxilios. La primera vez que me aparecí en tu habitación. La primera risa compartida. La primera carrera y hasta tus preguntas en el coche. Lo cierto es que no quiero extrañar esas preguntas, Tess. No quiero extrañar nada de ti porque te quiero aquí, nena.

<<Es complicado, Kyle. También quiero estar ahí pero es complicado y no sabes cuanto lo lamento.>>

—Tampoco quiero extrañar tus besos, cariño. Solo quiero que sigas peleando tan fuerte como lo has hecho toda tu vida porque tienes demasiado por vivir aún y muchas metas que alcanzar. Esta es tu vida, Tess y no puedes rendirte.

The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora