—Cariño. —Volteé mi rostro y miré a Kyle, su mirada atenta en la carretera frente a él, su mandíbula apretada mientras olas de culpabilidad salían de su cuerpo—. Lamento que hayamos tenido esa discusión.
Sabia que lamentaba la discusión, mas no cambiaba de pensamiento.
—Lo sé —respondí—. Lo sé desde hace rato.
Tal vez no le gustaba mi actitud pero no me importaba ni un poco. A mi no me gustaba la suya y él no la cambiaba.
—¿Entonces cual es el problema? Lo siento, cariño. ¿Debo repetirlo hasta que lleguemos? —Miré el camino y rodee los ojos antes de mirarlo.
—Queda menos de un kilómetro, Kyle. —Sonrió levemente antes de verme.
—Por eso mismo.
—¿Quieres saber cual es el problema? —pregunté enfada—. ¿En serio quieres saber cual es el problema?
—Me muero por saberlo —respondió con ironía.
—¡El problema es que no me aceptas como soy!
—Oh dios... —Lo escuché murmurar—. Y yo que creí que habíamos superado esta etapa.
Estallé, no me gustaba que me tomara como estúpida y últimamente, estaba más dramática de lo habitual.
—Frena en coche —pedí, cuando entrábamos al camino de la casa.
—¿Qué?
—¡Que pares el puto coche! —Casi en el momento él freno así que retire el cinturón de seguridad y abrí la puerta—. Condenado imbécil que estas hoy.
Bajé del coche y di un fuerte portazo. Él aprendería por las buenas o por las malas que conmigo, hace mucho que no podía jugar al señor mandón.
—¡Tessa! —Lo escuché gritar—. ¡No terminamos de hablar!
—No me digas —solté con ironía—. Gracias por aclarármelo.
—¡Ven ya mismo aquí!
Así que me daba ordenes, ¿eh?
Levanté mi dedo corazón en el aire mientras sonreía.
No duró mucho, de un momento a otro me vi sobre su hombro.
—¡Bájame!
—¿Me escucharás?
—¡Eres un jodido idiota!¡No quiero que me toques!¡Quiero que me bajes! —Mis gritos estaban haciendo un escándalo y lo supe cuando él camino hacia la casa y al entrar a la sala todos nos quedaron viendo.
—Es regresar a nuestras andanzas y estos vuelven a ser la pareja explosiva —dijo Brad mientras ladeaba su cabeza divertido—. Kyle, bájala o todos le miraremos el trasero como en los viejos tiempos.
En ese mismo momento fui lanzada al sofá, caí con fuerza y no pude evitar dejar escapar un chillido.
—Te sientas ahí y me escuchas de una condenada vez —exigió, enfadado—. Te amo pero no dejaré que vuelvas a ser la misma idiota de antes.
—¿Estas diciendo que era una idiota?
—Lo siento, me he equivocado —respondió—. ERES una idiota.
—¡¿Por que?!
—¡Eres una idiota por creer que las personas siempre tienen algo bueno que dar!¡Eres una condenada ingenua!
Me coloqué de pie y tomé aire antes de cruzarme de brazos.
—¿Tú ves los pensamientos y sentimientos más ocultos de las personas? —cuestioné.
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The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)
FantasíaEste apartado contiene, a pedido de varios lectores, la primera versión de The boy in my dreams escrita en el año 2014. No me hago responsable de posibles spoilers para aquellos que estén leyendo la edición en la actualidad, así que leer este aparta...