Tercera temporada- Capitulo once

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Narrado por Kyle: 

Brad estaba inconsciente, realmente me incomodaba verlo así pero más me molestaba por que nosotros habíamos comenzado de cero. Teníamos que mantenernos apartados de eso.La realidad es que siempre regresaba por nosotros.


—¿Qué dijo el medico? —pregunto Tess mientras se acercaba a él y colocaba su mano sobre el pecho de Brad. No supe exactamente que hizo, pero Brad soltó un suspiro antes de sonreír levemente. Aún dormido.

—Las balas no dieron en ningún órgano —respondió Rose. Ella estaba sentada en un sofá cercano, sus ojos estaban rojos y su piel estaba sumamente pálida. Me preocupaba pero más lo hacia Tess.


La vi quitar la mano del pecho de Brad y pasar la manga de su remera disimuladamente por su nariz. Ella intentaba que nadie notara el sangrado que tenia.

—Eso es bueno —Caminó frente a su amiga y tomó su mano—. Rose, él estará bien.

—¿Cómo lo sabes?— Tess sonrió.

—Podría decirte pero me gusta mantener la intriga. Todo estará bien con él, lo juro.

—Te creo. —Rose sorbió su nariz justo cuando Tristan me hablaba.

—Me llevaré tu coche al taller mientras que Michael se encarga de algo más, ¿sugerencias?

—Michael —llamó Tess—. ¿Podrias ir por Hayden?

—No lo hará —interferí—. No vale la pena preocuparse por él. No es de confianza.

—Si lo es —protestó—. ¿Acaso no nos ha ayudado?

—No. Nosotros tenemos suficiente con saber de tus sueños.

—Sabes que no. Podríamos saber que Rosi está en peligro y la cuidaríamos pero no sabríamos de que. Jamas hubiéramos imaginado que era Z.

—Tu misma lo dijiste. La hubiéramos protegido de todas formas.

—Tú sabes cual es el mayor peligro que corre Rosi si no la quitamos de donde Z la esconda.

—Tessa —advertí, no queriendo hablar más del tema.

—No, tu sabes que es verdad y también sabes la ayuda que nos da saber que es Z. Me da igual si lo admites o no, Hayden esta ayudando.

—Iré por él —dijo Michael mientras se colocaba una chaqueta—. Brad nos hizo colocarnos un rastreador antes de salir. Daré con el y lo llevaré a casa. ¿Eso esta bien, Tessy?

—Gracias. —Michael asintió y me volteó a ver—. Lo siento, hermano. Ella tiene razón. —Tristan y Michael salieron de la habitación. 

Solo pude resoplar antes de mirar a las dos chicas que habían revolucionado nuestra vida.Dos chicas que habían cambiado mi vida por querer ir a una fiesta.

—Iré por café y tú... —advertí mirando a Tess—. No creas que no hablaremos de esos sangrados. 

No lo había notado pero su nariz estaba sangrando. Otra vez.

(...)

Rose había regresado a la casa, tenía un bebé que cuidar, no podíamos permitir que se quedara en el hospital y menos en el estado en el que se encontraba. Tess estaba durmiendo en el sofá, justo a mi lado, como hace tantos años estaba.Su cabeza se apoyaba en mi pecho, mi mano rodeaba su cintura mientras su mano se aferraba a mi camisa. La notaba tensa, sabia que estaba soñando, así que no me sorprendió cuando se sentó alarmada. Me sorprendió cuando me apartó y se coloco de pie. Demasiado asustada, estaba alterada.

—¿Que pasa? —No me respondió, avanzó hasta la cama de Brad y presionó con prisa el botón que había junto a esta—. Z —dijo—. Se ha llevado a mi padre.

La puerta de la habitación se abrió y entró mi suegra, muy apresurada en dirección a Brad. Al verlo pacífico volteó a ver a su hija. No puedo explicar con palabras suficientes lo atónito que me dejaron esas mujeres. Solo se miraron cuando la madre quitó su móvil y marcó algo.

—Tienes razón —dijo Tess—. Y lo siento, es mi culpa.

—No lo es —respondió—. Steve, ¿Tu padre?...¿No fue?

—Ay no.

—Vale, si...en medía hora te vemos en la casa de tu hermana, hay muchas cosas que debemos hablar. —Cortó la linea y la quedó mirando—. Tess, hay que trasladar a Brad, aquí no esta seguro.

—Es un hospital, mamá.

—Y no van a querer que salga de aquí —Solté, logrando captar la atención de ambas—. Iré a pedir el traslado, nos iremos en menos de 10 minutos. Algo haré.

(...)

Muy pocas personas en esta vida rechazan un chantaje. Aun las hay y por eso me sentí bien cuando el encargado de esa noche en el hospital, aceptó el jodido chantaje. Por un momento me olvidé que ante la sociedad era un muy reconocido abogado. Lo recordé cuando el tipo me miro asombrado, preguntando si era el conocido abogado Stevenson. Me sentí incomodo pero esa incomodidad se fue cuando vi a Brad dentro de la seguridad de mi casa. Era mi fortaleza. Nadie que yo no quisiera entraría ahí.

—Esto es demasiado.

—Está en el mismo lugar que Z llevará a Rose —dijo Tess mientras colocaba un pañuelo sobre su nariz.

—¿Usted no puede fijarse por ella?—pregunté a mi suegra—. Tess ha estado así todo el día. —De forma delicada le quité el pañuelo y le di uno nuevo. No tardé en tirar el manchado a la basura.

—Lo siento pero no puedo. Desde hace dos años se terminaron las visiones para mi, solo veo las emociones. Tess es la única Dreamer aquí.

—Estoy bien. —La escuché decir antes que Rose le pasara un vaso con agua—. Debemos seguir. ¿Puedes dibujar, mamá?

—Claro que si, cielo. —Un bloc de dibujo no tardó en ser pasado—. Toma esto con calma, ¿si? Tus colores no están bien.

—Estoy bien. —La ceja de su madre se arqueó, un gesto que demostró lo sorprendida que estaba.

—¿Como me bloqueaste? No puedo ver tus emociones. ¿Donde aprendiste a hacer eso, Tessa?

—Práctica —respondió—. Bien, vamos a esto. —Cerró sus ojos y suspiró. Sus manos no demoraron en aferrarse a el sillón de cuero—.Lo tienen en el agujero donde he visto a Rosi. Es una gran columna y lo mantienen atado ahí. Lo dejan ver todo, hay dos hombres que lo golpean casi constantemente... —Guardó silencio antes de seguir—. Papá esta herido. Tiene una puñalada en su muslo derecho y no se molestaron en quitar la navaja.

—¿Algo al exterior?

—No —respondió—. Hay una sola lámpara que ilumina todo. No hay cuadros, relojes o esas cosas. Solo hay... —No volvió a hablar pero mordió su labio, angustiada.

—¿Que hay? —pregunté mientras me paraba frente a ella—. Allí estará Rosi, debes decirme que hay.

—Herramientas —respondió—. Pero estas no se usan como deberían. No arreglan nada ellos...dios, comenzaran a usarlas en él.

—Tess...vuelve.

—¡No! Debo ver algo que... —Tess pareció apagarse de un momento a otro. Su voz fue disminuyendo, su fuerza se fue y el equilibrio desapareció por completo. No demoré en atraparla en mis brazos cuando se inclinó en mi dirección.

—Se desmayó. 

—¡Necesito alcohol! —gritó Jhoanna, mi suegra, demasiado alarmada. Justo en ese momento las puertas del despacho se abrieron y entro Rose corriendo hacia mi. 

—Oh dios, mamá... —Me pasó el teléfono de la casa mientras se iba en busca de alcohol. Como su abuela le pedía.

—Habla Kyle.

—Lo de hoy ha sido un pequeño susto. —Apreté mis puños al escucharlo—. La próxima no fallaré. ¿Quieres mandarle un saludo a tu suegro? ¿O esperaras que vaya por el pequeño Jaden? Mejor aun, iré por Tessa.

—Aléjate de ellos, Z —dije entre dientes—. No te metas con mi familia porque créeme, no te gustara aquello que venga después. Condenado hijo de puta.

—Trabajas para mi o te las ves conmigo. Jamas juegues en contra.

—Lástima, hice mi propio juego.

The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora