—Ya pueden entrar a verlo pero durante pocos minutos, el paciente esta delicado. —Vi como todos asentían con la cabeza y me quedaban viendo, esperando que me levantara y fuera a verlo pero...no podía.
—Tess, ve. —Negué con la cabeza y quise frenar todas las lagrimas que me estaban por ahogar, sentía mis labios húmedos y salados pero parecía que las lágrimas jamas se agotarían.
—No...yo no...yo no puedo. —Balbucee con dificultad mientras comenzaba a mover mis manos frenéticamente, queriendo explicarme.
—¿Que? ¿Por que no? —Moví mi cabeza, no sabiendo como responder a eso pero la mano de Brad se apoyó en mi espalda, intentando reconfortarme.
—No puedo ver como se...como se esta muriendo, el esta pendiente de un hilo y yo... —Mi voz se quebró, tome aire para seguir hablando—. Estoy tan enojada con él, me prometió estar siempre, prometió que estaríamos juntos cuando todo acabara...dios, me siento vacía sin él. —Los brazos de Brad me rodearon justo cuando partía en llanto, quería tirar todo por la borda, llorar hasta que el dolor pasará.
Quería que mi garganta permitiera pasar el aire, quería que mis pulmones funcionaran y mi pecho dejara de arder...pero sobre todo quería que el vacío que dejó su ausencia desapareciera.
—Tienes que entrar ahí —susurró casi de forma inaudible—. Él te puede escuchar de la misma forma que tú lo escuchaste durante el accidente, ¿recuerdas? Él te ayudo. —Asentí con la cabeza y cerré los ojos con fuerza, necesitaba de todo lo que tenía para ir allí y verlo viviendo por las maquinas.
—Iré. —Me aparté de él y refregué mis ojos, tomé una bocanada de aire pero supe que ni un millón de estas me prepararían para entrar ahí.
No había forma de estar preparada para ver al amor de mi vida en ese estado.
Él me había preparado para muchísimas cosas mientras estuvimos juntos pero ninguna de ellas me había preparado para verlo así.
—Venga conmigo, joven. —Asentí con la cabeza y seguí a la enfermera, el pasillo me daba escalofríos mientras lo atravesábamos. Veía por las puertas corredizas y acristaladas a un montón de pacientes. Algunos dormidos, otros cenando y otros siendo cuidados por sus familiares.
Todos ellos sobreviviendo.
Con esos pensamientos llegué frente a una puerta doble que tenía un gran cartel que decía "cuidados intensivos". Entramos y pude ver como un montón de enfermeras y especialistas controlaban a distintos pacientes, todas las habitaciones daban a este gran circulo donde lo médicos veían todo.
—Por aquí. —Caminó hasta una habitación y pude ver a Kyle mucho antes de que abriera la puerta corrediza.
Su cuerpo estaba quieto sobre la cama, su rostro se mostraba pacifico mientras muchísimos cables estaban sobre su cuerpo, también vi como le pasaban cosas por vía intravenosa...
—No te asustes linda, seguramente en un tiempo sea capaz de respirar por sí mismo, todo depende de cuanto luche...te daré unos minutos. —La enfermera salió de la habitación y quedé parada allí, temiendo que con dar tan solo un paso las cosas empeoraran.
Así igualmente tuve que darlo, mis pies parecían pesar mil toneladas mientras colocaba un pie frente al otro y repetía la acción hasta llegar a su lado y tomar asiento en un taburete alto, quedando a la misma altura que su cama.
—Lo siento tanto —susurré mientras me largaba a llorar en silencio, no limpié ningunas de esas lágrimas, nadie más que él estaba en esa habitación. No había porque ser fuerte—. Recuerdo que cuando era pequeña mi padre me contó una historia...una historia que yo adoré hasta ahora.
Necesite contarle, sabia que me estaba escuchando.
—Era la típica historia que una espera toda su vida, el príncipe conoce a la princesa y se enamoran de inmediato. Viven una vida de ensueño y siempre habrá un final feliz, quería que llegara ese príncipe y me regalara un final feliz. Sin embargo llegaste tú, con tu arrogancia y estupidez, llevándote el mundo por delante pero frenaste por mi, te detuviste a verme como nadie lo había hecho antes y...y yo me enamoré de todas esas cosas que tu odias de ti, te acepte con virtudes y defectos. Lo que quiero decir, es que no eres lo que soñaba pero te convertiste en todo lo que veo cuando cierro los ojos. —Sonreí mientras dejaba escapar una lagrima—. Y eres quien quiero que me acompañe en la vida, no importa cuanto dure, se que me sentiré afortunada de tenerte así que ahora...ahora tienes que luchar.
Quedé en silencio unos minutos hasta que una leve sonrisa se formó en mis labios, sorbí mi nariz y comencé a hablar.
—El día que te conocí estaba de un humor fatal, que digo fatal...¡era peor que un tsunami! Me estaba llevando todo por delante, estaba cansada y cada vez que quería descansar tu aparecías ahí, nos encontrábamos dentro del coche gritando cosas que no podía escuchar en ese momento y despertaba cada vez que el camión chocaba contra el auto...era una tortura cerrar los ojos y sentirme desesperada por salvarte —admití—. Recuerdo que Rose estuvo muy emocionada por la fiesta de Michael y yo estaba horrorizada, no era una chica de fiestas después de haber perdido a mi hermano, mi deber era proteger el trasero de Rose. Acepte ir a esa fiesta y actuar de niñera como siempre lo hacia cada vez que me arrastraba a alguna parte donde podía tomar tantos tragos como para no mantenerse de pie, apenas entre Rose fue a saludar a Michael y por mi parte fui directo a la barra de tragos, ¿te conté que ya había estado en tu casa antes? Ella era fanática de las fiestas que Michael promocionaba en el colegio así que cada pocas semanas estaba yendo, me sorprende que no nos hayamos visto antes... Como decía, fui a la barra con la idea de tomar algo tan fuerte como para soportar la tortura pero tan leve como para mantenerme de pie y poder tirar del brazo de Rose fuera de esa casa antes de que llegara la policía.
Tomé una pausa mientras recordaba todo de aquella noche.
<–Luego fue cuando te vi a ti, te reconocí en el momento en que te vi...eras el chico en mi sueños, estabas frente a mi y me estabas coqueteando. —No pude evitar reír—. Menudo idiota, me intente apartar de ti y no lo permitiste. Cuando yo quise apartarme fuiste tu quien lo evitó, de alguna forma siempre terminábamos como al comienzo. ¿Y esos dos meses que nos separamos? Yo no podía parar de pensar en ti, tu eras mis pensamientos en cada segundo pero me sentía tan... Dolida y engañada, estaba decepcionada de ti sin embargo no podía quitarte de mis pensamientos.
Tomé su mano con cuidado y me sentí conforme al encontrarla tan cálida como el primer día.
—En ese momento pensé que no podía vivir con o sin ti, hoy me doy cuenta de lo equivocada que estaba...tu no serás mi vida pero si eres mis ganas de vivir, mis ganas de seguir adelante sin pensar en cuantas veces caeré y en cuantas lograre colocarme de pie...¿sabes por qué? Solo porque tu me hiciste una promesa ¿recuerdas? Siempre estaremos juntos amor, esta es nuestra batalla.
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The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)
FantasyEste apartado contiene, a pedido de varios lectores, la primera versión de The boy in my dreams escrita en el año 2014. No me hago responsable de posibles spoilers para aquellos que estén leyendo la edición en la actualidad, así que leer este aparta...