—¿Que haces aquí? ¿Cómo...? —pregunté invadida por el asombro y tal vez, también por el miedo.
No sabía como reaccionar o como se suponía que debían surgir las cosas de ahí en adelante porque no lo había visto por un mes donde habían pasado cosas que habían lastimado nuestra relación. Habían pasado cosas que nos habían dejado marcados, tal vez demasiado heridos.
Quería moverme pero mi cuerpo no parecía obedecer mis ordenes, tan solo le daba mil y un vueltas a la idea de que Kyle estaría mejor fuera de aquella casa, fuera de mi vida. Él era un narcotraficante y yo era sumamente consciente de que jamás estaría seguro pero el peligro en su vida había sido incrementado demasiado en el último mes. No quería más heridos, no quería perderlo definitivamente.
Ignoré todos esos pensamientos y miré una vez más al hombre frente a mi. Sabía que era lo correcto pero era lo suficientemente egoísta como para quererlo para mi y para nadie más.
En cuanto sonrió supe que no podía dejarlo, tal vez necesitaba ordenar mis ideas pero por más que todo sugiriera que mantuviera las distancias definitivas yo no podría. Era mi novio, era una de las personas que más amaba en el mundo y todos podrían ir y decirme que era una perra por no ahorrarle ese montón de problemas pero estaba orgullosa de mis decisiones, siempre lo estaría.
Algunos creen que las personas enamoradas son irracionales respecto al amor, yo creo que son personas completamente vivas.
—Esperaba una mejor bienvenida de tu parte pero no me sorprende, Steve me dijo con textuales palabras "ella es una jodida perra en este momento".
Su voz no sonaba molesta pero podía oírlo decepcionado, incluso un poco dolido.
—Steve puede guardarse sus comentarios.
—No me iré hasta que hablemos y para tu desgracia tampoco puedo irme por los guardias que rodean la casa aunque no me molestaría recibir la bala de algún idiota de esos, tal vez seria menos doloroso que tu rechazo. —Negué con la cabeza como si no pudiera creerme aquello.
—Escucha, Kyle... —Él parecía reacio a escucharme, por lo que me volvió a interrumpir.
—¿Por qué no me explicas por que no has respondido mis llamadas o mensajes de texto? —Su actitud relajada me ponía los pelos de punta, su simple presencia allí hacia que mi corazón pareciera un caballo en plena carrera, mis manos sudaban y tenia que luchar contra mis pies para no salir corriendo hacia el y abrazarlo.
Mi cuerpo parecía tomar sus propias decisiones.
—Yo... —Me coloqué de pie y negué con la cabeza mientras sentía mi nariz escocer y las lágrimas nublar mi vista—. Solo ven a abrazarme, idiota. —Vi como sonrió antes de dar dos grandes pasos y envolver sus brazos en mi figura, me pego a su pecho mientras yo me largaba a llorar.
Lo extrañaba, no había creído que jamás extrañaría a alguien de aquella manera. Tal vez no solo extrañaba su presencia junto a mi sino la persona que yo era junto a él.
—No llores, nena —susurró sobre mi cabello, sus manos bajaban y subían por mi espalda con calma—. No sabes cuanto te extrañe. Realmente no tienes ni una mínima idea.
—Lo sé —susurré mientras sentía que tomaba una de mis manos, el cambio de temperatura me hizo saltar levemente en mi lugar—. Tienes las manos extremadamente frías, Kyle.
—Siempre fue así cariño, tú eres la cálida y yo el frío. —Su tono de voz era ronco algo que provocó un escalofrío en mi cuerpo antes de escucharlo susurrar—. ¿Vamos a hablar?
—Si, vamos a mi habitación.
Vi como movió sus cejas reiteradamente provocando mi risa inmediata, solo pude mirar a mi madre y ver como ella asentía así que tire de la mano Kyle para que me siguiera escaleras arriba, una vez que llegue frente a mi puerta lo hice parar.
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The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)
FantasíaEste apartado contiene, a pedido de varios lectores, la primera versión de The boy in my dreams escrita en el año 2014. No me hago responsable de posibles spoilers para aquellos que estén leyendo la edición en la actualidad, así que leer este aparta...