Narrado por Kyle
La pierna de Tess no dejaba de sacudirse mientras yo intentaba concentrarme solamente en la carretera que tenía en frente.
Me era imposible cuando ella estaba así.
—¿Que sucede? —pregunté. Mi voz cortando el silencio que había en el coche—. Estas nerviosa, ¿por qué?
—Hace 7 años no pisamos una carrera. —La escuché decir—. Todos quedaran sorprendidos. De seguro creen que jamás nos volverán a ver allí. Hasta yo lo creía.
—Tampoco esperaba volver —admití—. Pero Tess, jamás podremos salir totalmente de esto.
—No quiero esta vida para Jaden y Rosi —dijo apresuradamente—. Si nos quedamos en esto ellos deberán enterarse tarde o temprano. Ellos correrán peligro de forma constante, Kyle y son nuestros hijos. Merecen más de lo que nosotros tuvimos.
—¿Crees que no lo se? —inquirí—. Merecen más que cualquiera, Tessa pero ellos saben que esos niños son nuestra vida. Irán por ellos cada vez que nos quieran de vuelta y estando dentro es distinto. Todos sabrán que no pueden tocarlos, que no deben meterse con nosotros. Hasta serán respetados.
—Pudimos salir por 7 años —me recordó.
—Y nos volvieron a encontrar. —Sin notarlo mis puños se aferraron con fuerza al volante—. Nos encontraron y nos trajeron dentro otra vez. Más profundo que antes. Ya no somos solo un par de chicos. Ellos saben que tenemos familia y trabajos reconocidos por la sociedad. Nos han metido hasta el cuello.
—¿Se los diremos? A los niños.
Sabia que eso no dependía sólo de nosotros, ellos tendrían que enterarse aunque no quisieramos que eso pasara.
—Se lo diremos. Debemos esperar que esto pase un poco. No podemos ir en contra de tu sueño, ahí al menos sabemos algo de lo que pasará. Si se lo decimos ahora, las cosas se alteraran. Estaríamos ciegos en un laberinto de clavos. Con tu sueño al menos reconocemos el final.
—Lo se —admitió—. Son las pocas ocasiones donde no detesto ser una anormalidad de la naturaleza.
Me reí levemente mientras tomaba su mano y la llevaba a mis labios.
—Las personas normales me aburren, por eso te amo a ti.
La vi sonreír. Sonreír de esa forma tan hermosa. No me cansaba verla. Podría estar el mundo cayéndose, podría estar muriendo y esa sonrisa me haría sentir vivo.
—También te amo, idiota. —Sonreí de costado. Orgulloso de que aún me siguiera viendo como idiota.
No me importaba ser idiota ante sus ojos porque era su idiota.
—¿Asi que idiota? —pregunté, divertido de la situación—. Este idiota se coló en tu habitación con solo... —Hice un rápido conteo mental—. 21 años.
—Un total viejo.
—Te metiste con este viejo. —Volví a burlarme—. Y era 3 años mayor que tu.
—Sigues siendo 3 años mayor que yo —contestó con obviedad—. Por eso tienes ya 29, casi 30 años.
—El casi es lo que cuenta.
—Lo sé. —Entré en la vieja carretera y todos quedaron viendo el coche mientras me abría paso.
—Y a mi favor —agregué—. Parezco de 25 o 27 años.
—Aún no sé como lo haces.
—¿Estas bromeando conmigo? ¡Tu pareces de 23 o 24 años! ¡Has tenido un niño y tu figura hasta parece mejor que antes! —protesté—. Si yo soportara un niño nueve meses te aseguro que mi cuerpo después de expulsarlo no seria el mismo.
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The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)
FantasyEste apartado contiene, a pedido de varios lectores, la primera versión de The boy in my dreams escrita en el año 2014. No me hago responsable de posibles spoilers para aquellos que estén leyendo la edición en la actualidad, así que leer este aparta...