Capitulo cuatro:

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Salimos de nuestra última clase en el día y dejé escapar un suspiro sin importar que muchas personas me empujaran queriendo salir, sentía un peso menos en mis hombros.

Siempre sería relajante saber que las clases habían acabado al menos por ese día.

—Estaba pensando en que podemos ir al centro comercial, tomar un helado e ira tu casa para.... —Miré a Rose e hice una mueca mientras tomaba su brazo para llamar su atención.

—Lo siento pero no puedo, Kyle viene por mi.

—¿Kyle? Pensé que solo lo verías una vez...Tess, no creo que debas seguir cerca de él. —Se frenó en el medio del corredor y se cruzó de brazos—. Deja de soñar despierta, él no es un chico como los que están en tus libros. Él es un chico malo o mejor dicho, hombre, y no va a cambiar por una niñata como tú...

La miré demasiado sorprendida de que me llamara así. No daba crédito a lo que oía.

—¿Me acabas de decir niñata? —Suspiró con fastidio mientras se dirigía a su casillero sin siquiera hablarme. Me molestaba que además de decirme niñata también me ignorara.

—¿Ves lo que él provoca? Ahora estamos discutiendo por su culpa. —Negué con mi cabeza y cerré la puerta de su casillero con fuerza. Eso provocó que volteara a verme como si yo fuera la irritación en persona.

—Él no lo provoca, tú lo estas provocando —espeté—. Tú me has dicho niñata ¿pero sabes qué? Primero recuerda quien es la que no puede cuidar su propio trasero y luego di todo lo que quieras.

—Tú crees que puedes cambiarlo —objetó a su favor.

—No quiero cambiarlo, ¿acaso sabes cuales son mis intenciones con él? ¡Solo quiero ser su jodida amiga! —Se rió desbordando ironía antes de quitar un mechón de pelo que había sobre su rostro.

Me miró directo a los ojos como si deseara que realmente cada una de sus palabras quedaran marcadas a fuego en mi memoria.

—Él no es la clase de chico que quiere simples amigas, es mejor que abras los ojos. —Se volteó y simplemente se fue, dejando que me ahogara con las palabras que no le podía decir.

Ojala hubiera podido explicarle a Rose en ese momento porque debía quedarme cerca de Kyle Stevenson.

Me senté en el suelo para apoyar mi espalda en la pared más cercana sin importar que aún hubieran muchos alumnos a mi alrededor. Eran pocas las veces que peleaba con Rose y cuando lo hacía me sentía demasiado mal porque generalmente es ella quien tiene la razón y esa vez la tenía.

No me convenía estar alrededor de Kyle, no podía esperar salir entera del juego sabiendo quien era.

Me sentía presionada entre quien había nacido para ser y quien quería ser. Estaba sin escapatoria.

—Hey.—Levanté la mirada del suelo para notar que el corredor estaba totalmente vacío....bueno, no del todo, ya que frente a mi estaba Kyle—. ¿Te sucedió algo?

—¿Qué? No, nada. —Tomé aire y le sonreí—. Vamos. —Salimos de la secundaria cuando sentí su mano en mi brazo—. ¡¿Por que me tomas todo el tiempo del brazo?!

Sentí una leve risilla de su parte y supe que mi fastidio era su diversión.

—Tu eres la única chica que me pide que no la toque, las otras no dirían eso.

—¿Ah si?¿ Entonces que dirían? —Hizo que frenara frente al coche y apoyó su mandíbula en mi hombro.

Estaba de espaldas a él pero mi cuerpo parecía sentirlo justo allí, imponente y autoritario. Sentí mis músculos tensarse mientras su susurro ronco llegaba a mi junto con un agradable olor a menta.

The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora