Capitulo veintiseis

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Estaba demasiado entretenida con mi portátil cuando tocaron la puerta sacándome de forma abrupta de aquel estado de concentración.

Solo esperaba que fuera Matt para poder mostrar mi madurez repentina.

—¿Quien? —grite mientras corría con mi brazo algunos avisos del periódico.

—¿Quien más, idiota? —Su grito sonó cargado de diversión por lo que me reí levemente antes de pararme y abrir la puerta—. ¿A quien esperabas, pequeña zorra?

—Solo me cercioraba de que no fuera el idiota de mi padre. —Cerré la puerta detrás de él en cuanto estuvo dentro y corrí hasta mi cama para seguir con la portátil.

—¿Están hablando por Skype? —preguntó mientras se sentaba frente a mi.

—¿Qué? No, no hemos hablado aún pero tengo cosas que decirte, Matt.

—Vale, ¿qué tienes, enana? —Me coloque de pie y fui hasta mi armario, de ahí saqué una caja de madera de tamaño mediano que ya se encontraba bastante pesada pero me hacía sentir bien saber que el peso había aumentado a lo largo de los años—. ¿Es lo que yo estoy pensando?

Sonreí a medias antes de dejar la caja en la cama, justo entre ambos.

—¿Recuerdas que cuando era pequeña te dije que iba a juntar dinero para ir a una muy buena universidad?

—Lo recuerdo.

-Bien, junte dinero dentro de esta caja y ¿adivina qué? ¡Ya esta llena!

Lo bueno es que quedara llena justo cuando más lo necesitaba.

—¿Así que te vas a la universidad? —Rodee mis ojos sin poder evitarlo al saber que era algo que el detestaba verme hacer—. Entonces no entendí.

—Conté el dinero de la caja anoche y me sobra para comprar un apartamento. Lo voy a comprar hoy mismo, ¿no ves? —Gire la portátil y le mostré el apartamento que había elegido.

—¿Hablas en serio? —preguntó como si esperara que comenzara a reírme mientras le decía que era una broma y que me iría a estudiar lejos.

Algo que ni en mis sueños haría.

—Muy en serio. Tiene dos habitaciones, baño, sala, cocina y balcón. —Vi como arqueo su ceja y supe que su cabeza estaba esforzándose por entender pero le daría unos segundos, es demasiado idiota como para entender con rapidez.

Iba a llevarme a Matt para que viviera conmigo.

Estaba decidido, iría le gustara o no.

—¿Qué es lo que estas tramando, Tess?

—Tenemos 1 hora para ir a ver nuestro apartamento y firmar los papeles de propiedad los cuales tu firmaras porque aún no tengo la mayoría de edad, ¿que dices?

—¿Nuestro? —Algunas veces lograba asombrarme su lentitud.

—Si. Quiero que vivas conmigo, Matt. —El no dijo nada, solo me quedo mirando mientras los colores se arremolinaban a su alrededor, eran demasiados para poder interpretar un solo color pero por lo que creía estaba emocionado, confundido y un poco.

—¡Deja de leer mis emociones! —Me reí levemente—. Haces que mi privacidad se sienta violada de una forma salvaje.

—Exagerado.

—¿Crees que logremos vivir solos sin incendiar algo? —preguntó regresando al tema inicial.

—¿Hablas en serio? Matt siempre fuimos tu y yo, podemos sobrevivir viviendo juntos. —respondí con una pequeña sonrisa—. Siempre fue así, tu ensucias y yo limpio.

The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora