Capítulo 13 - Enemigos

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Altagracia POV

Las horas pasaban y Regina aún no despertaba, ya estaba comenzando a angustiarme cuando apareció Alejandro. Apena lo vi me saludo con un fuerte abrazo y yo le pregunte por mi hermana, él me dijo que ya había despertado, que estaba aún poco adolorida pero ya no había de que preocuparse.

Entre a la habitación de mi hermana y me dolió verla en ese estado no solo físico también emocional, podía ver en su mirada mucha tristeza y eso me desconcertó, hace años no la veía así, ella siempre esta alegre, sus ojos irradiaban optimismo y felicidad, pero ahora su mirada esta apagada y eso me preocupa, hace días estaba muy contenta, necesito saber que sucedió.

Altagracia: Hermanita ¿Cómo te sientes? – me miro y una enorme sonrisa se posó en s rostro mientras algunas lágrimas cayeron desde sus ojos.

Regina: Altagracia estas aquí... - estiro sus brazos para que le diera un abrazo y así lo hice, la extrañaba tanto - pensé que no te vería por mucho tiempo... - le tomé la mano mientras me siento a su lado, pude ver que su expresión cambio y me esquivo un poco la mirada antes de contestarme - estoy bien dentro de lo que cabe, es dolor físico ya pasara.

Altagracia: Claro que vine, nada es más importante que mi familia, pero tú no puedes engañarme. Y si, el dolor físico se va rápido, pero ese dolor que tienes en el alma no... ¿quiero saber que te ocurrió hermana? No quiero mentiras... - me mira con un poco de pena y sus lágrimas vuelven a brotar, pero esta vez con más intensidad.

Regina: Ay hermana no te puedo mentir, no a ti... - hizo una pequeña pausa antes de continuar - creo que todo con Felipe acabo

Altagracia: ¿Cómo dices? Si hace unos días estabas muy feliz con el – la verdad si me sorprendí un poco al escucharla decir eso, solo pido que no sea por los motivos que me estoy imaginando.

Regina: si, pero discutimos y esta vez sobrepaso un límite... - vi como trago saliva y su cuerpo se tensó - la pelea estaba tomando intensidad y de un momento a otro me... - no la deje terminar y dije lo que tenía en mi cabeza, lo sabía ese bastardo lo hizo.

Altagracia: Te golpeo. – me miro un poco sorprendida ante mi interrupción.

Regina: Sí... pero ¿cómo supiste?

Altagracia: lo conozco y él es así, siempre intenta solucionar las cosas con violencia. Yo no te había comentado nada porque sabía lo que sentías por él y no quería que pensaras que buscaba manipularte para que no tuvieras una relación con el contándote que en algunas ocasiones se puso violento conmigo – estaba siendo muy honesta, nunca quise que ellos tuvieran una relación pero ya una vez cometí el error de alejarla de alguien a quien amaba y yo podía ver la ilusión en sus ojos cuando hablaba de él, no podía matarle ese amor de esa manera.

Regina: Hermana lo siento mucho y bueno ya me di cuenta de como es realmente... - respiro profundo y apretó mi mano con fuerza - Por su culpa estoy aquí, él venia tras de mi en su coche, cuando note que me seguía acelere y aventó su carro hacia el mío yo perdí un poco el control y sin darme cuenta choque con un camión que estaba enfrente. – maldito infeliz esta no se la perdono, con mi familia nadie se mete, nadie.

Altagracia: Te juro que no va a volver a ver la luz del día te lo prometo...

Regina: ¿Qué piensas hacer? No te sigas llenando las manos de sangre hermana, con esos dos infelices ya fue suficiente, no más por favor... piensa en tus hijos

Altagracia: Lo sé, esta vez me encargare de él, pero no de esa manera, tu tranquila, pero te puedo asegurar que se va a arrepentir el resto de su vida por habernos tratado así.

Nada es Eterno - COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora